Still the One. [Terminada]

Back to the start.

Leanlo con la canción.

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Conseguí un vestido, más bien Logan fue tan considerado de traerme uno. No dijo nada de cómo fue el viaje a Londres, o sobre lo que pasó allí, y las chicas por su parte solo hablaban de ropa.

Cuando nos reunimos en mi cuarto, unos minutos después de que llegase, le pregunté cómo había sido, y toda su respuesta fue, «Te he traído un vestido» así qué me conforme por preguntar si había traído uno para Katherine, a lo que respondió que quizás Niall se habría encargado de eso.

—¿Qué es lo que sabes de ellos? —pregunté.

—Creo que lo mismo que tú.

—Y, ¿Eso es? —inquirí acariciando su espalda, ambos estábamos sentados en mi cama.

—Que al parecer, nuestra todopoderosa Kate, ha podido sanar a el niño Horan. —susurró —Aunque ellos aun no lo admitan, siquiera a ellos mismos.

Sonreí y bese sus labios castamente. Luego de eso, Logan se levantó para irse y yo me metí entre las sábanas.

Lo detuve antes de que abriese las puertas.

—Quedate conmigo —pedí. Él volvió a mi con la ternura y el amor incondicional en su mirada de mar.

—Siempre, cariño —prometió antes de meterse entre las sábanas conmigo.

Desperté bien, tranquila, tan tranquila y en paz que me asusto un poco. Pero encontrar los ojos de Logan me tranquilizaron de inmediato. ¿Por qué tenía este poder sobre mí? No me importaba, pero lo agradecía.

Ese día fue muy agitado.

El desayuno estuvo plagado de estilistas, maquilladores y peinadores, e inmediatamente después de cambiarnos, Logan y yo fuimos separados por la división de "caballeros y damas de honor". Me sorprendió que me llamasen a parte de los demás, pero me consoló ver a Samara y Harry juntos antes de que me empujaran a un cuarto que jamás había visto. Gemma me gritó algo cómo «Dama de oro» y no entendí a que se refería.

Dentro del cuarto me sorprendió una chica de cabello rubio medio morado. Pero muy lindo, se volteo a verme y su rostro algo aniñado me sonrió.

—Hola, tu debes ser Valerie Smith —asentí.

—Solo Valerie, por favor —sonreí.

—Bien, «Solo Valerie» Mi nombre es Lou Teasdale—y entonces la reconocí.

—Tú eres la estilista de los chicos —afirme. Ella asintió orgullosa.

—Bien, chica, ¿Qué haremos contigo hoy? —preguntó mientras me invitaba a sentarme en una silla frente a un gran espejo.

—Lo dejó en tus manos, Lou —ella me miró y frunció el ceño.

—Bromeas, ¿cierto? He seguido consejos de moda de tú revista y ¿ahora no me dirás que hacer? —murmuró consternada.

—¿Lees mi revista? —pregunté.

—Obvio. Mi hija Lux, ama la sección de recortables. Y yo todas las otras.—confesó

—Wow. Bien, ¿Qué te parece algo simple pero drástico? Ya sabes, una mirada profunda y labios suves.  —murmuré algo abochornada.

—Perfecto. A eso me refería. Por ciero, ¿Tienes el vestido?  —asentí —¿Color?

—Blanco. —Ella abrió los ojos cómo platos.

—Eres la puta ama. ¿Quién iría de blanco a una fiesta de compromiso? —comentó con una sonrisa.