"Los amigos son la familia que uno escoge"
-Anónimo.
La señora Kavanagh nos llama La Pandilla de los Ángeles. Dylan es el ángel líder, el decide a donde ir y si te opones te llevara al lugar en su hombro. Logan es el ángel tierno, pero también el que no quieres hacer molestar. Emily es el ángel rebelde, la única persona a la que no se le revela es a Dylan. Matthew es el ángel lindo, el que sonríe y te embobas. Yo, soy la ángel, si, solo ángel; la única que aún no ha sido corrompida, la responsable y conciencia del grupo; la única que logra que Dylan cambie de opinión. Aunque si te metes con alguno de nosotros, cambiamos de faceta, en ese momento somos Ángeles demonios.—Elizabeth, me han dicho que te de esto— la señora Kavanagh había dejado el almuerzo de los chicos, mi té y dulces con ayuda de Clayron. Ahora me daba un sobre blanco con mi nombre escrito y una rosa verde.
—Gracias— sonreí tomando el sobre y la rosa. De repente sentí algo cálido en mis hombros.
—Pareces necesitarla más que yo. Póntela bien— Matt me sonrió. Estúpidas sonrisas.
Terminé de ponerme su chaqueta y abrí el sobre con las manos temblorosas. Otra carta.
Hola, otra vez yo.
Dalia, quiero volver a verte. ¿Serías capaz de volver a la academia?
Sé que quieres saber quien soy, prometo darte más información sobre mí. Tengo el cabello castaño.
Por favor, dime que sí.
Por cierto, te veías hermosa esta mañana.S.R
— ¿Quién es?— preguntó Dylan.
—No lo sé— revisé el sobre, había algo más.
Era una foto, una foto mía de bebé, un chico pelinegro de ojos cafés y con pecas me cargaba mientras que un castaño cargaba al pelinegro que me tenía en brazos.
— ¿Esa eres tú?— preguntó Matt.
—Sí...— susurré. Había visto una foto mía de bebé. Había llegado a la casa Miller con un collar y un guardapelo. El guardapelo tenía una foto igual a esta.
—Es una rosa hermosa— Emily me quitó la rosa de las manos—. Verde. Esperanza.
— ¿Es un admirador secreto?— preguntó Dylan arqueando una ceja. Estuve a punto de decirle lo que era pero por el otro lado de la foto decía: "Shh... No se lo digas a nadie."
—La verdad es que no lo sé— susurré.
—Más vale que no lo sea, porque si no tomare cartas en el asunto— Matt me tomo del mentón y me besó. Un beso dulce y lento. De esos que te roban el aliento, de esos que te hacen pensar que todavía hay algo por lo que luchar.
— ¿Qué habíamos hablado de las demostraciones en público? Por favor— pidió Dylan. Matt se separó de mí mordiendo suavemente mi labio.
— ¡Matthew!— le reproché tocándome el labio.
—Estuviste mordiéndolo mientras leías. Yo quería morderlo también— sonrió pícaro.
Esa, es la maldita sonrisa de la que me estoy enamorando.
Matthew y yo llevamos cuatro meses como novios oficialmente, sin embargo habíamos salido un año entero.—El amor de jóvenes— suspiró la señora Kavanagh pasando a nuestro lado.
Me tomé mi té y luego comencé a comerme los dulces. Bombones rellenos de caramelo. Galletas de chocolate, limón y naranja. Fresas con crema y chocolate.
— ¿Estas un poco antojada?— me preguntó Matt quitándome una galleta de limón. Asentí.
— ¡Ya la dejaste embarazada!— exclamó Emily. Comencé a ahogarme con un bombón.
—Tienes unas ocurrencias niña. A nosotros no se nos olvida el condón— Matt observó burlón a Logan. Dylan y yo no pudimos evitar reír.
Recuerdo ese día. Dylan, Matt y yo veíamos películas en mi habitación cuando las puertas del balcón se abrieron, Emily entro preguntando si tenía pastillas para el día después porque se les había olvidado usar condón.
—Esas palabras joven Matthew— regañó la señora Kavanagh mientras recogía los platos.
—Solo digo la verdad— Matt se encogió de hombros riendo.
— ¿Algo más?— yo iba a hablar—. Ya lo sé niña Elizabeth. Una malteada de chocolate para llevar— sonreí.
Llegue a mi casa a las seis de la tarde y solo estaba Ethan. Luego del resto había salido un rato con Matthew al Woodland Park.
La verdad Matt está muy cariñoso, más de lo normal, no es que no me guste, es solo que es muy raro. Algo está pasando, tengo un presentimiento, y no es de los buenos.—Ro... Dal... ¡Elizabeth!— reí por lo confundido que estaba.
— ¡Ethan!— él me hizo señas para que me sentara a su lado. Fui hasta él un poco desconfiada.
—Estaba terminando de arreglar mi armario y esto salió del fondo— subió una caja a sus piernas—. Rose Elizabeth— leyó, reconocí la letra enseguida—. Tengo entendido que esa eres tú.
— ¿En tu habitación dijiste?
—Sí, en el fondo del armario— me dio la caja.
—Gracias Ethan. De verdad, gracias. Por esto y lo del otro día.
—No se dan Eliza. Estaré aquí por si me necesitas.
Le sonreí antes de salir corriendo escaleras arriba. No me sorprendió encontrar las puertas de mi balcón abiertas.
Me senté en la cama y abrí la caja. Esto es con lo que llegue aquí."Necesito una familia"
"Nací en el año 2000, cuidenme mucho. Mi mami me ama y va a extrañarme"
Nunca mencionaron que dijo que me amaba y que iba a extrañarme.
Había un vestido blanco con rosas rosadas y azules, junto a unas zapatillas azules y un cofre de porcelana.— ¿Quién es el chico qué esta abajo?— voltee encontrándome con Matt—. ¿Estás bien? ¿Por qué lloras?— caminó hasta arrodillarse frente a mí y tomar mi rostro entre sus manos.
—Matt...— murmuré antes de abrazarlo.
—Shh... Todo estará bien. Nada malo te pasará. Yo estoy contigo y lo estaré siempre— susurró acariciando mi cabello. Me acomodó sobre su regazo y apoyó su mentón en mi coronilla hasta que deje de llorar—. Liz...¿Quién te dio esa rosa?— voltee hasta mi cama, una rosa amarilla y un sobre negro la adornaban. ¿Negro?
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En multimedia: Logan Newman.
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Rose Elizabeth.
Short StoryLa vida de Elizabeth Miller había sido realmente fácil (Por no decir perfecta) desde que cumplió los cinco años de edad, cuando se acostumbró a su nueva y adinerada familia. La familia Miller había querido una niña desde un año antes de la llegada d...