Salgo del ascensor un poco agitada después de haber hecho todo a la velocidad de la luz, me coloqué un vestido dorado hasta medio muslo que se ajustaba a mi cuerpo como si fuese una segunda piel. Al igual que me decidí por utilizar unos tacos negros que no se excedieran en altura como los de la noche anterior.
— Ya era hora. — La queja por parte de Margot solo hizo que los demás se fijasen de mi llegada y se pusieran en pies para salir del lugar.
— Creí que te habías quedado dormida. — Me comenta Alexandre mientras me uno a ellos para salir por la puerta.
— No, es solo que no encontraba mi móvil... Creo que le he dejado en la alberca desde la mañana. — Sonrío hacia él, ya que ah sido el único sociable con migo desde que me uní al grupo.
— Pues creí que el arrebato que tuvisteis entre Pierre y tú, te había dejado exausta. — Concluye burlesco mientras la atención de seis pares de ojos se posan rápidamente en nosotros.
Sonrío tímidamente, más por la expresión sorprendida de Densel.
— Se que no me crees Dens. Pero si hubieses visto la forma en que Pierre estaba tragándose a Alize te hubieras quedado de piedra. — El silencio se apoderó de todos después de las palabras de Alex, ya que estábamos frente a la Limusina y el rostro serio de Pierre se encontraba clavado en su amigo, siendo más que evidente que había escuchado esto último.
Todos subimos al vehículo y después de unos minutos en marcha, Sofía se dispuso en dar un masaje a Densel mientras que Margot no despegaba su boca de la de Alex. Mis ojos viajaban de una pareja a otra sintiendo odio y rechazo por Densel. Cómo es posible que sea tan sínico y descarado, más cuando profesó amar a Camile hace una semana.
Siento que una parte de mi rostro empieza a calentar, pero de la forma en que es producto por ser observada. En un momento a otro ignoré el descaro de Sofía y al desvergonzado para fijar mi atención en la dirección de donde provenía esa sensación de ser observada miticulosamente.
Unos ojos avellana se encontraban puestos en mi con total seriedad y serenidad. Sintiendo de esta forma un nerviosismo apoderarse de mis entrañas. La felicidad y emoción estomacal me duró poco, ya que después de unos segundos los ojos que tanto adoro y anhelo me abandonan para concentrarse en su móvil el resto del camino.
Un movimiento a mi derecha capta mi atención nuevamente notando la forma en que Sofía había subido a horcajadas sobre el regazo del idiota de Petrov.
La furia me embargo por completo sin poder detener a mi lengua viperina. — Espero que después de esto no intentes tratar de entablar la menor conexión con la señorita Flamcourt. — Menciono fuerte pero con un temple de monje. — No dudaré ni un momento en describir todo lo que usted ha hecho en este lugar, no permitiré que embarque a mi amiga después de profesar algo que es completamente falso. — Concluyo en el instante de haber obtenido la atención de todos lo que íbamos en el mismo espacio, principalmente la atención de los ojos castaños y enardecidos de Densel.
Sé muy bien que le he dejado al descubierto ante sus amigotes, que esa fachada de hombre dolido que presento hace días atrás con mi amiga era completamente falsa. Un viejo mentirosos y asqueroso, así que no me interesa si se enfurece o me dejan aquí tirada en media calle. A final de cuentas no me extrañaría.
La limusina se estacionó y todos empezaron a salir uno a uno, siendo yo la última en salir después de Alex y Margot. Era de total obviedad que Densel junto a Sofía fueron los primeros en salir, más con una actitud como si mi sola presencia les provocara alergia. Tras ellos un indiferente Pierre desalojó su lugar ignorando a todos los demás en el camino, para después salir Margot y Alex quienes decidieron pasar por alto el ambiente tenso entre los demás para continuar con sus risas y bromas personales.