Capítulo XX

40 4 0
                                    

- Lo lamento pero no puedo contenerme más Alize. - Se gira y me sujeta por la cintura mientras empotra sus labios contra lo míos.

- Pierre... - Digo su nombre entre un jadeo y me sujeto fuertemente de sus hombros.

Mi lengua danza al compás de él, mi corazón late más acelerado que nunca y mi cuerpo se calienta con cada mordida que me da en los labios. Tomo su cabello con una de mis manos mientras la otra recorre descaradamente todo su torso y su buen trabajado abdomen.

Se separa mientras me mira intensamente por unos segundos y nuestros pechos suben y bajan a un ritmo descontrolado.
- Te deseo. - Confiesa y me toma el rostro con ambas manos.

- Quiero hacerlo contigo. - Logro pronunciar en un hilo de voz, ya que mi piel arde de pasión por él.

Mueve su rostro de un lado a otro negando. - No voy hacerte esto. No a ti Alize. ¿Sabes lo que vale tu Virginidad?. - Termina y se aleja de mi contacto tal y como si le quemase.

- Yo... Yo... No importa. - Hablo con la voz temblorosa por el deseo, los nervios y el exceso de adrenalina en mis venas. - Solo quiero ser tuya. Entregarme al hombre que amo. - Le confiezo y tomo su brazo izquierdo para hacerle girar y verle directamente a los ojos. - Solo, tómame sin pensarlo. - Me sujeto de su cabello mientras me aferro a su boca y le beso como si no existiera el mañana.

La pasión fluye a través de nuestra sangre, invade cada rincón de nuestro cuerpo y alma haciendo que nos convirtamos en dos animales salvajes necesitados uno del otro para sobrevivir.

Me toma de las caderas y me lleva nuevamente a la habitación de antes, al entrar me deposita en la cama y me desviste como todo un experto en la materia. Primero el vestido, luego las sandalias, para terminar con mi ropa interior.

El pudor coloreó mis mejías de un carmesí muy vivo, mientras mis manos viajaron de inmediato a mis partes íntimas y así poder llegar a mantener un poco oculta mi intimidad de sus ojos brillantes de deseo.

Suavemente tomó mis manos para que le dejase ver mi cuerpo completo sin ningún impedimento. - No te avergüences de tu  fisíco Alize. Eres tan bella que ninguna mujer podría superarte. - Sacó su camiseta fácilmente para luego subirse sobre mi y dedicarme esa mirada hipnotizante que tanto amo.

Acarició mi cabello suavemente al mismo tiempo que besaba el lóbulo de mi oreja, era un éxtasis divino lo que enviaba su contacto al resto de mis terminaciones nerviosas, su mano viajaba por todo el costado de mi cuerpo muy lentamente creando sensaciones delirantes para mi, su boca, su dulce y traviesa boca continuó su tortura por el resto de mi cuello. Lamió, besó y chupó toda esa parte de mí, provocando un par de gemidos que se escapaban de mi boca delatando el placer que estaba experimentando. Colocó su mano en uno de mis senos mientras aprisionaba mi otro pezón con sus labios pecaminosos y lamía lentamente la punta que se encontraba erecta y dura como una piedra.
Mi espalda se arquea como si tuviese vida propia y una sinfonía de suspiros salían de mi sin poder ser contenidos, y la verdad... No deseaba contenerme. No después de todo el placer que este hombre estaba dándome.

- Sei così squisito. - Murmuró durante su tortuoso camino a mi pubis. Se tomó unos segundos en admirar mi diminuto ombligo y besarle de la manera más sexy que podría ser profanada esa parte.

Su lengua se deslizó en línea recta hasta llegar al inicio de mi zona V. Un pequeño espasmo nunca antes sentido me provocó contracciones placenteras en mi punto de felicidad. - ¿Qué sucede?. - Consulté con voz tímida al sentir su respiración chocar con mi vagina la cual estaba bien dispuesta a su merced por la posición de piernas abiertas en la que me encontraba.

- Tienes la vagina más perfecta que he visto a lo largo de mi vida. - suspiró al mismo tiempo en que acercó más su naríz a mi piel vaginal e inhalo profundamente. - Hueles tan bien... - Mencionó más para si mismo que para mi, haciendo de esta forma que mis mejías ardieran de vergüenza. - Dime Alize, ¿Ésto es natural o el cirujano de Patrick tuvo algo que ver aquí?. - Terminó al mismo momento en que pasaba su lengua por todo el contorno de mi ingle y cara interna de mi muslo derecho.

- ¡Ah! - Suspiré por su caricia, por todo lo que estaba haciendo y por todo lo que faltaba. - Nadie a hecho nada con migo ahí. Todo lo que vez lo tengo de nacimiento. - Sonreí y le dediqué una mirada tan cargada de deseo como la que el estaba brindandome al escucharme.

- Eres perfecta. Inigualable, exquisita, preciosa... Y solo mía. -

Colocó su lengua en el inicio inferior de mi clítoris y de la forma más lenta le acaricio en forma circular. Mis manos se sujetaron de las sábanas a mis costados y solo pude hacerlas un moño por la fuerza en que les apretujaba. La lengua de Piere subía y bajaba por toda mi vulva saboreando, moviendo y penetrando mi interior con ese músculo pecaminoso de su boca.

Centró su atención en una única parte de mi intimidad. Un punto donde me hacía estremecer con cada movimiento de lengua. Esto era una tortura divina que me hacía estar divagando en un mundo alterno. Mi vientre y mi cuerpo se tensó de una manera que me gustaba, la tensión crecía hasta llegar a un punto donde mi cuerpo entero se agitó y de mi boca salió un gemido placentero provocandome una relajación de extasis en la cama.

Mi cuerpo flotaba en una nube gustosa haciendo que los besos de Piere los cuales subían por mi vientre hasta colocarse en mi clavícula, eran como pequeños toques de cerezas.

- ¿Ti è piaciuta la mia principessa? - Susurró en el hueco de mi cuello al tiempo que aspiraba mi olor.

- L'ho adorato, Principe dei miei sogni. - Hablé antes de caer rendida en los brazos de Morfeo.



___________________________________________

Quiero pedir unas gigantescas disculpas a las personas que han leído hasta el capítulo XIX y han esperado tanto tiempo por leer la continuación...

Sinceramente, no creí que ésta historia llegaría a superar las 100 vistas. No confiaba mucho en ella y pues, ahora me siento avergonzada por haberle dejado mucho tiempo.

Si estás leyendo esto, muchas gracias por estar en este punto. Por leer esto que con mucho amor y esfuerzo estoy creando para vosotros.

Prometo, llevar una mejor ortografía y sintonía de la historia con los capítulos. Ir mejorando y reparar los capítulos anteriores, espero su compresión y apoyo desde mi corazón.

Gracias nuevamente y disfruten...

Amargo Espejismo.      Donde viven las historias. Descúbrelo ahora