Día 28

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Craig Tucker abrió sus ojos, siendo realmente temprano un día Sábado. Con irritación, cubre su rostro usando las sábanas de su cama, intentando bloquear la luz que se filtra por la ventana. Gruñe al escuchar los pasos de alguien merodeando por su habitación.

  —No sé quién eres, pero vete a la mierda y déjame dormir.— Tucker sólo alzó su dedo medio entre las sábanas, para poder enseñárselo al intruso. Le da igual quién pueda ser, ni siquiera se preocupa ante la posibilidad de que sea su madre. 

—¡Pero Craig, no seas taaaan rudo~!

El azabache de inmediato reconoció la molesta voz de su mejor amigo. Bufa y se acomoda mejor en la cama, sin estar dispuesto a salir aún.

—Que te jodan, Clyde. Vete y déjame dormir.

—Vaya, si no eres agradable durante el día, sin dudas ahora no sé qué decir.— El castaño sube a la cama y se acomoda a su lado, dando un grito ahogado al notar como su compañero se sienta con brusquedad, amenazando con golpearlo. —¡No, no, Craig, era broma!

Alzaba su puño amenazante, pero al cabo de unos segundos logra calmarse y suspirar, usando su mano para pasarla sobre su cabello. 

  —Como jodes, Clyde.— Sintiendo como su sueño ha sido espantado por culpa de su tonto amigo, aparta las sábanas que envuelven su cuerpo y se levantan. —¿Qué demonios quieres?

—¡¿Cómo que qué demonios quiero?!— Pretendiendo estar ofendido por sus palabras, se levanta junto a su compañero. Se sitúa frente al armario, para que ni siquiera se atreva a abrirlo. —Tengo que arreglarte.

—Bien, no tienes idea de lo mal que se ve que bloquees así mi armario, violador de niños. Déjame vestirme.— Se cruza de brazos, no sin antes alzarle el dedo.

—¡No puedo permitir eso!... Espera, ¿me acabas de llamar violador de niños?

—¿Podrías dejar de gritar? Tricia está durmiendo.— Roda los ojos en señal de irritación, estar con Clyde no es la mejor forma de comenzar la mañana. De hecho, es la peor. 

—Oh, lo siento.— Muerde su labio, mientras asiente levemente con la cabeza. —Pero no puedo permitir que te vistas como quieras. Hoy es tu boda, gran tonto. 

 Craig formó puños al escuchar eso. No puede creer que sigan con esa estupidez, no jugaban al decir que ese día debía "casarse" con Tweek. Bufa en señal de irritación, mientras se gira para darle la espalda al castaño, pensando que puede encontrar algo de ropa limpia esparcida por su habitación.

  —Vete a la mierda. Este juego es estúpido.— Tucker vuelve a alzar el dedo, cada vez más irritado.

—¡Pero Craaaaaig~!— Alarga la palabra, mientras se acerca al azabache y lo toma de los hombros, comenzando a agitarlo. —¡Es tu día especial, es tu boda con el amor de tu vida!

—¡Clyde!— Reclama, logrando empujarlo para que lo suelte. Frunce el ceño y forma un puño con su mano derecha, logrando plantarlo en el brazo de su compañero. 

El castaño, siendo cada vez más dramático, lleva una mano a su brazo y acaricia, fingiendo estar llorando por el golpe. 

—¡Que... Cruel!— Da pequeñas pausas al dar falsos sollozos, mientras forma un infantil puchero. —Acabas de agredir a tu mejor amigo. Ahora me debes un favor; ir a tu boda.

—Que te den.

Sin tener la paciencia para esta estupidez, Craig se gira nuevamente y camina a la salida, sin importarle realmente que sólo usa su piyama para desplazarse por su casa.

28 Días De Tortura. [South Park] [Creek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora