Narra Lexa
Y en la mañana todo sucedió como si siquiera hubiese pasado nada, poco recordaba pero había despertado en el sofá y Once estaba entre mis brazos aun dormitando con la tranquilidad suficiente como para no despertar cuando me moví y comencé a recoger las fotografías y documentos esparcidos por el suelo dejándolos dentro de una caja visible a muy poca distancia de donde Once se encontraba. Mas no me quede allí mucho tiempo, tras tomar un trozo de pizza fría de la nevera y devorarlo salí de allí no sin antes dejar una nota especificando a la niña que estaría en el pueblo y que pronto nos veríamos de nuevo, el besar su frente como despedida había sido lo mas difícil que había hecho en aquel día. Y lejos de volver a repetirse una situación igual de sentimental para mi comencé a sentir que nuevamente todo marchaba bien, aquel sentimiento llego acompañado del rugido de un auto con la música en su interior mas alta de que lo cualquiera habría imaginado en aquellas horas de la mañana. Él se detuvo, al igual que en la antigua noche, a un lado de la acera por donde yo transitaba a pie.
─Pense que te habías ido del pueblo ayer ─Comento extrañado tras bajar el volumen, su frente ahora estaba arrugada pero sus ojos aun seguían emanando aquel brillo celeste característico suyo.
─Eh vuelto por el tocino ahumado, el de la otra noche fue el mejor que hube probado en toda mi vida ─Sonreí con inocencia provocando en el un suspiro leve mientras apagaba el cigarrillo que tenia en su boca y lo arrojaba fuera del vehículo.
─Entonces... ¿Vienes? ─Propuso alzando ambas cejas a lo que un escalofrío electrico recorrió mi espina dorsal. Aun así dude mientras reposaba mi cuerpo sobre la puerta aun cerrada.
─¿A donde? ─ Le mire inquisitiva, él apenas se estiro sobre el asiento acompañante y fue suficiente como para acercarse a mi.
─ ¿Donde quieres ir? ─Pregunto justo antes de que me decidiese a ingresar a la cabina con agilidad y rapidez, pronto ya estaba nuevamente a su lado y su presencia no me incomodaba, siquiera me generaba miedo, extrañamente podía sentirme bien. ─ ¿Aun tienes hambre? ─Reí con gracia y negué con mi cabeza sin mirarle.
─Realmente no, estoy muy satisfecha ─Aun con cierto toque de diversión en mi voz gracias a su cuestión refute su cuestión. Billy arranco el auto con gran velocidad y el viento se estampo en mi rostro como un bofetón, casi tuve que hacer malabares con mis dedos para evitar que mi cabello me causase estragos.
─Bien, por tanto tengo que preguntarte que te gustaría hacer ─Lanzo una mirada coqueta mientras sus tonificados brazos manejaban el volante del vehículo con una destreza que jamas había admirado antes.
─ ¿Que? Lo siento ¿Podrías repetirlo? Creo que no oí lo suficientemente bien ¿Me has preguntado que me gustaría hacer? Yo diría que estas invitándome a una cita ─Fingí una mueca de sorpresa burlona, el rubio volvió a poner sus ojos en la carretera rodando los mismos con resignación, solté una leve carcajada.
─Cierra la boca o terminaras bajo las sabanas y no tendré piedad contigo ─Amenazo a modo divertido y extrañamente relajado. ─Y solo para que conste, soy de los que folla duro ─Su mirada divertida fomento mis risas en conjunto con las suyas, e incomparablemente reír en conjunto se sentía diferente, y bien.
─No lo dudo, semental ─Mordí mi labio inferior sarcástica antes de poner mi vista en la ventanilla.
Ambos nos quedamos en silencio por minutos en los que pude contemplar el bonito paisaje boscoso de Hawkins, jamas había tenido demasiado tiempo para ponerle atención pero estaba segura de que jamas se había visto tan bello como en ese día en particular. Mire de reojo a mi acompañante quien parecía estar igual de sumido que yo en las dimensiones de nuestro paisaje.
─Parece que estas teniendo un gran día ─Comente tras segundos de mirarle fijamente, él carraspeo de forma casi inaudible.
─No es por mi, es por ti.
─ ¿Que? ─Objete perdiendo todo el aire de mis pulmones de una sola exhalación, le admire en busca de respuestas pero sus emociones no denotaban mas que quietud y placidez.
─Es un buen día, es decir, es un buen día por que de alguna forma... Tu haces que sea un buen día ─Se detuvo unos momentos en los que tragaba saliva con dificultad, como si decir aquello estuviese rompiendo algo en su interior de laguna forma. Mis ojos irradiaban un sentimental disfrute y el brinco que mi pulso estaba experimentando me indicaba que una sonrisa torpe se me escaparía pronto. ─Es como si tu hicieses desaparecer todo lo malo de mi vida ─Su mirada se giro en torno a mi, aquella mirada era portadora de un privilegio único, un brillo sin igual y se plagaba de sensaciones sinceras. El silencio se disolvió con sus palabras, poco me había percatado de que llevaba minutos sin decir palabra alguna. ─ ¿Crees... Crees estar libre esta noche?
─Billy no tienes que...
─Contigo es diferente, no tienes que aceptar si no quieres, se que soy un imbécil y que mi primer contacto contigo fue desastroso pero te considero mi única amiga, y realmente no se que has hecho conmigo en estos últimos dos días ─Hablo rápidamente rendido ante su mente evitando el contacto visual, cosa que me demostró que tal vez Billy no fuese un caso perdido, estaba completamente avergonzado y sus emociones me dejaban escarbar en su desgraciada vida.
─Es buena idea ─Sonreí bajo su asombro a lo que corroboro con su mirada. Me encogí de hombros con apenas una sonrisa, moría por dentro, moría de ansias por demostrar mi extraña alegría. Casi no podía comprender por que me sentía de esa forma.
─Pasare por ti donde estés, solo basta una llamada para que--
─No tengo un teléfono ─Admití avergonzaba interrumpiéndole, algo nerviosa podía admitir.
─ ¿Sabes que? Toma el mio, solo procura apretar este botón cuando oigas que suene. Nadie llamara a excepción de mi, lo tienes asegurado.
Sonrió con gracia al ver mi expresión, acababa de poner en mis manos un Dynatac, un teléfono gigante que jamas había visto, sin embargo allí estaba, en mis manos, y era el mismo Billy quien me lo había entregado.

ESTÁS LEYENDO
Demons in Your Head [Jonathan Byers] #LibrosTinieblas2016
FanfictionMis ojos siempre solían arder un corto tiempo antes de que lloviese, Jonathan sabia eso. Las voces en mi cabeza me repetían, todas juntas, frases que siquiera llegaba a comprender, eran desordenadas y de ellas podía oír tan solo palabras que me ater...