CAP. XVI

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-Flash Back-

Yuuri se encontraba inconsciente, a merced del Alpha ruso, quien se encontraba consternado, pues la policía le había informado, que este había sido secuestrado por una banda que traficaba y prostituían a los Omegas y que a los que habían secuestrado esa noche junto a él habían sido acribillados y usados como sujetos de prueba con el fin de que sus carnes fueran productos comestibles en el mercado negro...

El peliplata tragaba grueso ante esta noticia, y sabía que el menor por aquella experiencia podría quedar traumatizado de por vida, aunque tanto él, como los policías, no se explicaban cómo este había logrado escapar de sus captores, reconocía que su capacidad de sobrevivencia era muy fuerte para un Omega con tan delgado cuerpo, ciertamente se veía frágil pero el solo hecho de estar vivo después de eso, era razón suficiente para no dejarlo solo jamás.

El camino se hizo pesado, la culpa de haberlo dejado solo en aquel club la noche anterior, le carcomía, y lo peor era el celo del menor, su olor a lavanda y canela despertaban a su Alpha quien ya se encontraba afilando sus colmillos... conteniéndose con toda su voluntad, este lo lleva a su departamento, el menor ya se encontraba un poco más consciente de su alrededor, llamando desesperadamente a Viktor pues el olor a menta y chocolate hacían que su lobo aullara de necesidad por su contacto, el ruso reprimiéndose con todas sus fuerzas para no atender a su llamado, le era casi imposible de ignorar, pues su lobo había despertado hacía mucho y batallaba por dominarle, con el fin de tomar y marcar al Omega que le llamaba necesitado.

Los minutos fueron tortuosos, después de dejar al menor en la habitación, Viktor salió a una farmacia cercana a comprar supresores e inhibidores para inyectárselos al Omega y poder así, que este controlara su condición, pero al llegar a su departamento, esta estaba completamente inundada por el aroma a celo del menor, que le hizo perder la cordura, su lobo tomando el control por completo de su mente, le lleva a la habitación, derribando la puerta.

El Omega, sorprendido, levanta su mirada, reconociendo el llamado que el Alpha le hacía; ambos se miraban como si reconocieran su existencia, ambos respiraban agitados y el sonrojo que el menor mostraba daba un permiso silencioso para que el contrario siguiera avanzando.

El mayor olisqueaba el cuello del más bajo, y este gemía por la agradable sensación, repentinamente, la lengua del mayor se paseó por la curva de su cuello, deslizándose lentamente hasta su nuca, causando que el este se estremeciera... el contrario no tardo en posar su manos sobre el pecho del mayor palpando de su cuerpo, el cual no tardo en posarlas por debajo de la ropa, sintiendo con certeza la trabajada musculatura que este poseía...

Ambos se concentraron en una especie de reconocimiento corporal donde cada roce y tacto que se daban era un indicativo de correspondencia y entrega, la ropa sobraba y deshaciéndose de ellas lentamente, el mayor admiraba la menuda estructura del Omega que su destino le entregaba, la conciencia se encontraba en algún rincón observando como aquellos lobos de forma silenciosa trazaban cada línea de su cuerpo con sus alientos febriles bañando sus pieles...

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