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La vida puede ser una total porquería, puedes sufrir, puede que tu vida sea una constante tormenta, puedes enfocarte en la oscuridad del túnel... Pero también puedes ver la salida, esa luz luminosa que indica libertad, puedes ver que tras la tormenta sale el arcoíris, que aún en el sufrimiento existen momentos de felicidad.

No me quejo de mi vida, se que mis problemas eran simple llovizna, comparados con los huracanes que debían atravesar otros. Sonrió pues el arcoíris ha comenzado a brillar en mi cielo.

Miro a Ben, en el último par de semanas nos hemos hecho muy amigos, Becca, Ben y Claire me han mostrado que también merezco cariño, a veces he querido tropezar, las inseguridades que sembró en mi Louisa me atormentan, intentan hundirme en el abismo, mas yo busco la luz al final del túnel, esa era mi luciérnaga.

En éste momento él está conmigo, nos encontrábamos en mi departamento viendo una película, pero como a toda embarazada, me dio hambre así que me encuentro sentada en la barra esperando a que mis deliciosos panqueques esten listos.

-¿Qué tal te parece el trabajo? No debe ser fácil convertirse en un pastelillo.

-Es más fácil que crear un Transformer, o ser una Cajita Felíz.

Él me mira con una cara graciosa.

-No trabajo en McDonald's, es Burger Big "Especialista en quesos".

-Es lo mismo, finalmente venden hamburguesas.

-Claro, y tú trabajas en Starbucks ¿No?

Ignoro a Ben para voltear mi suculento panqueque. Mi bebé se ha comportado muy bien esta semana, las náuseas sólo son matutinas y los vómitos han ido menguando. Luciérnaga se gano éste apetitoso desayuno. Saco los panqueques apilandolos en el plato, les coloco chocolate.

-Mmmmm, delicioso.

-Gracias, me lo dicen a menudo.

Miro a Ben, que sonríe con suficiencia frente a mi. Le doy una sonrisa falsa y le digo.

-Becca tiene razón. Eres un idiota.

Una carcajada sale de su garganta.
Se sirve de mi plato. Lame el chocolate, lentamente le da una mordida y me sonríe.

-Tu gesto me reafirma que soy un bombón, cierra la boca pastelillo.

Le miro enarco mi ceja y arrebato el panque.

-Éste es para mi, pídele uno a tu pastelillo.

El suelta una risotada. Yo sólo lo miro mal. Intento transmitirle con la mirada la frase que esta en mi mente.

-Supongo que sabes que lo he lamido, pero cariño si quisieras un poco de mi saliva tengo mejores tecnicas para eso.

Doy vuelta a la barra, tomo mi ordenador portátil que se encuentra sobre el sofá y camino a mi habitación. Mi portátil es lo único que conservo que es pagado por mis padres. Mi ropa, móvil y demás son cosas sencillas pagadas con mi esfuerzo y sacrificio. No lo niego a veces extraño la comodidad que me ofrecían los Scott, específicamente extraño los baños relajantes en la bañera burbujeante, también extraño los deliciosos postres que cocinaba Helen, más la vida siempre es así, tienes que estar dispuesto a hacer sacrificios para recibir recompensas mayores, todo es así, a veces necesitas renunciar a algo bueno para obtener algo mejor.

Miro a Ben, le sonrió, lo miro y hablo.

-¿Por qué a veces somos tan cobardes? A ver si me explico, tememos al riesgo, tememos al fracaso, tanto es el temor que nos quedamos estancados conformandonos con algo que no nos pertenece, que no es para nosotros. ¿Por qué no simplemente abrimos nuestras alas y volamos? Existen tantas posibilidades del triunfo, y decidimos quedarnos sentados quejandonos de lo injusta que es la vida, formulando millones de ¿Y si...?

-Creo Maureen, que a veces es tan difícil el cambio, es mucho más fácil sabes, es más sencillo tener un futuro más seguro aunque ese futuro no implique tu felicidad que un posible futuro exitoso e incierto.

Ladeó mi cabeza meditando sus palabras, la euforia me llena y me siento plena, me siento libre, como si todos mis defectos no me embargaran, y es lo que siento, por primera vez desde que Luce murió me siento realmente libre, entiendo que no fue mi culpa, ni de Lou, ni de Freemont.

-Ben, Me siento libre, más libre que Elsa de Frozen.

Ben ríe, me toma de la mano y me hace subirme a la cama, comienza a brincar en la cama, cuando empieza a cantar.

-Libre soy, libre soy no puedo ocultarlo más, libre soy, libre soy la la la la laa, no se que más vaa, la tormenta no se queeee, el frio es parte también de mi.

Tarareamos las letras entre saltos y risas, hasta que llegamos a mi parte favorita, la única que me se perfectamente de memoria.

-Libre soy, libre soy, surgire como el  despertar. Libre soy, libre soy se fue la chica ideal. Firme así, a la luz del sol, gran tormenta habrá. El frio es parte tambien de mi.

La canto con tanta emoción, porque es como me siento, sin tontas reglas ni estúpidas normas que cumplir, sin dietas extremas que seguir, sin tener que ser una tonta chica perfecta.

-Emma, tengo hambre. Y ya que no me darás uno de tus dos panqueques, debo ir por algo de comer.

-Tengo una propuesta mejor, me llevas al super por comestibles, después cocinaré espagueti, además de un filete asado.

-Vale, me parece una increíble oferta pastelillo. Sólo no conviertas mi corazón en hielo.

-Nunca.

Le sonrió y nos aventuramos a una nueva aventura.

Dedicado a LunaG303
Felíz Cumpleaños te deseamos Bea, Emma, Luciérnaga y mi bebé Ben
Dejen sus votos hermosuras. Los quiere.
Bea 💕

Destinos EntrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora