CAP. XI

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Viktor y Yuuri, estaban sentados en el mismo sillón, atendiendo la llegada de Isabella, quien traía unos bocadillos de regalo atrasado por su matrimonio como excusa, el nipón se sentía incómodo, pues la presencia de la Omega le decía de forma descarada, que lo hacía nada más por fastidiarle la existencia, y a su vez para vigilar lo que ambos dicen tener ante la sociedad, los pensamientos de Yuuri, eran asesinar a la intrusa que se estaba metiendo en su nueva vida de casado.

Ya era la hora de la cena, el castaño, se encontraba haciendo algo de estofado, mientras Viktor le ayudaba a organizar la mesa y ordenar los enseres en el refrigerador, Isabella, observaba atentamente al ruso y esto incomodaba a Yuuri, que por estar distraído, se quemó un poco la mano, preocupando a su esposo, que le atendió de forma rápida y atenta, haciéndole sonrojar, generando la Omega le mirara con dureza.

Todos a la mesa, comiendo y conversando de forma tranquila, Viktor repentinamente es llamado al celular de parte de la empresa y saliendo a pocos metros para atenderla, ambos Omegas quedan sobre esta, mirándose como enemigos. Isabella, sonriendo confiada, comparte los gustos del ruso por la comida, y otras cosas que en cierto modo hicieron entristecer al menor.

Pero Yuuri, no se iba a dejar decaer tan fácil, no sin antes responderle a su manera, acción que conmociono a la contraria, que molesta en respuesta por el desinterés del castaño, bate el caldo de la carne a su rostro, Viktor, viendo lo sucedido, la Omega rápidamente en su mejor acto, lo declaró como un accidente, y Yuuri, silenciosamente se levanta de la mesa, para ser ayudado por el peliplateado, que le calma con un paño frío, pues el caldo estaba caliente, y le había dejado marcas rojizas en su rostro.

Isabella, notó que ambos parecían realmente una pareja de casados, y sintiéndose como la intrusa, les interrumpe con una tos fingida que lo retrae de su burbuja, estos algo apenados terminan de cenar, para minutos más tarde dirigirse a la sala a comer los bocadillos que la invitada trajo para ellos.

Yuuri, traía té para acompañar, y nota segundos después, que la Omega estaba sentada junto a Viktor, mientras le tomaba de la mano sonriendo de forma disimuladamente en señal de descaro, sintiéndose incomodo y ocultando sus intensos deseos de sacarla a patadas, se sonríe junto a esta. Pero para su sorpresa, no contó con las lágrimas que la Omega comenzó a derramar sobre el hombro del mayor, mientras suplicaba de su ayuda.

Ya la pareja conocía del compromiso entre la pelinegra y el canadiense, y esta confesaba sentirse atosigada junto a él, pues no lo amaba ya que era un acuerdo entre familias y debido a sus padres era obligada a cumplir con ese trato. Esta declaración removió la benevolencia y el sentido de justicia del ruso, quien entendía su situación, y dicho acto provocó la lastima del menor quien cayó redondito ante las palabras de la Omega.

La noche llegó y despidiendo a la invitada, ambos se sorprenden al ver a Leroy bajando de su auto, con su semblante enojado, acercándose a ella le toma del brazo bruscamente, mientras esta se oponía para llevársela, esto les preocupo, pero el canadiense luego de darle las gracias, se despide de ellos, dejándolos un poco consternados por este actuar.

Luego de lo sucedido y sentados en la sala, deciden ver una película, ya todo había sido preparado, y Guerra de dos mundos se reproducía a todo volumen como un cine en la sala. Durante la película, el momento ameno se vio interrumpido en varias ocasiones por mensajes que el mayor contestaba con una sonrisa coqueta, haciendo enojar al nipón.

Viktor nota la molestia del Omega, apagando su teléfono y cerrando su conversación con Isabella, se acerca a Yuuri, recostándose por unos minutos a su lado, quien le responde acostándose sobre su pecho hasta quedarse dormido, el peliplateado acaricia sus cabellos mientras este se removía suavemente sobre él, el mayor reía fugazmente, ante la imagen adorable y lo abraza con delicadeza hasta quedarse dormido en el sofá junto a él.

Viktor nota la molestia del Omega, apagando su teléfono y cerrando su conversación con Isabella, se acerca a Yuuri, recostándose por unos minutos a su lado, quien le responde acostándose sobre su pecho hasta quedarse dormido, el peliplateado acari...

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Holisss!!!! traigo nuevo cap! y a la vez una buena noticia... trata sobre un nuevo fic  y me encantaría que le dieran una oportunidad, es OTAYURI, pues, también amo y shipeo a esta pareja... la encontrarán en mi perfil... dejen sus votos y comentarios su opinión cuenta mucho... perdonen por que el cap. sea corto, pero se vendrán muchas cosas para nuestros protagonistas... se les quiere, Kisses para todos!!! 

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Atadura MatrimonialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora