Prólogo

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The village of the witches.

Un nombre encantador para una pequeña villa que está en medio de la nada, "El pueblo de las brujas".

—Yo no quiero pasar mis vacaciones en un lugar así, mamá— hablé tranquilo mientras ponía mis botas de cuero sobre la mesa y miraba resentido el desayuno. Sé que a ella no le interesa lo que quiero ni mi opinión sobre las vacaciones. Pero al menos me reconforta hacerla enojar. Así yo no sería el único fastidiado.

—No me interesa lo que digas, Baekhyun— me grito desde el cuarto de lavado que está justo a lado de la cocina. —Vas a ir aún si lloras o reniegues. Irás aunque tenga que envolverte en cinta y subirte al maletero— .

Ahí está la respuesta que esperaba. Mi mamá soluciona sus problemas amenazando a la gente con envolverla en cinta y tirarla al maletero.

Pasó a prisa y pasando por la mesa, lanzó mis piernas al suelo. — baja tu cuero de la mesa, no es tu casa— me regaño, — Está es tambien es mi casa— le respondí obviamente. Mamá volvió a pasar por ahí y me dijo — No pagas la hipoteca, ni la luz, ni el agua. Ni siquiera puedes llegar temprano a casa. Esto para ti es más bien un hotel, uno que no te cobra la noche—

—Pues yo quería vivir solo, fueron tú y papá quienes no me dejaron— le conteste un poco molesto por lo que había dicho antes. Yo había querido irme, tengo veinte años, ya debería vivir en mi propio espacio. Pero ellos simplemente no me lo habían permitido.

—¿Crees que tu padre y yo dejaríamos que un muchacho tan irresponsable como tú viva solo?— me apunto con su delgado dedo índice mientras se encontraba inclinada y me miraba igual de enfadada que yo. —No podemos dejar que te destruyas aún más, Baekhyun— dijo ya más tranquila.

Me miró una última vez y se fue a seguir haciendo el equipaje. Yo simplemente me puse a comer de mala gana el desayuno, mientras Suho me miraba decepcionado desde el otro lado de la mesa.

—Solo la hiciste enojar— comento tranquilo.

Suho es mi mejor amigo, y muy contrario a mi, él es un buen estudiante, un buen hijo y un buen trabajador. Es el tipo de chico que todos los  padres sueñan con tener, vestido adecuadamente y peinado como un nerd.
Podía ver el aburrimiento reflejado en la luna de sus lentes cuadrados. Se le veían bien.

No le respondí, solo seguí comiendo.

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Otra vez haciendo berrinche. Baekhyun no se da cuenta que mientras siga comportándose como un niño no le van a dar la confianza que se niega a pedir en voz alta.

La mayor parte del tiempo soy yo quien tiene que resolver sus "pequeños" problemas y también  termino pagando factura por ellos.

¿Como me hice amigo de un tipo así?

Él es completamente diferente a mi en todo sentido. Le encanta la música bulliciosa y llena de incoherencias, le gusta la ropa negra y de ese mismo color delinearse los ojos. Usa aretes, una cantidad excesiva, a mi parecer, de pulseras de colores oscuros y como olvidar sus uñas pintadas de su color favorito, que me párese es bastante obvio...

Hace media hora que debimos haber partido hacia la terminal de autobuses, pero, muy aparte de la irresponsabilidad de mi amigo, nadie en esta casa estaba preparado.

Con media hora de retraso la única manera de llegar a tiempo era que el taxi pasara sobre los edificios, trazando una vía recta.

The village of the witches —que raro es decir el nombre junto a una oración—, queda bastante lejos y solo hay un autobús de ida y de venida por día, así que si perdemos el de ahora, tocaría esperar hasta mañana. Más la irregularidad del tiempo en el camino que sigue el autobús hace que durante semanas no se pueda acceder al pueblo.

Así que, sino es ahora, puede que no sea nunca.

Unos diez minutos más tarde salíamos todos apresurados de la casa hacia el taxi con las maletas semi-abiertas y dejando la casa de mi amigo en un total desastre, que se extendía desde la cocina hasta los habitaciones.

—Esto es un tormento— le oí decir mirando al cielo, como si por primera vez buscara la ayuda de Dios para luego asquear y entrar al auto de manera perezosa, obligándose a si mismo a no salir corriendo.

La señora mamá de mi amigo apresuró tanto al taxista, que al pobre, bajo los consejos del esposo a que hiciera lo que ella decía, aceleró todo lo que  su miedo se lo permitió y se pasó por lo menos cuatro semáforos. Pero al menos de esa forma, logramos llegar a tiempo para correr y gritar y así, detener el bus que ya había partido.

Empezamos pues, un viaje de seis horas con destino al pueblo de las brujas.

Of the gentleman [Sebaek] [Yaoi/Gay] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora