Paso la semana y mañana sería el gran día.
Conseguimos todo lo que necesitábamos, compraron el auto a nombre de la madre de Maddy, tenía que ser un nombre que no estuviera involucrados en todo esto, el abuelo, Gustavo y Lucy estuvieron de acuerdo al saber el por qué tenía que irme de esa casa en cuanto antes.Christian y yo no volvimos a dirigirnos la palabra, él estaba todas las 24 horas con su futura esposa.
(...)
No podía dormir, estaba muy intranquila, tenía miedo que algo saliera mal. Después de unos minutos decidi bajar por un vaso de agua, al entrar a la cocina vi a Christian sentado en una de las sillas de la barra.
-¿Otra noche sin poder dormir?- pregunto sin despegar la mirada de la mesa
-Así es y por lo que veo tú estás igual - respondí tomando un vaso
-Sí, no puedo dormir - respondió con un gran suspiro.
-Es normal, mañana darás a conocer tu compromiso- no dijo nada
-Lo malo es que no me caso con la persona que en verdad amo- me miró fijamente a los ojos
-¿No sientes nada por ella?- pregunté dirigidome al refrigerador, sacando la jarra con agua para llenar mi vaso.
-No, en un tiempo sentí que la amaba pero eso fue antes de conocerte- comenzó a acercarse a mí, pero alguien nos interrumpió.
-Isabel- dijo Christina con un tono firme -Necesito hablar contigo ahora- nos dirigimos a mi habitación.
-¿Que pasa abuela?- pregunte asustada, pensé que me regañaria por verme con Christian.
-Tengo que confesarte una cosa, es algo que jamás se lo he dicho a nadie y no puedo quedarme con las manos cruzadas al ver que tú y Christian renuncian a su amor por una farsa- sus ojos comenzaban a cristalisarce
-¿De qué hablas?- no comprendía lo que trataba de decirme
-Hace años atrás, cuando tuve a Antonio el doctor me dio la noticia de que jamás podría tener hijo- tomo asiento en la orilla de la cama- Eso me destrozo por dentro, yo siempre soñé con tener una familia grande, saber que jamás podía cumplir ese sueño me destrozo- comenzó a llorar
-No llores, pero como vez no fue así, tuviste a Christian y a Lucy - me acerque a consolarla
-No Isabel, ellos no son mis hijo- dijo mirándome a los ojos
-¿De qué hablas?- me aleje de ella
-Carlos y yo decidimos adoptar después de unos años de enterarnos que no podía tener hijos, ellos no son mis hijos-
-¿Entonces él no es nada mío?, podemos ser felices, pero ¿porque Antonio no dijo nada?-
-Él no lo sabe, él ni nadie, ante todos Christian y Lucy son mis hijos, cada vez que viajábamos para realizar los trámites nos perdíamos un año, nadie sabía de nosotros ni siquiera tu padre, él estaba en un internado en Madrid-
-¿Por qué me cuentas todo esto si nadie lo sabe?- pregunte me arrodilla frente a ella
-Porque eres mi nieta y aunque él no sea mi hijo yo quiero que sean felices y sé que lo serán juntos, quiero que su hijo crezca a su lado- comenzó a llorar- No me importa que él me odie cuando se entere que le hemos mentido durante toda su vida-
La veía derramar lágrimas, esto en verdad la lastimaba, yo no podía destrozarle la vida a ella ni a Christian ella tiene razón en cuanto él se entere de la verdad lo destrozara y yo no quiero eso
-Tú seguirás siendo su madre, yo no diré nada y seguiremos con nuestro plan-dije con seguridad
-No, ustedes necesitan estar juntos, el sufrirá sin ti- respondió sin entender mi reacción
-Sufrirá de igual manera si se entera de esto y no quiero que pase por eso, es mejor que todo siga como hasta ahora-
-¿Estas segura de lo que dices?- solo me observaba.
-Sí, lo estoy, ¿Te puedo pedir un favor?- dije poniéndome de pie.
-Claro dime- seco sus lágrimas.
-Te quedas conmigo esta noche, perdimos tanto tiempo separadas y quiero estar con mi abuela esta última noche, no sabremos cuantos días pasen para volvernos a ver- una lágrima acaricio mi mejilla
-Claro que si ven- se acostó conmigo, la extrañaría mucho este tiempo.
A la mañana siguiente ella estaba conmigo y era día de la dichosa fiesta.
-Abuela- la moví lento -tienes que despertarte-se despertó y dirigió su mirada a mi
-Hoy es el día- dijo con un gesto de tristeza
-Si- respondí con un gesto similar
-¿Segura que quieres hacer esto?- cuestiono una vez mas
-Sí, si me quedo el sufrirá, pero tienes que prometerme que tu no dirás nada- solo me miraba
-Isabel - Lucy entró a la habitación -Hola mamá, ¿Hicieron una pi jamada y no me invitaron? - fingió ofenderse.
-¿Que pasa Lucy?-pregunte con una sonrisa.
-Tu madre traerá el auto a las 12 , tenemos que actuar normal hasta esa hora- dijo
En la semana estuve llevando ropa de poco en poco a casa de mis padres para no levantar sospechas y sea más fácil salir de la casa esa noche. Realice mi rutina diaria para no levantar sospechas, la casa estaba repleta de personas quienes acomodaban las cosas para la fiesta.
-Bastarda, pensé que estarías en tu habitación encerrada- dijo Jessica desde las escaleras.
-No me vuelvas a decir de esa manera- dije acercándome a ella- y pues lo estaré pero en la noche así que seguirás viéndome el resto del día.
Estaba dispuesta a dirigirme a mi habita, pero sentí un gran tirón de mi cabello, rodé por todas las escaleras callendo en el último escalón, enseguida sentí un gran golpe en mi vientre.
-No te vuelvas a meter conmigo- dijo Jessica bajando las escaleras.
-Ayuda- grite, no me podía levantar y el dolor cada vez era más intenso.
-¿Qué pasa?- dijo la abuela saliendo de la cocina - Isabel, ¿Porque estas en el piso? - grito preocupada.
-Ella me tiro, ayúdame, me pegue en el vientre- de inmediato ella comprendió
-Que exagerada eres- dijo Jessica cruzando los brazos.
-Cállate estúpida- respondí a gritos - Todo esto es tu culpa-
-¿Qué pasa?- dijo Antonio al llegar a casa junto con Sara
-Papa, ella me dijo estúpida, yo estoy haciendo todo lo posible para llevarme bien con ella pero es ella quien me odia- dijo Jessica actuando como ofendida
-Estoy harto de todo esto Isabel, no sabes cuánto me hubiera gustado que tu no fueras mi hija- grito-que no hubieras nacido-
-Cállate Antoni- dijo mi abuelo bajando de las escaleras- tu estas segado por ellas, Isabel ha sido víctima de tu hija
-No te permitiré que hables así a mi hija- dijo Antonio molesto.
-Isabel también es tu hija-dijo el abuelo
-Pero yo no la quiero- respondió el, en su voz se sentía que cada palabra que decía era con odio.
-Cállate, no sabes lo que dices- dijo Carlos alterado
-Tranquilícense los dos- intervino Christina-Carlos, Isabel nos necesita- ambos se acercaron a mi
-¿Puedes caminar?- pregunto el abuelo, intente levantarme pero sentí como me desangraba, no quería perder a mi bebe.
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No Fue Un Error
Roman pour AdolescentsIsabel conoce a Christian en el aula de clases, se enamorar completamente pero el destino les tiene varios obstáculos, uno de ellos es que el es SU PROFESOR. Tendrán que aprender a defender su amor sobre todas las cosas, aún que no será tan fácil ya...