Of the gentleman [Sebaek] [Yaoi/Gay]

Capitulo #3

La ventana traqueaba al ser golpeada por el viento y afuera la copa de los arboles se mecían de un lado hacia el otro presas de las fuertes brisas, golpeando así las paredes y, por lo que se pudo escuchar, romper una que otra ventana. Para este entonces, Suho había caído en profundo sueño, — por mas que puso empeño en permanecer despierto—y Baekhyun, fatigado por los fuertes ruidos que, aunque su insonmio tenía la mayor culpa, no le iban a dejar conciliar el sueño, y con la boca seca, se levantó llevando su pie izquierdo al frío suelo; caminó hasta la maleta que se encontraba metida en un armario lleno de telarañas y saco de esta un cigarrillo. 

Nadie cercano a él se había enterado de que su nuevo vicio era fumar, aunque realmente no quería que nadie lo supiese, aun. No era como si estuviera avergonzado de ello, — aunque tampoco era que estuviera orgulloso—, pero si sus padres y Suho de enteracen  tan pronto, estarían muy al pendiente de arrancarle cualquier cigarrillo que se llevara a la boca, y no quería estar bajo la vista de todos.

Junto al cigarrillo tomo su encendedor, sus botas y antes de salir por aquella pequeña ventana, le dio un vistazo a su celular. Las 3 am. 

Planeaba fumarse el cigarro mientras caminaba por ahí y regresaría cuando el sol ya hubiera salido y tambien cuando el olor a humo no se sintiera mas que en el fondo de su garganta. Aunque antes de todo eso, tenía que intentar bajar sin tener que caer aunque esa fuera la opción mas rápida. 

Sus manos se sujetaban del borde de la ventana, pero el viento azotó sus puertas haciendo que se cierre y prensando los dedos de Baekhyun. Debido al dolor termino soltandose y por obviedad, callendo en unos matorrales que amortiguaron mas o menos su caída. —¡Mierda!— exclamo creyendo que se impactaría directamente contra el suelo, mas se sorprendio al no sentir el dolor que abría creído le rompería el trasero, aunque claro que le dolió de todas formas. 

Se levanto molesto con el viento, con la ventana y con el monte que le atrapo. 

Caminaba a paso firme mientras se sobaba los gluteos y rodeaba la posada, para emprender su caminata mañanera por el cendero que se alejaba del pequeño y aburrido pueblo.  El cendero estrecho que se dirigía hacia el bosque. Había pensado en ir a caminar por el pueblo, pero luego se había acordado de los perros que algunos tenían y eso le hizo cambiar de dirección.Saco el cigarrillo de su bolcillo y  segundos mas tarde el encendedor. 

Mientras expulsaba la primera calada el viento soplo fuerte una vez mas, y se arrepintió de no haberse puesto un abrigo. Y ahí iba andando en medio de arboles de todo tamaño con un pantalón de tela color negro y una camisa blanca, por donde el viento entraba a voluntad y hacía temblar sus musculos inexistentes. 

La ceniza era raptada por el viento y la madrugada en vez de hacerse mas clara, se hacía mas oscura. Baekhyun supuso que era debido a que cada vez mas se adentraba en aquel bosque, por lo que los arboles tapaban al sol. Pero aun así tenía cierta inquietud. Y no es que fuera el miedo de que saliera de la nada el espiritu de una niña, o que se escuchara el maullido de un lobo. Era la inquietud de estar en un lugar que no conoces y estar a punto de perderte. 

Miro hacia atras, aun podía ver con claridad la posada. Dejo la inquietud a un lado. Pues si sentía que empezaba a perderse solo tenía que dar media vuelta y seguir el sendero de regreso, así que, sin miedo y alejando los delirios que Suho siempre ha intentado plantarle con respecto a las posibilidades de encontrarse con un hombre lobo o un espiritu maligno en el bosque, siguió su caminata a la vez que su cigarro se consumía. 

— No entiendo porque escogieron este lugar para pasar las vacaciones— se quejaba mientras pisoteaba una triste ramita. — Este lugar realmente es horrible y no hace falta ser yo para darse cuenta—. Lo cierto era que tenía razón y lo sabía. Sabía que su madre quería darle un giro a su vida o por lo menos a las cosas que le rodeaban. Que despejara su mente. Que tuviera tiempo de pensar en lo que le estaba haciendo a su vida. 

Cuando el cigarrillo se hubo consumido, Baekhyun se dio cuenta que se había adentrado demasiado en el bosque. 

—Maldición— susurro cuando giro y vio que ya no había sendero.—Bien Baekhyun, calmate— se dijo.—Solo tengo que caminar en linea recta— pensó y así lo hizo, pues según él, había avanzado sin salirse del sendero, aunque ya no hubiera uno. Pero lo que el no sabía, era que desde hace rato había estado caminando en circulos.

En medio de su apresurada marcha de vuelta a la posada, un sonido ageno a la naturaleza del bosque, de lo que él considera un "sonido del bosque", llego hasta sus oídos y le hizo congelar sus pasos. Miro a su alrededor, pero todo lo que pudo ver fueron arboles y troncos caídos. 

—¿Estas perdido?— habló una voz a su espalda. Fría y clara. 

—¡Ah!— gritó mientras de un salto giraba y encaraba a quien acababa de darle tan terrible susto. —Maldición..— dijo ya mas calmado, aunque no mas confiado de su situación, al ver a una persona de carne y hueso y no a un cuerpo traslúcido. A lo mejor Suho ha influenciado demasiado en su mente. 

Ya con la respiración normalizada y lor nervios tibios, enfoco mejor a su asustador. Parecía llevarle cinco años como mucho. Era tan alto que se vio obligado por la ley natural de un bajito, a levantar la mirada para poder verle la cara. Su piel era blanca sin ni una marca sobre si, como si los mostruos llamados acné jamás hubieran atacado su rostro. Lllevaba puesto un traje rojizo oscuro sobre una apenas perceptible camisa negra. Sus zapatos negros relucían y su cabello igualmente oscuro que caía por los lados de su rostro, era movido levemente por el viento. Demasiado elegante para andar por el bosque.

—Demasiado para el pueblo, de hecho— dijo en voz alta refiriendose a todo. A su ropa, a su porte y definitivamente a esa cara.

—¿Que cosa?— pregunto el extraño ante lo que dicho por Baekhyun, quien cayo en cuenta de su lengua larga y negando insistio en que no se refería a nada. Fingió recordar el camino de regreso diciendo algo así como "¡ah! que idiota he sido, ya recuerdo el camino" para librarse de la extraña he incomoda situasión en la que de repente se encontraba. 

El extraño no dijo mas, dio media vuelta y empezó a caminar. 

Baekhyun suspiró una vez que el chico se había alejado. La cara rigida de aquel le ponía de los nervios, pero luego cayó en cuenta de que seguía perdido, y la única persona con la que se había encontrado, ya se había marchado... o bien lo había espantado actuando de una manera tan rara. 

Así que apresurado, corrió en la dirección por donde el extraño había partido, con la esperanza de alcanzarlo y pedir ayuda. Pero mientras intentaba detectar aquel traje rojo entre todo ese verde, encontró de vuelta el sendero y sin perder tiempo y olvidando por completo al chico de traje, camino siguiendo el sendero a toda prisa. 

Por fin había salido de bosque, y ahora que estaba mas tranquilo, noto que aun seguía oscuro, y a la vez que escalaba la pared para volver a la habitación, pensaba en que no diría nada de su exaltación a nadie, mucho menos  a Suho, mas cuando entró, se quito las botas llenas de tierra y cerró la ventana, encontró a su amigo sentado sobre la cama, con las colchas cubriendo sus piernas y con los brazos cruzados sobre el pecho, mirandolo a travez de sus lentes cuadrados. 

—¿Donde estabas?— preguntó. 

Baekhyun se quedó parado, por un momentó se vio sorprendido, pero recuperando la compostura, la que aun tenía, respondío mientras caminaba hacia su maleta,— No podía dormir, así que fuí a caminar—.

Suho no replicó aquello. Solo le observo mientras Baekhyun caminaba hacia su maleta y rebuscaba con cierta exaltación en los bolcillos. Suspiro y preparandose, saco los cigarros debajo de la sabana y le dijo— ¿Buscas esto?—. Baekhyun dejo caer su celular, el cual había tomado para alumbrar su busqueda. 

Se halló en medio de ellos un silencio incomodo. 

—¿Desde cuando?— demandó respuesta el chico de lentes.

Baekhyun vio a su amigo ahí sentado, con la caja de cigarros en la mano y luego vio su expresión completamente molesta.. y preocupada, supo que de nada serviría intentar evitar esa conversación por que él insistiría en ello. —Casí un mes— contestó. 

***

Tercer capitulo servido. 

Hasta el cuarto. Espero que les vaya gustando.