Capitulo #24

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Como flores de montaña, los cadáveres cuál blancos lirios adornaban el jardín de la mansión. Eran cuerpos sin piernas o brazos, mutilados, con los órganos a plena vista.
El espectáculo de un carnicero. La sangre regada se junta formando un solo y gran charco negro con olor a cobre, el perfume la muerte, la evidencia de una matanza. Sehun está salpicado por esa sangre de tal forma que se encontraba revestido por ella como una segunda piel. Como si acabara de salir del vientre de su madre, nacido de nuevo. Su apariencia salvaje, con garras, colmillos y ojos brillantes, volvió a la normalidad habiendo se alejado la sombra de sus pies y corrido a los árboles. Libre de cualquier deber que como sombra debiera cumplir.

Rouse en medio del sangriento festejo respiraba cansada y herida, la vieja túnica que la cubría, rasgada. Sehun dió un único paso, inseguro de ofrecer ayuda y ser rechazado. Fue entonces cuando una línea extraña lentamente recorrió el rostro de ella, desde donde el cabello nacía hasta el mentón. Una grieta que provocó muchas otras. Al fin de cuentas, su cuerpo era de barro y el aquelarre invocador demasiado débil. Rouse no había vuelto para quedarse y lo sabía. Sin embargo, —Necesito más tiempo... — rogó tocandose el vientre, al borde de las lágrimas y la desesperanza. Si ahora terminaba por romperse y desaparecer, liberando a Baekhyun, su hija que con ella revivió volvería a morir.
Pedazos de su cara empezaban a desprenderse y caer como las piezas mal ubicadas de un rompecabezas.

Rápidamente miro a su alrededor ignorando por completo la presencia de Sehun. Tratando de percibir un recipiente...

Pero solo percibía a las mujeres del pueblo, dónde habían demasiados testigos.

El padre Ricardo, tras unos momentos, comprendió lo que Rouse buscaba. — Una muchacha.. — hablo acercándose, — Una muchacha del pueblo se encuentra no muy lejos de aquí—, dijo mirando hacia donde se había encontrado con Diana. Rouse miro hacia allá también, su visión sobrenatural viajo veloz entre los troncos y ramas. Metida en una fosa, la joven amiga de Baekhyun se encontraba atrapada con el lodo hasta los muslos, temblando de miedo y frío, gritando por ayuda. Sin esperar un segundo más, corrió hacia ella esperanzada pero, a cada paso, pedazos de su piel se desprendían. No llegaría a ella, lo sabía «al menos no» como mujer. 

Cuando se había alejado en la oscuridad tenue del alba, Sehun, de pie cuál estatua, aparto la duda y corrió persiguiendo la en completa ignorancia, afanado en alcanzarla sin entender en absoluto lo que ahora estaba pasando. Más cuando Rouse percibió la presencia a su espalda se detuvo, lo encaró enojada y, con el último resplandor de su poderosa fuerza, alzo su brazo derecho y haciendolo levitar, mando volando a Sehun de vuelta a su casa, como si hubiera sido lanzado con una resortera. — Quédate ahí. No vengas todavía. No querrás ver lo que hará... — susurró apenada. Sintiéndose culpable.

El padre Ricardo vio a algo cruzar por los cielos.
El conde atravesó una pared y aterrizó en el viejo y empolvado salón biblioteca del segundo piso. Se impacto contra un enorme estante y fue enterrado por los viejos libros que cayeron sobre él.

Al intentar avanzar, Rouse sintió a todos sus poderes esfumarse, tropezó y  chocó contra un árbol. Un instante incierto. Fue como las ventanas de la mansión, los cristales explotando en míles de pedazos, así el rostro y cuerpo de Rouse se deshizo. El cabello negro y largo se deslizó de la cabeza como una película, quedando los cabellos cortos y rojizos de Baekhyun. Por unos momentos, el aliento tembló en su boca y sus ojos desenfocaron pero, él siguió corriendo, sacudiéndose los restos de barro seco, sabiendo que ante nada debía perder tiempo.

Minutos después empezó a escuchar los gritos de ayuda de Diana.

Diana, la muchacha que creció creyendo a medias los cuentos de su abuela y las leyendas que al pueblo le dieron nombre. Diana, aquella pieza sobrante en el tablero, sin rostro ni nombre para Rouse, ni papel en su propósito, de pronto, empujándo se esa muchacha con fuerza, en medio del azar del destino y sus planes, como una burla a la indiferencia de los sentimientos de la chica, se había convertido en todo lo que a ellos les quedaba. Una esperanza de vida para Ana.

—¡Diana! — grito Baekhyun acercándose velozmente a la fosa y ofreciéndole su mano. La muchacha se sobresalto al repentinamente escuchar su nombre ser gritado. — ¿Baekhyun?— dudo reconociendo su voz, a penas logrando divisar le en medio del alba. —¡Baekhyun! ¿Estás bien? — pregunto preocupada tomando la mano ofrecida con urgencia y extrema alegría.

—Lo estoy.
Respondió, abrazándola. Diana correspondió el abrazo y se sujeto de Baekhyun con fuerza, acostando la cabeza en su pecho con lágrimas en los ojos. — ¡Creí que jamás volvería a verte! ¡Estaban pasando cosas muy extrañas! ¡ Y este hombre te perseguía!

Con "este hombre" Baekhyun sabía que se refería a Sehun. Tragó en seco viéndolo en sus recuerdos seguirle antes de ser capturado por las brujas.

Baekhyun acariciaba la angosta espalda de la chica con lentitud, transmitiendo ternura y seguridad. — Diana, he venido a pedirte un favor. — Susurro en su oido después de varios minutos en silencio.  La voz un tono más gris que de costumbre, la erizó. — Te necesito..— La mano en su espalda discretamente y lento, empezó a descender hasta su avivaz trasero. Baekhyun se separó un poco para poder verla a los ojos y Diana levantando la mirada, se perdió. Ella  vio su reflejo en las pupilas del chico que le gustaba, fascinada, un color rosado nacía en sus mejillas avergonzadas y repentinamente nerviosas.

Estaba hechizada por Baekhyun. De la misma forma en que las víctimas de Sehun fueron hechizadas. —Necesito tu cuerpo...— rozo sus labios en el lóbulo derecho de la oreja de Diana y ella gimió, acercando su cuerpo al de él, restregando se a penas en control de si misma. A penas enterándose de lo que estaba por acontecerle.
"¿Que está pasando? ¿Baekhyun que me estás haciendo?" Su consciencia todavía despierta preguntó completamente aterrada; demasiado tarde, una vez más. Baekhyun empieza a desnudarla. Su ropa resbala de su cuerpo con una facilidad cómplice. La besa y ella responde porque no puede hacer otra cosa, completamente perdida en la bruma del hechizo, su consciencia finalmente la abandona.

Baekhyun metió su mano en sus bragas, estimulando la. Diana, perdida de si misma, gemía libremente. Con la mano libre, desabrochó el sujetador y los senos de la joven rebotaron ligeramente, pero Baekhyun no les presto atención. Apurado ahora, la acostó sobre la hierba y el monte húmedos y apartando de si la túnica manchada de sangre que Rouse antes se había puesto, se cernió sobre las piernas abiertas de Diana y la penetró de una sola estocada.

Ella grito. Era virgen.

La respiración de Baekhyun se aceleró y una repentina y pesada culpa cayó sobre  él como el plomo, con toda la intención de amedrentarlo por su desvergonzado acto. Pero no sé crea que el arrepentimiento nació en pos a la indefensa Diana, a la quien va a violar. Porque vil mentira sería afirmar aquello, después de todo, la frialdad de Rouse no era otra que la frialdad de Baekhyun. Sin embargo, unos metros más adelante de ellos, un par de ojos brillantes lo miraban y el gruñido del animal salvaje resonaba entre los arbustos. Baekhyun ahora sabía que Sehun lo miraba todo con esos ojos.

Diana presa de la lujuria y el embrujo, poco o nada la importaba el gran perro negro acercándose, ella solo quería que Baekhyun se moviera y como estaba tardando, Diana sacudió sus caderas, penetrandose así misma.
Baekhyun inhaló y empezó a amedrentarla frenéticamente, sin ritmo alguno.

El animal mostró sus enormes colmillos, rugiendo de rabia.
Diana gemía sin parar.
—No te enojes, por favor. — le hablo como pudo al lobo, entre gadeos. Este estaba ya sobre la chica, con la mandíbula ligeramente abierta a unos centímetros del rostro de Baekhyun, con claras intenciones de despedazarlo por su traición. Los ojos de Baekhyun se llenaron de lágrimas y no eran por placer. Soltó las caderas desenfrenadas y con las manos temblando tomó al lobo por el cuello, juntando su rostro con su nariz y colmillos. Inhalando y exhalando su aliento animal, buscando algo de perdón y consuelo. —Sehun...—. El lobo le mordió en el hombro. Baekhyun eyaculo.






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Querían Sebaek y yo les mando sexo hetero 😂😂🤦
Me pase, pueden insultarme si gustan.



Of the gentleman [Sebaek] [Yaoi/Gay] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora