Mis análisis no habían dejado los resultados que esperábamos, por lo que me quedé esa mañana, y en total, fueron tres días más internada. Para el mediodía ya estaba en otra habitación más sencilla y con posibilidades de recibir visitas, pero aun conectada al incómodo suero. Los primeros en visitarme fueron, Danielle, Liam y Thomas.
—¿Estás bien, tía? —preguntó el pequeño corriendo hacia mi y sentándose con ayuda de Liam junto a mi en la camilla.
—Claro que sí. Pronto saldré de aquí y jugaremos, mucho. A demás, tu padre me debe un helado.
—¿En serio, papi? —Liam alzó las cejas e hizo una mueca rara, pero asintió de todas formas.
Thomas jugó un buen rato conmigo, y cuando cogió el estetoscopio para jugar, Liam y Danielle me atacaron a preguntas.
—Estoy bien. De verdad. —mentía, claro que no estaba bien, pero tenía la esperanza de estarlo.
Al cabo de un rato, y con la promesa de verme en cuanto saliese del hospital, se fueron, y yo recibí mi merienda con un poco de asco. Pero la comida no era la misma que la noche anterior, y esa si sabia muy bien.
Entrada la tarde, llegaron Sam y Harry junto con Letty y Ashton.
Me encantaba ver a Letty en ese estado, se veía plena y feliz, Ash también se veía así, cómo si supiese que su propósito estaba hecho y ahora solo quedaba disfrutar. Debía admitir que era un tipo muy bueno y divertido, tan idiota cómo Harry o Louis, pero muy bueno de verdad.
Sam se veía más relajada ahora que Harry sostenía su mano y ambos dejaban de tener el peso de la supuesta esterilidad. Ella se preocupaba por mí y lo agradecia, pero debía ocuparse de su vida, y su hermoso y atento novio.
Harry por su parte, se veía radiante y tan feliz, que el chico roto de hace un tiempo no se le parecía en nada.
Y eso me dio más esperanza, de que quizás, yo también podría verme así de radiante algún día.
Esa noche me dormi de inmediato, sintiéndome cansada de tanta emoción. Segun Doc, era normal. Uno no sale de un coma farmacologico con ganas de correr una maraton, debía tomármelo con calma, de a poco. Lo mío si bien no había sido «tan serio» era algo serio para mi estado, y debía hacer las cosas bien a partir de ahora, la salud no era un juego, y de verdad estaba consciente de ello. Quería cuidarme, estar bien.
La mañana del segundo día de mi internación post-coma, Louis, los gemelos y Eleanor me sorprendieron al abrir los ojos.
Eleanor había contrabandeado un paquete de mis chocolates favoritos y lo escondió bajo mi almohada, regalandome un guiño de ojo, luego, Lou se acercó a mí con los dos pequeños en brazos, se veía exhausto, Eleanor también, pero al mismo tiempo irradiaban felicidad y buenas energías.
—Te presento a Leo y Lucas —me dijo pasándome a los niños.
—Louis, dijiste los nombres al reves —le regaño Eleanor y yo reí.
—No es cierto.
—Sí. Mira sus cintas... Leo la tiene verde y Lucas una azul.
Yo observe a los pequeños que me miraban con ojos marrones activos y sonrisas traviesas, tan parecidos a Louis y a Eleanor que por fin lo entendía, los bebes si tenían parecidos, no eran todos iguales, y ellos eran peligrosamente hermosos.
Recordé cada momento con Louis y lloré, él lo había logrado, tenía una familia, toda suya, y la construía con amor.
Los pequeños me siguieron en llanto y pronto, Eleanor se los llevó fuera para calmarlos, no sin antes besar mi frente y decirme cuanto me quería.
![](https://img.wattpad.com/cover/15020794-288-k688418.jpg)