Still the One. [Terminada]

I will go.

Te necesito, no puedo hacer esto sin mi mejor amiga. Prometeme que vendras, o juro que ire a por tí. 

Otra vuelta a la cama, me destapé y vuelvo a tapar. Supiré y tiré las frazadas lejos, a la vez que me sentaba en la cama, no podía dejar de oir el último parrafo de la carta de Gemma, si, podía oirla, porque es muy cómo ella, la imaginaba diciendomelo, la forma de pedirlo, su mirada y haciendo todo para que haga lo que quiere. Y mierda que me estaba costando negarme.

Dos años atras estaría encadenandome a mi cama, obligandome a no ir, pero ahora... Había pasado mucho, dos años es mucho. El primer año me costó demasiado, fue difícil no solo porqué mis padres estaban super controladores por el hecho de que había perdido un bebé y parecian creer que estando encerrada, estaría a salvo de todo. Pero no fue así, el dolor permació, permanece. durante ese año no logré ignorar los mensajes de Niall y creo que fue eso lo que también me ayudo, a no sentirme tan sola, y lejos de lo que era mi vida.

Sacudí mi cabeza, intentando olvidar los últimos dos años de mi vida, al menos la parte mala de los últimos dos años.

-Val, Logan acaba de venir -Katherine entró a mi habitación -¡Que oscuro que está aquí! -exclamó y corrió a la ventana para abrir las cortinas, una luz amarilla iluminó toda la habitación, cerré los ojos instintivamente -Le dije que vaya por café, vamos, levantate y cambiate -sonreí aun con los ojos cerrados, y escucho como la puerta se cierra detrás de ella.

Definitivamente a esto me refería cuando pensaba en lo bueno de estos dos años. Conocí a Katherine Sophia Webster, era inquisidoramente divertida, amante de la fotografia, cargaba su camara a todos lados, con su talento especial y amor por la moda. Ella fue mi salvación, lo sabe y le encanta. Probablemente jamás le hubiera hablado, a simple vista parecía la tipica rubia Barbie pendiente de su figura y creyendo que es lo mejor del mundo, pero en verdad, es dulce, infantil y soñadora. Me animó a volver a empezar. Y Logan... Oh, Logan.

Sentí enrojecer mis mejillas, sabía que parecía un tomate, y no es por culpa de la luz del sol invadiendo mi cuarto, no, es el recuerdo de esos cinco meses con él. Cada vez que pensaba en ello sonreía... ¿Y cómo no hacerlo?

-Vamos, cariño - él sonríe y apreta mi mano, dejo de pensar por un momento y lo sigo, intentando acostumbrarme a los apodos cariñosos que insiste con ponerme. Apodos que olvidé como decir hace tiempo. Corremos tomados de la mano hacia el puesto de helados, no entiendo porque corremos, ¿Por qué somos tan infantiles? Caminar habría sido más maduro, al fin y al cabo el puesto no se irá a ningún lado.

Logan pide un solo helado de chocolate y vuelve a la banca en la que me senté para recuperar el aire luego de la corrida. Lo miro decepcionada -¿Todo ese ejercicio, por un helado? -Si, me estoy quejando.

-Para compartirlo. Así es más tierno, ¿No? ¿Cómo de novios? -Rasca su nuca algo intimidado por tener que expresar su idea en voz alta, no puedo evitarlo y suelto una carcajada.

-Eres idiota, Logan - río poniendome de pie.

-¿Lo siento? - murmurá acercandose más a mí, logro susurrar un "no importa" antes de que me bese, adoro sus besos, es que me llenan de alguna forma, me dan ese calor y dulzura que me hace falta. No me contengo, sonrío en medio del beso, logrando arrancarle otro beso, pero en el moviemiento que hace para abrazarme tira al suelo el helado -Tienes razón, soy idiota. Pero es todo tu culpa -se encoje de hombros y me vuelve a besar ahora con las manos libres.

-Val... Valerie, baja de la luna, nena -Parpadeé saliendo de mi ensoñación y me dícuenta de que Katherine estaba parada en el marco de mi puerta con una sonrisa burlona -Me gusta vertre sonriente -inmediatamente mi sonrisa se desvaneció, ella me guiñó el ojo derecho -Cambiate que ya volvió -insistió