Capitulo #12

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Domingo por la mañana las familias alistaban sus mejores ropas y las mejores intenciones, era día de misa y todo el pueblo se consagraba puntualmente a las ocho en la iglesia, a cuatro calles de la posada. La señora muy contenta peinaba los cabellos rebeldes de sus hijos y acomodaba sus atuendos. - No olviden la sonrisa. Hoy es el día del señor, debemos estar sonrientes.

Baekhyun desayunaba «por primera vez lo suficientemente oportuno para ser considerado desayuno», con una sonrisa reluciente como la de los niños, muy estirada y genuina, mostrando los pulidos dientes. La dueña de casa se preguntó si acaso el ánimo del chico raro se daba al buen día del Señor, aunque lo dudaba mucho. Probablemente estuviera planeando alguna fechoría por hacer a la señorita Diana, sospechó indignada, tanto con Baekhyun como con la señorita, la hija de sus queridos amigos. Todo el pueblo rumoreaba la relación que los jóvenes han estado estableciendo desde el primer día. Tendría que hablar con el cura de la iglesia para que la reprenda por sus actos desvergonzados.

Marcando el reloj diez minutos faltantes para las ocho, la señora, sus hijos y hasta sus padres fueron juntos a la iglesia, muy conveniente para Baekhyun. Suho, inmerso en su ardua investigación por descubrir algo más del pueblo, salió hacia la única zona elevada con suficiente señal para activar los datos. Ahora, con la casa sola y todo el pueblo metido en la iglesia, Baekhyun dejaba atrás la posada y daba pasos vacilantes rumbo a la pradera, sabiendo que no había ojo que lo mirase. Por alguna razón, él sabía que este asunto debía considerarlo como un secreto, algo que nadie más debía saber.

La brisa pura y fresca meneaba al pasto y sondea toda la pradera, creando corrientes y provocando ligeros silbidos. El corazón de Baekhyun retumba intenso en su pecho, casi con angustia; con la boca seca se acercaba al centro, tímido ante la inmensidad que lo rodeaba como si un océano con su fuerte marea y sus olas considerará ahogarlo. Su respiración temblaba en sus pulmones y encogía su estómago cuando, una imagen como el destello de una luciérnaga, fugaz y repetitivo, surco su mente inquieta. La sensación de dejavú se instalo en su mente y de pronto todo le parecía tan conocido y familiar como nunca lo han sido y, tan desagradable; la pradera, el frío viento que desciende las montañas, el bosque.

Su visión se opaco y su respiración se atasco en su garganta cuando vislumbró a lo lejos la figura de un corcel y su jinete acercándose. La visión de Sehun de pronto le fue lo más familiar ante un mural lleno de recuerdos, recuerdos que no eran suyos pero que despertaban en su interior una profunda tristeza que le era completamente desconocida.

Baekhyun no entendía que le estaba pasando; sabía que a lo mejor no era sensato ignorar las advertencias de peligro que en su mente se encendieron como ruidosas alarmas, él simplemente no podía denegar la invitación de la pálida mano extendida. Se mordió el labio inferior aceptando el gesto y conectando sus dedos. Una vez más. Ese misterio que se mezcla con la presencia de Sehun a Baekhyun le resultaba irresistible, atrayente, como si no esperase nada más en la vida que ser envuelto por ella. El caballero era un ardiente fuego que le llamaba y, a sabiendas de que se quemaría, Baekhyun solo pensaba en cuanto eso le haría gritar.

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Con gabardinas pulcramente planchadas, largas hasta el suelo, el anciano cura del pueblo manifestaba los planes de Dios para crear una nación santa, libre de cualquier pecado o inmundicia. La señora posadera sonreía con algo parecido al desdén cuando el anciano mencionaba que cualquiera podía alcanzar el Reino de los Cielos. Ella casi se había reído ruidosamente, pensando que el joven extravagante que ahora mismo debía estar en su casa, jamás alcanzaría la iluminación y que el reino de Dios no estaba hecho para gente como él.

Y hasta cierto punto, casi tenía razón.

Cuando la misa finalizó, el alcalde del pueblo reveló que dos jóvenes turistas desaparecieron el día anterior y según testigos, los novicios habrían entrado al bosque prohibido. La noticia provocó un escalofrío sobre la piel tostada de Diana, aunque en general, no era una relevación tan sorprendente. Los turistas nunca seguían las advertencias y cada año tenían cierto número de desaparecidos. Diana paso la semana atormentada por la locura que junto a Baekhyun y Suho habían cometido y lo cerca que estuvieron de ser víctimas le hacía sentirse culpable, aunque nada hubiera pasado.

Cuando todos empezaban a despedirse y regresar a sus casas, Diana se dirigió hacia el cura justo cuando la señora que alquila su casa a la familia de Baekhyun se le acercaba. Debió molestarla el hecho « sin querer » de evadirla, pues le dedicó una mirada recriminatoria y cambiando de dirección se dirigió hasta donde su madre y su abuela se encontraban. Al llegar a casa seguro estaría en problemas.

-¡Padre! - llamo tras él antes de que cerrara la pequeña puerta al costado del altar por donde el Padre entraba y salía. - Señorita Diana - respondió al saludo sonriendo cariñosamente, - ¿Vienes a confesarte? Ha sido un tiempo ya desde la última vez. Diana asintió avergonzada y lo siguió hasta el confesario, de repente dudando si ser completamente honesta ho omitir algunos detalles encriminatorios. Suspiro inquieta sintiendo que en vez de revelar el acto culposo en completo secreto al Padre, iba a gritarlo desde los tejados como castigo.

-Perdóname Padre, pues he pecado...

Cuando lo hubo contado todo sin dejar nada oculto en las sombras de la mentira, el Cura se encontró en completo silencio, y eso solo ponía a Diana más nerviosa. Seguramente él estaba sorprendido por el tamaño de su pecado, tanto que no encontraba palabras para consolarla.

-¿Dices que un hombre vestido elegantemente los salvó y los llevo a una mansión en medio del bosque prohibido? - dudo el Padre con cierto tono desesperado. Diana le aseguró que así fue. Y tras otro periodo de incómodo silencio, lo escucho susurrar un par de palabras.

-El Conde.

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Bueno, admito que ha sido un tiempo largo. Pero juro que iba a publicar la semana pasada, pero ocurrió una tragedia, provocada por mi estúpida persona. Y es que la historia que estaba. A NADA de terminar la borré por accidente 😂😂😭😭 Lloré una hora ese error y después no tuve inspiración para nada.

Pero ya estoy bien. Terminaré esta y reescribiré en seguida la otra.

Hasta pronto, porque ya empiezo otro semestre 😑😑

Of the gentleman [Sebaek] [Yaoi/Gay] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora