Nada de nada

207 18 1
                                    

Silver's Pov:

—Atención. Silver The Hedgehog, a mi oficina. Gracias —escuché por los altavoces al día siguiente.
Miré a Blaze. No lo sé. Ya se había vuelto una costumbre hacerlo. Ella asintió una vez y se despidió con la mano. Todos estaban esperando a que me fuera.
—Que te vaya bien allí —me dijo el profesor de física. Asentí y salí del salón.
Mientras iba a llegar al pasillo de la dirección, mi celular vibró en mi bolsillo. Lo saqué y leí lo que decía allí. Un mensaje nuevo... de Sonic.
Fruncí el ceño con extrañeza, abrí el mensaje y no podía creer lo que decía.
‹No le digas nada›
‹Qué?› tecleé. No podía creer lo que estaba leyendo.
‹Sabes a lo que me refiero, nada de nada.›
Comencé a teclear mi repuesta, pero él me ganó.
‹Mi madre no podría soportar lo que paso, por favor no lo hagas›
Suspiré. Miré la oficina de la directora y tecleé de nuevo.
‹Trataré, pero no prometo nada.›
‹Gracias›
Caminé hacia mi destino, pensando en qué decirle a la directora.

***

—¿Qué sucedió ayer? —me preguntó ella sin mirarme, más bien, dándome la espalda—. ¿Cómo llegó Sonic a estar en ese hospital?
Estaba sentado frente al escritorio de madera maciza. Ella miraba a través de su ventana, por entre las persianas verde oscuro, que combinaban muy bien con el tapiz verde pastel con diseños de pájaros. Me recordaba a la típica oficina de mafioso italiano, tratando de arreglar algunos asuntos importantes. Incluso ella tenía las manos en la espalda.
Como sea, sentí una presión en mi pecho. No podía creer que estuviera encubriendo algo tan grave como un intento de suicidio. Miré mis manos, buscando la respuesta en ellas. No sabía qué decir.
—¿Y bien? —volteó, impaciente.
Seguí sin decir nada. Ella tamborileaba los dedos sobre el vidrio que protegía la superficie de la mesa, esperando por mí.
—De acuerdo. Quizás esto te haga reaccionar —replicó sentándose y sacando un fólder de uno de los cajones de su escritorio. Me lo lanzó y este cayó en mi enfrente. Asintió una vez, dándome a entender que podía abrirlo.
En este, encontré una pedida de renuncia a mi cargo de capitán.
Me quedé helado. Si es que no decía nada, perdería mi cargo. Pero, si lo hacía, tendría a más de la mitad de la escuela en mi contra, gracias a las influencias de Sonic.
Miré a la mujer en mi frente. Ella me devolvió la mirada. Incluso puedo decir que parecía feliz.
—N-No puedo hacerlo. Lo siento, pero yo...
—Debes hacerlo. Tu puesto está en juego.
«Dios, ¿por qué a mí?»

Blaze's Pov:

No prestaba atención a lo que el profesor decía. No podía parar de pensar en lo que la Directora Alina le estuviera diciendo a Silver. Por un momento, me llegó la idea de que la Directora se había enterado de nuestra relación e iban a expulsarnos a ambos.
—Pasa, pasa. Ponte al día pronto —Silver estaba ya de regreso.
Sin demora, él entró y se sentó a mi lado. El profesor siguió en su problema de dinámica. Le dirigí una mirada curiosa y preocupada al mismo tiempo. Él comenzó a escribir algo con mi lapicero plateado.
‹Más vale que nadie se entere de lo que he hecho.›
Justo cuando iba a escribir una respuesta, tocó la campana de almuerzo. Todos comenzaron a dirigirse a los dormitorios. Él hizo lo propio.
—¡Silver, espérame! —le grité por detrás. Siguió andando como si no le hubiera dicho nada.
—¿Sabes qué pasó con Silver? No es muy común que lo llamen a dirección —preguntó Jade mientras caminábamos hacia el comedor.
Me limité a encogerme de hombros y esbozar una sonrisa. Por dentro estaba muriendo de la vergüenza.
—La verdad es que no me ha contado nada. Ya me lo dirá algún día.
—Ahora todo el mundo esta con el juego del Amigo Secreto para Navidad y el Baile de Año Nuevo. Nadie puede aburrirse aquí —comentó Milk, arrancando un panfleto muy colorido de la pared cerca a la puerta. Asentí y solté una risita sólo para no ignorarla. Empujé la puerta para pasar a comer algo. Lo que encontramos me traumó bastante.
—¡ABAJO! —escuché que nos gritó alguien y vi una sensual tajada de pizza volando hacia mi rostro. Me tiré al suelo y una música épica comenzó a sonar en mi cabeza.
«Chan chan chan chan chan chan chan chan chan niriní nirí tará tará tarán»
—¡POR AQUÍ! —llamé a mis amigas. Comenzamos a gatear hacia una mesa que nos sirviera como escudo mientras comida que pudieron haber comido los niños de África volaba hacia las caras de todos.
En eso, sentí cómo alguien me jalaba hacia una mesa cercana. Milk y Jade me seguían por detrás.
—¡AYUDA, NO SÉ QUE HACER! —Silver estaba embarrado con estofado por todas sus púas. Él estaba con Shadow y Tails delante suyo. Estos dos lanzaban comida como si no hubiese un mañana. Incluso puedo jurar que habían fabricado una ametralladora de comida.
Este mismo ayuda a mis amigas a ocultarse detrás de su mesa. El barullo era insoportable. Él me tomó de la mano sin siquiera pensarlo. Me ruboricé levemente con el gesto.
En eso, la puerta se abrió de golpe, con mucha fuerza. Todo tipo de ruido se paró en ese momento. Sólo se escuchaba el sonido de líquidos cayendo al suelo.
La directora caminó hacia la mesa de los profesores, desde allí contempló el escenario. Negó con gravedad y clavó su desafiante mirada en el chico a mi costado. Silver bajó la mirada de inmediato. Luego, la estampó en Sally. Ella hizo lo propio. Con decepción en la voz, replicó:
—¿Alguien tiene alguien importante que hacer hoy? Cancélenlo. Todos se pondrán a limpiar este desastre ahora mismo. Nadie se va de aquí hasta que todo quede brillante.
Caminó hacia la puerta. Entonces, se volteó y añadió:
—Los capitanes vengan conmigo enseguida.
El semblante del chico que me tenía sujetaba de mano cambió en seguida. Me miró asustado. Si las chicas no hubieran estado allí, hubiera hecho algo muy cursi. Únicamente le mostré el camino que había tomado la directora para que él la siguiese.
Se paró y se dirigió hacia allí. Se encontró con Sally a medio camino y ella lo empujó como si fuera una niña de Kínder. Me di un facepalm mental.
—¿Qué haces ahí parada? Toma y empieza a limpiar —Mina, a la que por cierto no veía desde hace mucho, me lanzó un trapo a la cara y comenzó a patinar lejos de mí.
«Algún día, algún día...»

Silver's Pov:

—¿Qué te sucede? —le reclamé cuando me empujó.
—¿Qué te sucede a ti? Tú empezaste diciendo eso de Sonikku —replicó—. Él nunca tendría porqué tratar de suicidarse teniéndome a mí. Eres un mentiroso.
Traté de evitar gritarle en toda la cara lo que había pasado. Mi corazón comenzó a latir más rápido que de costumbre. Sentía todo en cámara lenta mientras avanzaba hacia aquella malvada mujer.

Love School: Aprendiendo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora