Capítulo 37

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Ya era hora de que Christian pasara por mi, me puse un bestido rojo entallado con unos tacones negros. Me despedí de  mi abuela  y me fui de la casa acompañada de Christian
-Te vez sexy- dijo con una mirada encantadora, me abrazo y nos besamos
-¿A donde iremos? - pregunte emocionada
-Eso es una sorpresa- dijo Christian muy misterioso - Subamos al aunto
-¿No me darás ni una pequeña pista? - supliqué una vez  de camino.
-No, porque si lo hago jamás lograrás adivinar.- contestó con una gran sonrisa
Condujo  por unos minutos y nos estacionamos enfrente de un lindo restaurante, uno de los meseron nos escolto hacia una mesa, que tenía una vista hermosa, se podía ver todas las luces de la ciudad.
-Es hermoso- dije a Christian
-Lo se, pero esta no es tu sorpresa- dijo ratirando mi silla para poder tomar asiento
-¿Cual es la sorpresa? - pregunte emocionada
- Esa será después - dijo con una sonrisa
La velada fue hermosa, platicamos reímos, cenamos, era el mejor cumpleaños que podía tener.
-Quiero  vivir el resto de mi vida a tu lado - dijo Christian terminando de cenar.
-Yo igual, gracias por esto. Christian la vista es hermosa- dije volteando a ver el hermoso paisaje pero al regresar mi vista hacia el me di cuenta que ya no estaba en su lugar si no  incado a un lado de mi y con un anillo en mano
-¿Quieres ser mi esposa? - preguntó,  le dedique una gran sonrisa.
-Si, acepto-  me coloco el anillo, enseguida lo abrace, todos en el restaurante nos miraban y aplaudían.
-Te amo- dije  para después darle un enorme beso en los labios.
Regresamos a casa y dormimos juntos, bueno en realidad no dormimos.
A la mañana siguiente llegó mi madre y los abuelos a la casa, me felicitaron y se disculparon por no haber podido estar en mi cumpleaños.
-Enserió lo sentimos mucho- dijo la abuela Christina
--No se preocupen por eso, ya  habrá más cumpleaños.- le di un enorme abrazo.
-Isabel hay algo que queremos decirte- dijo la abuela, dedicándole una mirada a mi madre.
-¿Que pasa abuela? - pregunté
-Tu padre regreso- dijo el abuelo
-¿Antonio? - estaba sorprendida, pero también un poco asustada.
-Si y quiere habler contigo- dijo la abuela
-¿Le dijeron dónde estaba? -  pregunte más  asustada.
-No, hace unos días regreso a Palencia y quiere seguir buscándote para pedirte perdón - dijo la abuela - El esta muy  arrepentido por lo que te dijo e hizo-
-No lo se abuela, tengo miedo de que me rachace cuando se entere de que tengo una hija y de mi decicion de casarme con Christian - dije seria
-No lo ara, habla con el hoy, dale ese regalo de cumpleaños- dijo la abuela
-¿Hoy es su cumpleaños? - pregunte
-Así es, sus cumpleaños son casi el mismo día-dijo feliz - habla con el.
-Pero no se donde encontrarlo- dije nerviosa
-Acaba de comprar una casa en Palencia, sercas de donde vivimos nosotros- dijo la abuela - te daré la dirección exacta
-Esta bien pero primero iré a cambiarme - dije, subía a la habitación y comencé a cambiarme
-¿A donde iras? - pregunto Christian quien traía a  la pequeña Amber en brazo
-Tengo que hablar con Antonio- dije caminando por la habitación
-¿Y que le dirás? - dijo preocupado
-Lo de nosotros y que tenemos una hija y tratar de solucionar las cosas entre nosotros- caminaba como loca por la habitación buscando que ponerme.
-Amor tengo una idea- acostó a la niña en su cuna y se dirigió a mi. - Casemonos hoy-
-¿Qué? -  dije con una gran sonrisa.
-Por el civil, algo íntimo, solo nosotros dos y nuestra hija, así tu padre no podrá separarnos, ¿Qué dices? - lo pensé por un momento pero el tenía razón
-Si Casemonos - le di un gran abrazo.
-en una mochila guarda tus cosas, un bestido o algo, y yo are lo mismo, cada quien se irá por su cuenta, yo llevare a Amber -
-Olvidas algo- lo interrumpi - Tenemos que llevar testigos.
-Tengo un amigo aquí  y puedes decirle a tu hermana  que nos acompañe, pero que no diga nada.
-Excelente idea amor, hay que hacerlo-
Seguimos el plan de Christian, empaque un bestido blando, era muy sencillo pero hermoso,  era largo de tirantez. Una vez que Christina me dio la direccióne diriji al registro civil.
Hay estaban todos y mi pequeña con un hermoso bestido y una diadema de flores.
-Tienes que cambiarte--dijo mi hermana, me acompaño al baño en lo que Christian y su amigo preparaban todo.
-Estoy muy nerviosa pero feliz-
-Y yo lo estoy por ti - mi hermana estaba pernandome, algo sencillo claro.
Una vez que acabamos salí, Christian estaba esperándome en uno de los jardines del registro, tenía puesto un traje azul marino con camiseta blanca, junto a él estaba el juez.
-Te vez hermosa- me acomode a su lado. El juez compensó, Christian y yo solo intercambiabamos miradas.
-Los declaró marido y mujer--dijo el juez una vez que firmamos.
-beso, beso, - gritaba mi hermana y el amigo de Christian, Edder.
Christian me beso, fue un beso cálido y lleno de amor.
-En unos minutos les entregaremos su acta - dijo el Juez una bes que nos separamos.
-Amor, yo tengo que ir con mi padre ahora, si no  tendré que manejar por la noche - dije a Christian.
-Creo que seria mejor que te acompañe - propuso.
-No te preocupes amor, yo iré, tu quédate a cuidar a la niña y a prepararte para tu entrevista de trabajo que es mañana- dije- Y por tu protección ya que Antonio va a quererte acecinar una vez que se entere que nos casamos.

-Tienes razón aquí me quedo, pero vete con mucho cuidado - recomendó
-Si lo are y tu cuida muy bien de esta pequeña- me acerque a Elizabeth quien traía en brazos a mi niña  y le di un beso en su pequeña cabecilla  - Mamá te ama pequeña - dije a mi bebe, salí del registeo.
Me dirigí a Palencia, en el camino iba practicando lo que le diría a Antonio estaba muy nerviosa, repetí una vez más lo que tenía planeado decirle pero sentí como el auto empeso a fallar, intente frenar pero no pude y solo vi como iba callendo  por un barranco.
(...)Christian
Era de noche y no sabía nada de Isabel desde que se fue, todos estábamos muy preocupados por ella,  intente llamarle pero no contestaba, al igual que su madre y hermana. No podíamos localizarla al día siguiente   a primer hora fui a mi  entrevista, mi madre piensa que es probable que la pila de su celular se allá agotado pero si fue así por que no busco otra manera de localizarnos, termine mi entrevista y me dirigí a casa, en cuanto habría la puerta vi a Antonio sentado en la sala.
-¿En donde está Isabel? - pregunte, todos se quedaron callados-¿Que pasa? -
-Isabel no  llego a casa de Antonio - dijo mi madre,  la madre de  Isabel y su hermana solo lloravan
-¿En dónde esta? - pregunte desesperado
-No lo sabemos - dijo Teresa. En ese momento llamaron a la puerta y era un oficial
-¿Aquí vive la señorita Isabel Barnes? -
-Yo soy su madre- dijo Elizabeth  saltando del sillón en dirección a la puerta
-Lamento darles una mala noticia - Todos empezamos a dirigirnos a la puerta -
-¿Que pasa con mi esposa? -pregunté
-A muerto en un accidente de auto - dijo el oficial
-¡No! Mi hija no - grito Eliza, todos empezaron a llorar, sentí que mi mundo se caía a pedazos, no podía ser que la mujer que amo ahora esta muerta.
-¿Cuando podemos tomar posesión del cadáver?- pregunto Antonio
-Lamento decirles que su cadáver se consumió entre las llamas, no logramos salvar más que esto, saco una pequeña bolsa de plástico con el anillo.
-Es el anillo que le regale- dije  - Ella no puede estar muerta, ella no- comenzó a llorar Amber, corrí junto a ella, la tome en mis brazos y comencé a consolarla.- Sabes que mamá te ama mucho y ella nunca nos dejara- comencé a decirle a mi pequeña hija, ella jamas tendrá a una mamá que la vea crecer, jamas podrá sentir uno de los abrazos de su propia madre.
De ahora en adelante tenía que ser fuerte y no solo para salir adelante si no para sacar adelante a mi pequeña Amber, Ella tendría el amor y compañía de todos y se que Isabel nos cuidara en donde quiera que este, nuestro amor jamás terminará.

No Fue Un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora