Capítulo 30

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-Esa es- dije apuntando a mi hermana quien se dirigía a su auto.
-Es tan hermosa, son como dos gotas de agua- dijo la abuela con una gran sonrisa pero a la vez con lágrimas en los ojo.
-Tenemos que decirle a mi mamá que mi hermana no está muerta, que la encontramos- propuse
-Pero esto no es una noticia que se deba de dar por teléfono y las cosas no están muy bien en Palencia, tu padre te puede estar buscando -
-Solo me tengo que esconder unos meses en lo que cumplo la mayoría de edad -
-Llamare a tu madre- dijo
Nos dirigimos a la casa, la abuela se enserro en su habitación, creo que la imprecion de ver a mi hermana fue muy grande.
-Tu madre vendrá mañana por la mañana y también tus abuelos-
-¿Que? - dije emocionada
-Las cosas en tu casa están más tranquila al parecer tu padre salio del país junto con su familia - dirijio su mirada a otro lado..
-"Su familia", esa familia a la que no pertenezco - una lagrima rodaba por mis mejillas
-Algunn día tu padre se dará cuenta de la clase de familia que tiene y a la hija maravillosa que tiene- me abrazo

La abuela y yo nos la pasamos acomodando el sótano había cosas del abuelo, cosas que no nos interesaban así que algunas las regalamos, otras las vendimos y otras las tiramos a la basura, lo único que concierne fue unos de sus diarios, me podría ayudar más adelante o eso pensé, después de leer varias páginas me di cuenta que jamás le interese, o mi hermana, fue como si nos hubiera borrado de su vida, ahora yo solo era la hija de Monica y ya.

(...) Antonio

Pase toda la noche pensando, fui un mal padre, yo hice que mi hija se fuera de mi lado, me arrepiento de todo lo que dije, yo la amo es fruto del amor que hubo entre Elizabeth y yo.
A la mañana siguiente di la orden de que ya no siguieran con su búsqueda.
-Hiciste bien en ya no buscarla ella es una mala agradecida - dijo Sarah al lado de mi madre
-Tu no sabes nada, te prohíbo que te expreses así de mi hija- dije enojado
-¿Que aras? - pregunto mi madre
- la dejare en paz, si algún día me la encuentro le pediré disculpas pero se que no regresara, ella se fue por mi culpa-
Ese mismo día decidí hacer un viaje con mi esposa e hija, fuimos a Londres, yo solo quería estar lo más alejado de Palencia, todo me recordaba del daño que le hice a mi propia hija.
(...) Christian
Ella se fue, jamás regresara creo que por una parte es mejor así, yo me casaré con Charlotte, se supone que debo enamorarme de ella pero no puedo, cada vez que lo intento termino amando más a Isabel, me hace tanta falta en mi vida

(...) Isabel
Eran las cinco de la mañana cuando llamaron a la puerta, tocaban tan fuerte que me desperté y fui a abrí.
-Mamá - la abrace en cuanto la vi
-¿No habra un saludo para los abuelos? - dijo la abuela
-Claro que si, muchos abrazos y besos- corrí a abrazarlos-pasen - dije separandome de ellos
-¿Quienes son? - pregunto la abuela Teresa, en cuanto vio quien era se sorprendió - Los esperábamos por la tarde-
-En cuanto me dijiste que mi hija me necesitaba vine enseguida - dijo mamá
-¿Les dijiste eso? - sonrei
-Te lo dije no era una noticia que se deba dar por teléfono - dijo la abuela Teresa
-¿De que hablan? - pregunto el abuelo
-Mamá, abuelos les tengo una gran noticia - dije emocionada
-¿De que se trata Isabel? - dijo Christina
-Cuando llegue aquí me entere de una cosa terrible que hizo el abuelo, me enteré que mi hermana no está muerta, mi hermana vive y está aquí en Madrid - dije feliz.
-¿De que hablas? - dijo mi madre alterada
-Mamá el abuelo nos mintió, la abuela encontró su diario y cuenta cuando el regalo a mi hermana a otra familia, el cuerpo de aquella bebé no es tu hija si no es hija de los padres adoptivos de mi hermana -
-¿Porque mi padre era tan cruel? - dijo comenzando a llorar. - ¿Donde está, tengo que conocerla y decirle que yo soy su madre? - comenzó a alterarse
-No es tan fácil, mi hermana tiene una enfermedad en el corazón, si llegamos y le decimos todo podría alterar su salud - dije preocupada
-¿Que aremos? - pregunto la abuela
-Are que ella me descubra, será mas fácil o eso queremos creer- mire el reloj ya casi era hora de ir a la escuela- pero si no me voy a alistar ahora mismo no alcanzaré a llegar a la Escuela - subí corriendo las escaleras
-No corras- dijo Christina regañando me

Me puse una pashmina en la cabeza junto con unos lentes de sol, solo esperaba que no se asustara al ver otra persona igual que ella
En la escuela todo parecía normal, hasta que senti que alguien choco conmigo
-Perdón-era ella - ¿Te encuentras bien? -
-Si gracias - no podía decir más, estaba hablando por primera vez con mi hermana
-linda pashmina - dijo con una sonrisa
-Gracias-
-Elizabeth, tenemos que ir a clase de calculo-dijo un joven que se acercaba a nosotras
-Nos vemos - dijo mi hermana dirijiendoce a mi.
Revice mi horario y yo tenia calculo asi que me dirigí al salón, pero termine perdiéndome, llegué quince minutos tarde.
-¿Puedo pasar? - dije al profe, era un viejo
-Claro, aún no en piso la clase, puedes sentarte con quien tu quieras. - dijo el
Había tres lugares básicos, las mesas eran de par así que tenía que sentarme con alguien.
-Niña siéntate aqui- dirigí mi mirada así la dueña de la voz y vi que era Elizabeth, sin dudarlo me senté a un lado de ella.
-Señorita... - dijo el profe en mi dirección
-Barnes- termine por el
-En mi clase esta extrictamente prohibido usar lentes de sol, cachuchas, pashminas o algo que me impida reconocerla, así que si es tan hable podría quitarselos- estaba sudando, no quería que me descubriera ahora -, La estoy esperando señorita -
Comencé quitándome la pashmina y luego los lentes, sentí las miradas de todos a mi alrededor, después volteo a ver a Elizabeth quien solo me miraba asombrada
-Tu- dijo ella

No Fue Un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora