CAP. V

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La tensión en el auto era cortante e incómoda, y más para el nipón que trataba con todas sus fuerzas mantener su energía y humor intactos, a pesar de las duras palabras que el mayor le gritaba, pero no logrando estarse calmado debido a su orgullo,...

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La tensión en el auto era cortante e incómoda, y más para el nipón que trataba con todas sus fuerzas mantener su energía y humor intactos, a pesar de las duras palabras que el mayor le gritaba, pero no logrando estarse calmado debido a su orgullo, terminó por explotar...

-¡YA BASTA VIKTOR!, no pienso escuchar un insulto más hacia mi condición de Omega, pues para que lo sepas, ¡tu Isabella es también una Omega!

-Ella es muy diferente a los de tu tipo... y ¡no te atrevas a mencionarla!

-¿De mi tipo?, Según tú, ¿qué tipo de Omega soy?

Viktor al escuchar la pregunta, tragó grueso, pues no esperó aquella una expresión dolida de parte del menor, quien le miraba perturbado – ¡Eso no importa!

-Todos los malditos Alphas de este planeta, piensan que es culpa del hombre nacer Omega, ¿y por eso ya somos unas putas que abrimos las piernas a cualquiera?, ¡DETEN EL AUTO AHORA!

-No pienso escucharte... -sin mirarle.

-Sino detienes el auto, me lanzo a la carretera Viktor, ¡detente de una maldita vez!

-Acaso crees que t... -atreviéndose a mirar, el nipón había abierto la puerta del carro a punto de hacer como había dicho... - ¡No lo hagas!, ¡¡Yuuri!!

El ruso forcejeaba con uno de sus brazos para detener al nipón de cumplir con su cometido, mientras tenía la otra al volante tratando de detener el auto, quedando con el auto parado en medio de la oscura carretera, Yuuri, sale rápidamente gritando y golpeando la puerta, para correr lejos, dejando a Viktor alterado por lo reciente.

El menor, corría a lo que sus fuerzas le permitían, mientras su vista se tornaba borrosa a medida que avanzaba por la oscura carretera, la lluvia aparece repentinamente, mojándole de pies a cabeza, haciendo que su enojo subiera dos rayas más, y como si fuera poco, destellos de extrañas imágenes, aparecían en su mente haciéndole sentir pesado y paralizado.

Luchando por seguir su camino, este cae en el asfalto estrepitosamente, perdiendo durante su caída uno de sus zapatos, se levanta para continuar con su travesía, pero se corta el pie desnudo con un vidrio que yacía tirado en el suelo, quejándose de su mala suerte, recobra su compostura, caminando de forma lenta y sin pausa, soportando las punzadas de dolor que la herida le causa.

Escuchándose una voz a lo lejos, este apresura su paso, pero su cuerpo se sentía pesado haciéndole tambalear, por lo que maldecía por lo bajo... sin detenerse de su andar, e ignorando el mandato de la voz del Alpha que le hablaba, apresura el paso tanto como su equilibrio y habilidad se lo permitían. Pero, la voz de mando que Viktor para ese momento ejerció, le hizo detenerse súbitamente, haciendo que un escalofrío recorriera su espina dorsal.

Al tratar de revelarse contra la voz, su parálisis no ayudaba mucho, haciendo uso de su fuerza de voluntad de forma férrea, este se gira para mirar donde este se encontraba, pero un camión que venía hacia él nublo su vista, haciéndole saludar a la muerte...

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