Capítulo 39

198 7 0
                                    

(...)
Al despertar estaba en un lugar muy extraño, vi a una mujer dormída en un sofá frente la cama,
-Señora, señora- intente despertarla pero no podía levantarme de la cama, ella comenzó a abrir lo ojos.
-Despertaste - dijo emocionada
-¿ Me puede decir por qué estoy aquí? -
-¿No te acuerdad de nada? - pregunto-
-No- respondí frotando mis ojos
-¿De tu pasado o de tu nombre? -.
- No, no recuerdo nada - comencé a asustarme - ¿Cuál es mi nombre? - parecía estar en shock.
-Lauren- comenzó a llorar.
-¿Y tu quien eres? - pregunte
-Soy tu madre, Evelin -
-¿En donde estamos? - pregunte
-En San Francisco California - ella solo me miraba

-¿Cuanto tiempo llevo aquí? -
-Un año-  tomo mi mano.
-¿Que pero que me paso? - pregunte preocupada
-Tubiste un accidente automóvilistico y quedaste en coma - decía no muy segura
-¿viajaba sola? -
-No, ibas con tu padre, pero tu conducidas, ese día te emborracharse y ocurrió el accidente, tu padre murió - comencé a llorar
-¿Como se llamaba mi padre? -
-Hector
-¿Tomaba mucho? - pregunte preocupada, todo era raro, era pregunta tras pregunta.
-Si, aparte eras muy revelde- decía con lagrimas en los ojos
-No quiero regresar a ser esa persona - lloraba
-Yo te ayudare a ser mejor - nos miramos por unos segundos - iré con el doctor a habisarle que despertaste
(...)
Dos semanas después ya me encontraba en casa, aún que no comprendo por que no hay más cosas mías, solo hay unos cambios de ropa y la habitación estaba decorada como si fuera una persona muy solitaria. Mi madre me regalo unas fotos, al parecer era mi padre y mis abuelos, pensé que se me arian conocidas algunas cosas pero no fue así, parecería como si nunca hubiera estado en ese lugar.
Hable con mi madre sobre la idea de ir a la Universidad al parecer estaba por empezar mis estudios en Administración de empresas, antes del accidente, quiero seguir con mi vida como si no hubiera pasado el accidente, pero quería ser mejor y no cometer los mismos errores del pasado.

- Hija, vino alguien a visitarte- dijo mi madre entrando a mi habitación
-No quiero ver a nadie por ahora- dije
-¿No quieres ver al amor de tu vida?- entro un hombre de alrededor de treinta y tantos años
-¿Quien es usted? - pregunte
-Quizás no me recuerdes pero soy Ernesto, tu y yo teníamos una relación cuando Tubiste el accidente - dijo el
-No lo recuerdo pero usted y yo no podía ser por que se ve que usted es más... -
-Grande de edad que tu-termino de decir - Eso jamas nos importo y te suplico que me des una oportunidad para demostrarte mi amor y reenamorarte - tomo mis manos, parecía sinceró.
-Creo que empezaremos como amigos - dije con una gran sonrisa
-Eso me parece muy bien - dijo el con una gran sonrisa

(..)
Mi madre insistía en que tomara clases de inglés pero por alguna extraña razón yo ya sabía hablar a la perfección, así que no hubo necesidad, en la pequeña casa en la que vivíamos teníamos un piano, baje por las escaleras y no se el porque comencé a tocarlo, como si yo supiera hacerlo.
No tenía ninguna duda sobre mi o de mi pasado, quedé en no volver a pensar en eso.
(...) Christian
- ¿Que aras? -me preguntaba Elizabeth
-No lo se- dije muy triste, me habían invitado a formar parte del grupo de docentes en San Francisco California -No quiero dejar a mi hija sola, la rechazare y seguiré buscando -
-Sabes que tiene todo nuestro apoyo- dijo ella - Christian creo que es el momento que reagas tu vida - dijo ella
-No pudo, aún la amo- comence a llorar
-Todos la extrañamos, esta casa no a vuelto a ser la misma desde que ella no esta- lágrimas salían de sus ojos
-Me hubiera gustado que Amber creciera con su madre-dije
-A todos nos hubiera gustado eso - veíamos a la niña jugando.
-¿Como esta Gustavo y Matias? - pregunte
-No dejan de trabajar, pero lo hacen para no pensar que ella ya no está, no los e visto en mucho tiempo, para Gustavo fue doble el dolor, primero enterarse de la muerte de Monica y después lo de Isabel-
-Me quiero morir Elizabeth, no le encuentro ningún sentido a mi vida sin ella -  estaba destrozado
-No digas eso, tienes a una hermosa hija-
-A la cual amo y es mi única razón para seguir de pie, pero si no fuera por ese hermoso regalo que me dejó Isabel, no se que hubiera sido de mi en este año -
(...)
A la mañana siguiente me dirijo a Palencia a hablar con el director del colegio en el cual conocía a Isabel, le pedí que me regresara mi plaza lo cual el enseguida acepto, al parecer necesitaban un nuevo maestro con urgencia, pero me tenía que mudar a Palencia, el lugar donde empezó todo.
Tenía mi casa, y me fui a vivir con Amber. Elizabeth y Teresa se mudaron pero vivían en su casa, junto con mi madre me ayudan con Amber, yo no podía ir a casa de Elizabeth, ya que me traía demaciados recuerdos de Isabel y lo que quería era sólo ser feliz, quedarme con buenos recuerdos pero no recaer en la desprecio, ahora tenía un motivo para seguir adelante y era mi pequeña.

No Fue Un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora