La Rickston Tower

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Blaze's Pov:

—Hola, Blazy —Silver me sonreía, pero sus ojos taciturnos me daban a entender lo opuesto.
Nos encontramos en el pasillo del comedor. Estaba tan reluciente, que no parecía haber habido nunca una Tercera Guerra Mundial.
—¿Va todo bien? —lo saludé con un beso en la mejilla—. Pareces preocupado.
—T-Tengo que contarte algo, pero debes prometerme no decírselo a nadie.
—Seguro. ¿Qué sucede?
—Es Sonic. Todo se salió de control y...
—Oh, es eso.
—¿Qué?
—Me enteré ayer. Mina lo gritó sobre una mesa mientras estabas fuera.
—¿Qué me estás diciendo? —se apartó repentinamente, como si hubiera sido yo la traidora.
—Lo que oíste. Mina se puso a gritarlo por todo el comedor.
Se quedó inmóvil unos segundos. No podía creer lo que estaba escuchando. Pero, ¿qué esperaba? Es Mina.
—Voy a matar a Sally.
—¿Por qué a Sally? Ella no hizo nada.
Se me quedó mirando como si fuera un bicho raro.
—¿Qué has dicho, que Sally es inocente? —tenía un tono de ironía en la voz.
—Sí, totalmente.
—¿Qué sigue ahora, que Shadow se case con un Chili Dog?
—¡HEY, ESTOY AQUÍ! —con una expresión de horror, volteamos a ver a Shadow, apoyado en la puerta del comedor.
—Oh, lo siento, Shadz —este le lanzó dagas con los ojos y entró en el Salón antes de que nosotros lo hiciéramos. Al contrario de lo que creí, se dispersó entre la gente, sin importarle de lo que hablábamos.
—De cualquier forma —Silver se recompuso—, ¿qué es eso de que Sally no tiene nada que ver con esto?
—Más bien , me salvó la vida.
—¿A qué te refieres? —nos sentamos juntos.
      -Me refiero a que, si no hubiera sido por ella, hubiera pasado la peor vergüenza de mi vida -su gesto de confusión me lo dijo todo.
—Mina piensa de que Sonic hizo... errr... lo que hizo porque él me quería, y se había puesto celoso de ti.
—Y luego me preguntas de que porqué siempre mando a Mina a callarse —dijo y solté una risita, no pude evitarlo.
Seguimos hablando de lo que había pasado el día anterior porque no me animaba a hablarle sobre nuestros cumpleaños.
—Y voy a ir a visitarlo este sábado.
Se me quedó mirando, muy muy serio.
—¿Que vas a hacer qué?
—Voy a ir a verlo. Yo también soy su amiga, egoísta.
—Sí, sé que lo eres. Pero no voy a dejar que...
—¿Y por qué no? Puedo cuidarme sola y lo sabes.
—¿Quieres dejar que termine la oración? —debo admitir que su ceño fruncido levemente lo hacía ver adorable—. No voy a dejar que vayas sin mí.
—¿Qué? —mi sonrisa de lado, irónica, se hizo presente al recordar que ese día tenía reunión con los demás capitanes.
—Doña Aleena no me deja verlo ni siquiera en fotos. Es mi única oportunidad de verlo.
—Oh, ya veo.

***

—¡Hey, chicos! —la imagen que tenía de Sonic en mi cabeza era muy distante de la realidad.
Gracias a Dios, Sonic estaba mucho mejor. A pesar de estar echado en una camilla sin poder moverse y conectado a un electrocardiógrafo por medio de unas agujas gigantes en la muñeca, y estar un poco más delgado de lo usual, parecía estar en excelentes condiciones.
—Sonic —Silver, luego de que cerrara la puerta de la habitación, susurró por lo bajo mientras abría su saco invisible, mostrándole un Chili Dog que por magia Pokémon había logrado infiltrar por allí—. ¡ATRAPA!
Él, cómo no, lo atrapó y lo devoró al instante.
—Es bueno ver a alguna cara amiga por aquí, ¿saben? —pronunció terminando de pasar el último bocado—. Aquí, nadie se da cuenta de nadie. A duras penas vienen a ver si sigo vivo y se van.
Solté una risita. Silver sonrió al ver tan activo a su amigo. De pronto, el celular de Silver comenzó a sonar y pidió permiso para hablar. Aunque eso me extrañó, no hice ningún comentario. Aproveché el imprevisto para preguntarle a Sonic lo que, supuse, debía saber por fuentes de su madre.
—¿Mrs. quién?
—Mrs. Jellet. ¿Sabes dónde está?
—No tengo idea, ni siquiera, de quién es.
—Oh, de acuerdo. Está bien. No te preocupes. Yo...
—Pero, si me das tiempo, puedo preguntarle a mi madre. Total, es la directora.
—Awww, gracias, Sonic —no pude evitar abrazarlo.
—¿Y... bien? —Silver entró en la estancia—. ¿Está todo en orden?
—Perfectamente, Silver, perfectamente.

***

—Psst —me acerqué a donde el sonido provenía—. En la Rickston Tower.
Y sin más, Tails se fue. Lo sé, "Agente 003" Mode: On.
Sonic, en susurros, me había prometido darme una respuesta por medio de su amigo, sin que Silver se enterara. Sonó extraño ya que no le había comentado ni siquiera para qué quería verla.
Me dirigí al edificio luego de despedirme de Milk y Jade. Corrí y corrí, buscando el edificio.
¿Qué? No me había dicho dónde quedaba.
Entonces, vi a Sally caminar cerca mío. Ella, extrañamente, me esbozó una sonrisa y me saludó con la mano. Me desvié por un momento para seguirla.

***

—¡Hola, Blaze! —me saludó ella, alegre—. ¿Cómo estás?
—Bien —sin perder tiempo, comencé para lo que fui a verla—. Errr... ¿Sabes algo sobre la Rickton Tower? Busco a Mrs. Jellet.
—¿Mrs. quién?
—Mrs. Jellet. ¿La conoces?
—Nunca oí hablar de ella. ¿Quién es?
Quise responderle con la verdad, pero recordé lo bien resguardado que tenía eso él. Aunque mitad del mundo supiera lo de Silver, sentí que era mi obligación guardar algo tan valioso como aquel secreto conmigo para siempre.
—No lo sé. Escuché de ella y me interesé. Gracias de todas formas.
Comencé a alejarme, cuando sentí su fría mano sobre mi hombro.
—¡Blazy, espera! Ten —era una tarjeta muy bien arreglada—. Va a ser el cumpleaños de Cosmo pronto, y ella quería invitarte.
—Oh, gracias —tomé la cartulina plastificada cuidadosamente entre mis manos—. Estaré allí.
—Me alegra —sonrió y se fue sin más.
No pude evitar desconfiar una vez más de ella. Lo que me había hecho me mantuvo alerta desde que recibí la carta.
Seguí caminando hasta encontrar un faro. Extrañamente, tenía un letrero oxidado, pero con letras legibles.

RICKSTON TOWER

Toqué la puerta, esperando a que alguien me abriera. Estaba muy muy nerviosa. Repasaba en mi cabeza cada punto que había acordado conmigo misma resaltar para convencer a Mrs. Jellet.
«Calma, Blaze, calma.»
Mas ni yo misma me hacía caso.

Love School: Aprendiendo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora