Of the gentleman [Sebaek] [Yaoi/Gay]

Capitulo #19

Sehun la miró por un segundo más antes de alejarse nuevamente, con la boca seca, negando dejarse llevar por su atractivo. Había sabido siempre de Rouse reencarnando  en Baekhyun; lo supo cuando esa noche lo vio en el bosque, perdido  y era  él la viva imagen de ella, su presencia única vagando entre los árboles. De pronto su alma deshidratada se ahogaba en el fluir de sentimientos extraños, perturbadores como las aguas profundas y turbias del Támesis. Volvió  al lugar frente a la ventana girando elegante y pulcro; la lluvia empezó otra vez. Contrariado, de pronto, en un brote de ilógica razón, sintió rencor por la gota resbalando en el cristal, porque ¡Que fácil era ser gota de lluvia! Bastaba dejarse caer. Envidio lo fugaz que sonaba ¡Y lo trágico de su existencia! La lluvia era divina, la gota nacía en el cielo pero su condena era  caer en el infierno.
Maldita la lluvia, maldito el invierno.

Sehun negó con un movimiento de cabeza apenas perceptible. Interrumpiendo la línea de pensamiento tan descabellada. ¿Cuan torcido estaba con el tiempo detenido, cuanta locura encerraba su mente como para odiar algo tan efímero como la gota en el cristal?... Pero no era la gota, ni la lluvia. El clima nada tuvo que ver en su descontento.

Oprimio fuerte sus dedos entrelazados puestos sobre el marco de la ventana. Ya no era Baekhyun quien estaba sentado a su espalda, era la mujer que tanto amo en el pasado y por la que su corazón aun lloraba amargamente. Dios se comparezca de él... La mujer que todavía ama.

Rouse escucho su pensamiento.
—Tu inmóvil corazón no tiene derecho a llorar por mi — recriminó a la distancia que los separaba, —... Ni a amarme.

Si una segunda muerte existiera, Sehun hubiera muerto una segunda vez. Rouse tiene razón, él no tenía derecho alguno a quererla. Ella siguió sus palabras, conforme con los resultados, — Te has vuelto despiadado, Sehun. Me mataste, — ella camino a él, — ¿Con esas palabras planeas matarme de nuevo? —. Se abrazaba a su espalda.

Era tan ella y su brujería empezando sus recriminaciones. Sehun tembló, su voz era una medida, — No leas mi mente.

—No pienses en mí, entonces.
Pero Sehun había pensado en ella durante los últimos dos siglos.

Dentro del armario, Diana se petrificó ante la escena.

Fuera de la habitación, en los pasillos.

—Solo quiero darle buenas noches — Dijo Suho poco menos que molesto. Esa noche como todas las anteriores se dirigió a la parte trasera de la iglesia, hacia las habitaciones de Baekhyun para ver cómo estaba, si acaso mejoraba. Pero hoy, en medio del pasillo, el padre Ricardo parado como guardia real impávido no lo dejo pasar.
—Esta descansando, déjalo así.

El chico de lentes suspiro, acepto las palabras y se despidió cabizbajo.

Suho no discutió con el Padre no por falta de ganas. Últimamente el hombre le inspiraba cierto temor, un hilo de desconfianza. Su aspecto obviamente descuidado, su comportar extraño. Y su mirada. Suho no sabía que era pero algo en ella le recordaba al hombre que vive en el bosque con el que Baekhyun había congeniado. Una mirada carente de presencia, carente de humanidad.

Si los ojos son las ventanas del alma, el alma de ese hombre estaba absolutamente vacía.

Caminando desanimado con el recuerdo del hombre del bosque flotando sobre su cabeza como un mosquito, se vio caminando por pasillos que le eran desconocidos. No había estado jamás en esa parte de la iglesia. Las paredes descuidadas, la iluminación decreciente y el aire viciado... Ese pasillo se dirigía disimuladamente hacia el sótano.

***
Oí una voz fría y profunda que hablaba palabras breves, oraciones simples. Pareciera no importarle lo expresado pero su voz tiembla y con su tono desinteresado aparente, confesaba sus sentimientos... Se de quién es esa voz y también se, no se dirige a mi.

Por fin se encontraban, después de todo por cuánto soy testigo casi quería estar feliz por ellos, aunque para ellos verse no signifique precisamente eso. Aunque no voy a negar el asqueroso resentimiento en mi corazón cuando él tomo mi mentón y quiso besarla... No lo hizo. Y me molesta «me duele» pensar en la razón del porque se detuvo. Se aloja en mi interior una pequeña esperanza, agonizante. El sentimiento más abnegado que tengo finalmente pierde la batalla, está dejando ir como he querido hasta ahora, la cosa mentirosa engendrada en mi pecho, aquello que corroe mi corazon y lo quebranta.

No logro escuchar más ¿Sehun se marchó o solo comparten el valor poco apreciado del silencio? No lo sé y descubro ahora que tampoco quiero saberlo.

Ya he cumplido a mi propósito ¿Verdad? Rouse y Sehun han vuelto a verse. Lo que pase después con ellos no tiene ya, nada que ver conmigo. No quiero estar aquí.. Aunque no se, exactamente, dónde estoy.

— El quiere verte.. — escucho la voz de Rouse decirme. No le respondo porque no le creo, aprendí que ella es buena mentirosa. Yo también estaba escuchando sus pensamientos y no es mi nombre, en ninguno de ellos, el que susurra. ¿Por que querría verme, ahora que por fin estaba con ella? Y aunque fuera verdad, no tengo la valentía para enfrentarlo.

¿Que si temo? Si.
¿ Soy Cobarde? Soy.

—El desea verte...— repite y yo niego. ¿Que es lo que ella pretende diciéndome mentiras? Basta, por favor. Eres quien nos ha traído hasta aquí, con tu magia maldita y tus recuerdos, él está ahí delante diciendo que te ama ¿Por qué no eres sincera también, y le respondes?

—Él me traicionó. No puedo perdonarlo. 

Callé. Los recuerdos girando en mi mente cual cometas caen y me pesan, como si fueran míos. La piel quemada y el corazón roto y enojado. Mi espíritu como humo furtivo asesinando lo mientras dormía. No, su espíritu, no mío. —Pero lo amas — digo.

Ahora ella calla. — Deja de jugar, o al menos, déjame perder el juego — le pido, pero ella no está y yo tampoco.

***

Cuando Baekhyun abrió los ojos, se encontraba de pie en medio de una habitación a oscuras. Respiro profundamente y no se movió pues sabía, que la espalda frente a él a tan solo unos centímetros era de Sehun. Se quedó tan quieto como un maniquí, escuchando a su sangre corres por las venas y a su corazón latir en sus oídos.

—Avandona ese cuerpo y ven conmigo. Me has mantenido vivo para esto ¿Por qué lo retrasas?

—Rouse ya no está.
Respondió Baekhyun con apenas un hilo de voz, tan bajo que Sehun pudo no haberlo oído, pero lo oyó. El conde giro lentamente, midiendo cada paso, con el torso convertido en piedra y la piel de tiza repentinamente más fría.

—Baek.. — su mano izquierda subió hasta su cuello, un intento dudoso de caricia pero, cuando su piel muerta tocó a la piel igual de pálida de Baekhyun, una corriente eléctrica provocó chicas y repelió su mano con fuerza. Hace mucho tiempo que nada dolía de esa manera.

Entonces una mujer cae de dentro del viejo armario como peso muerto, era Diana, a quien se le habían entumecido las piernas y presa de emoción, al escuchar la voz de su amigo, calló con valentía por segunda vez.

Sehun la miró con desprecio. Era la mujer que siempre acompañaba a Baekhyun. Diana, que pretendía gritar lo más fuerte posible, la ausencia de su voz le dejo perpleja. —Duerme, niña tonta.

Mientras Sehun usaba su influencia para dejar inconsciente a la muchacha, Baekhyun corrió hacia la puerta, pero Sehun que no le había descuidado fue más rápido.  —¡No!— grito tomando lo por el brazo, pero el contacto lo repelió como los polos iguales de los imanes se repelen y lo mando a volar, callendo cerca de Diana.

Baekhyun corrió por los pasillos desconocidos, guiado por una voz igual de desconocida. Esta le susurró la dirección que debía tomar hasta que llegó a la puerta pero no sabía a donde ir. "A casa". ¿Casa?

—"El bosque".

Baekhyun, agitado miro hacia la oscura densidad del bosque y sin pensar, corrió hacia él. Minutos más tarde el padre Ricardo apareció por la puerta. —¡Toma todas tus armas y ven a la montaña!—, grito el conde pasando delante de él montado en su corcel blanco.

***
Bueno, bueno. Las cosas están llegando a su final y el Sebaek no parece estar en buenos términos 😢 ¿Por qué Sehun?