CAP. XVII

6.7K 532 40
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Viktor, se vio confrontado con la realidad a un modo nada convincente, y esto le tenía al borde del llanto, sabía que se merecía eso y los reclamos espetados por el suizo y la pelirroja, y sus lágrimas no dejaban de fluir por la simple razón de que por su terquedad y poco tacto estaba a punto de perder a Yuuri.

A esas alturas no sabía si este podría recuperarse, y todo intento por sentir algo rastro de la esencia del menor a través del lazo, resultaba fallido, lo que le hacía hundirse en su propia culpabilidad.

El cabeza de familia, el mayor Hisakawa, le observaba consternado, y en un trato por calmar su frustración, silenciosamente posa su mano sobre sus hombros, ofreciendo con sus gestos alguna especie de calma para aminorar su depresivo animo. No es que consintiera el que su adorado nieto estuviera en ese estado, pero, el albino también era parte de la familia y comprendía una cuarta parte de la situación. Sin esperar mucho, le pide con un gesto seguirle, ambos hermanos le miraban con reproche mientras salían de la sala de espera...

El ruso y el mayor, se encontraban en el balcón a un lado de la sala de espera, el albino no se atrevía a mirarle, su conciencia culpable pesaba más que cualquier disculpa... pero el silencio fue roto por el anciano, quien de forma calma alzo su voz para hablarle.

-Viktor, –suspira cansinamente –todo esto es muy difícil de procesar, entiende que nuestro pequeño Piggy se encuentra al borde la muerte y no solo él sino a mi bisnie... -lágrimas se escapaban de sus ojos haciéndole que hablara entrecortado –mi, mi pequeño bisnieto también corre peligro...

-Yo... esto... solo... -sin atreverse a levantar la mirada.

-Vitya, nadie sabía sobre su estado, según Petrovish, el tampoco estaba enterado de su propia condición... no juzgaré todo lo que hicieron, pero en este momentos ellos son prioridad.

-Perdóname Abuelo, yo no merez...

-Tú no sabías del verdadero estado de Yuuri, nosotros apenas nos enteramos un mes antes de la boda, porque, vi por error sus exámenes médicos en la oficina del doctor Petrovich... él se lo oculto a todos, y todo fue debido a un mal enlazamiento, que por desgracia tenía limitada su vida... Yuuri no recuerda nada de lo sucedido, y eso es a causa de la marca que selló sus recuerdos. –Soltando aire de sus pulmones –El jamás expresó abiertamente lo que sentía por ti, pero sus acciones siempre hablaron por si solas... nunca entendimos porqué actuabas tan arisco hacia él, y ahora, es el momento indicado para saberlo –mirándole fijamente.

-Yo, cuando Jean me dijo que se encontraba en estado, algo se despertó en mí, y pude ver, o recordar muchas cosas que por alguna extraña razón ignoraba, esa parte del pasado había sido bloqueada en mi mente, y creo que Yuuri, estaba en el mismo estado que yo. –Dirigiendo su mirada hacia el cielo –siempre que miraba a Yuuri, sentía culpa, jamás lo exprese, por temor, pero era una de las causas por el cual me alejaba, -suspira –sus ojos, me atraían como un imán, haciendo desbocar inexplicablemente a mi corazón, y me sentía culpable, yo no tenía derecho a sentirme por el de esa manera, y mucho menos traicionar el amor que por tantos años, usted me ha brindado... el siempre ha sido impredecible, su manera de actuar ante las cosas muchas veces me descolocaba y...

Atadura MatrimonialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora