Emotional

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Narra Lexa

Luego de mucho deliberar sentada en la banca de una plaza me propuse a mi misma comenzar a desafiar todo aquello que parecía imposible, como el hecho de aceptar que este pueblo era realmente extraño, yo era un especie de experimento del gobierno y que estaba en peligro al igual que Once. Mas eso me daba pie a seguir indagando, mi cabeza parecía contribuir ya que de a poco iba formulando pequeñas teorías que unían puntos rojos en mi cerebro, que me ayudaban a comprender las voces que alguna vez había oído dentro de mi cabeza. Mis demonios.

Cuando descubrí que las voces que realmente yo oía eran las voces que provenían del extraño universo que mi mente había creado me dispuse nuevamente a hacer un intento de ir por mi amigo, esta vez despendolo pacientemente en el porche de su casa mientras peinaba mis largos cabellos pelirrojos en una trenza y hablaba con un extraño Will Byers acerca de lo extraños que nos sentíamos en aquel mundo. Y era como si realmente pudiese comprenderme, a su forma el estaba viviendo lo que yo sin entender muy bien de que se trataba.

El podía ver y sentir el otro lado, yo podía oírlo y estaba segura de que existía relación alguna entre aquellos lazos.

Para cuando un nervioso y apurado Jonathan bajo del vehículo yo ya estaba de pie observándole con paciencia.

─S... si que eres tu ─Sonrió con emoción e incredulidad, fue realmente una sensación extraña, sentir sus cálidos brazos abrazándome nuevamente hizo que sonriese de nuevo con al menos una gota de esperanza y que todo lo demás hubiese quedado tapado por las tinieblas al menos por un momento. Un enternecido Will volvió a ingresar a su casa no sin antes reír de la expresión de su hermano cuando se separo de mi para observarme. ─No entiendo esta jodida mierda, Lexa, estas aquí, de nuevo ─Su tono entusiasta me estremeció, incluso llego a emocionarme.

─Es una muy larga historia, pero al fin creo que he descubierto algo ─Comente ensanchando mi sonrisa apasionada. Su mueca pareció dudar.

─No sabes cuanto quisiera quedarme aquí, ahora, contigo... ─Una lucha interna se traslado desde su interior a su rostro indecidido, se había echado unos pasos atrás y con ello desecho todo un sentimiento. ─Lexa te prometo que volveré pronto, pero debes prometerme ¡Demonios! Necesito que por lo que mas quieras no vuelvas a desaparecer, no de nuevo ─Tomo mi rostro entre sus manos y sus ojos se conectaron con los míos casi tres milésimos luego, su tacto aun era áspero como lo recordaba pero la angustia del momento no me permitía apreciar del todo aquel buen momento, aquel momento en el que por fin le tenia frente a mi. ─Por favor ─Rogo y sus nudillos recorrieron mi mejilla emparejando nuestras frentes. ─Quédate aquí ─Susurro con un tono quebrado y tembloroso que hizo que mi interior se desplome en un segundo, cerro fuertemente sus ojos antes de volverlos a abrir, estos estaban rojos ahora y llenos de lagrimas.

─No... No llores ─Tartamudee a lo que el castaño se hundió en mi cuello con un sollozo.

─Siento que si te dejo aquí, desaparecerás, como siempre... Justo cuando más te necesito... ─Comento temeroso antes de volver a estudiar mi rostro con sus ojos cristalizados.

─Confía en mi ─Suspire y el asintió con delicadeza.

─Will podría necesitarte ahora. Tu puedes ayudarle, no yo.

─Lo se, pero eso no te hace menos aquí ─Carraspee a lo que él asintió.

─ ¿Entonces lo harás? ¿Te quedaras?

Asentí sin que supiese que minutos luego de que volviese a irse comencé a caminar lejos de allí, no por que estuviese furiosa ni mucho menos molesta, simplemente no era un simple cuento de hadas, era la vida real y no me pasaría mi tiempo sentada esperando un rescate, no estaba esperando mis respuestas, había salido a buscarlas y algo dentro de mi, una emoción me llamaba a no permanecer esperando nada. Tenia que averiguar que era lo que estaba pasándonos aunque se tratase de la explicación mas loca que pudiese recibir. Tenia que comprobar si las personas como yo teníamos futuro alguno de cual depender y cuales eran nuestras metas, para que habíamos sido creados.

Era casi madrugada cuando vagaba por las calles transitadas de Hawkins, el centro del condado donde las tiendas de comida y ocio permanecían abiertas hasta altas horas, donde aun había un poco de luz, estaba dispuesta a volver a casa de Hopper, iba a hacerlo mas un extraño auto que no esperaba estaciono con brutalidad en la carretera, justo a un lado de la acera en la que yo transitaba, llevaba música muy alta pero al frenar el volumen disminuyo y pude distinguir que era Billy cuando la ventanilla de su auto estuvo baja.

─¿Te llevo a algún lado? ─Pregunto él extrañamente relajado, parecía estar fumando y a juzgar por su soledad y tono de voz no estaba tramando nada estúpido. Pero no me arriesgue, no era ingenua.

─ ¿Después de lo de anoche? Estas demente ─Reí irónica y seguí caminando con rapidez, el arrojo la colilla de su cigarrillo por la ventanilla a avanzo apenas un metro con su auto hasta alcanzarme.

─Vamos... Olvídalo ya, estaba un poco ebrio y pude haber hecho cosas que no debí, pero no tienes por que caminar sola a estas horas en este extraño pueblo ─Por un momento me quede callada deliberando que rayos estaba sucediendo con este nuevo mundo, este extraño y horrible universo al que había regresado hacia tan solo dos días. Patéticamente Billy resoplo. ─Puedo ser un cretino, pero también tengo días malos ¿Sabes? ─El cansancio y resigno de su rostro no me convencía de que aquello que denotaba era cierto, pero si lo hacia el hecho de percibir su pesadumbre desde fuese a saber uno cuanto tiempo llevaba. Era extraño el hecho de poder percibir las extrañas emociones de las personas, aquello había despertado cuando Once se había cruzado en mi camino. Subí al vehículo y sus ojos turquesas me observaron sorpresivos. ─¿Donde quieres ir?

─¿Tienes dinero? ─ Pregunte con animo, el asintió. ─Vamos por comida, muero de hambre.

Demons in Your Head [Jonathan Byers] #LibrosTinieblas2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora