No Fue Un Error

CAPÍTULO 34

- ¿Que se te ocurre? - pregunte
-Hacernos un cambio de look para esta noche, ¿Que dices? - dijo emocionada, lo pensé por unos momentos
-Claro que si - dije emocionada
Nos dirigimos a un salón de belleza, decidimos pintarnos el cabello un rojizo, pedimos el mismo maquillaje y peinado, todos se sorprenderian esta noche.
Llegamos a la casa, Matia ya estaba arreglado
-Si son dos gotas de agua- dijo Matias en cuanto nos vio
-Gracias papá - dije
-¿Papá? - pregunto Elizabeth
-Si, cuando me entere de los resultados de ADN quedamos que aun así seríamos padre e hija- mire a Marías con una gran sonrisa.
-Tu también puedes ser mi hija si eso es lo que quieres-dijo Matias a mi hermana
-Si, me gusta la idea papá - dijo mi hermana y le regalo un gran abrazo
-Si no fuera por esa hermosa barriga de embarazada serian totalmente iguales - dijo la abuela bajando las escaleras
-¿Me acabas de decir gorda?-fingí estar ofendida
- Pero una gorda muy linda- dijo en risa mi abuela, terminamos de arreglarnos y nos dirigimos a la casa de Elizabeth, ambas llevábamos un vestido similar.
Encuanto llegamos nos dirigimos a la habitación de Elizabeth, no queríamos que nadie más nos viera, Elizabeth quería darle la sorpresa a su hermana mayor.
-Elizabeth podrías habrír, es tu hermana- dijo Victoria del otro lado del pasillo
-Ya es hora-dijo Elizabeth, bajamos las escaleras, yo poco a poco pero ella parecía un rayo, pero me espero hasta que bajara para poder habrír la puerta
-Sorpresa - dijimos las dos al abrir la puerta, cuando vi quienes eran no podía creerlo, parecía como si el destino estuviera jugando conmigo
-¿Que haces aquí? - pregunto Christian, yo solo me quede callada, me miro de arriba a abajo - Isabel estas embarazada - ambos se sorprendieron.
-Yo soy Isabel - dijo mi hermana
-perdón es que son tan parecidas - Dijo Christian mirándonos a ambas.
-Si no te preocupes - dije
-¿Que hacen en la puerta pasen? - dijo Victoria al bajar las escaleras
Sin pensarlo dos veces me dirigí con mi abuela y Matias
-Tenemos que irnos - dije una vez que llegue con ellos
-¿Porque? - pregunto la abuela
-Christian esta aquí - estaba nerviosa
-¿Que? - dijo Matias
-Teresa - dijo Christian entrando a la habitación
-Siganme la corriente - dije-Ella es la abuela de Isabel y el es nuestro padre Matias -
-Ya nos conocíamos - dijo Christian abrazando a la abuela.
-¿Que hacen aquí? - pregunto Christian a la abuela y Matias.
-Lo que pasa es que encontré a mi hermana gemela - dijo Elizabeth señalandome
La señora Victoria pensó que todo esto era una broma.
-Veo que no te a servido toda la educación que te han dado mis padres, ya que saliste con tus cosas - dijo Charlotte una vez que estábamos en la mesa
-Perdón hermana pero eso a ti no te importa - respondí, Christian solo me miraba con una gran sonrisa mientras Charlotte estaba impresionada- Si me permiten iré al baño-dije levantándome de la mesa
-Yo te acompaño Elizabeth - dijo mi hermana. Una vez en el baño comenzamos a hablar.
-Tengo que irme, me descubrirá-comencé a decir
-No te puedes ir, es más probable que sospeche, sera muy raro que Elizabeth se valla de su propia casa y se quede Isabel - respondió con ironía.
-Tienes razón, ¿Que hago? - dije preocupada
-Tenemos que seguir con esto, pero dime ¿Quien es el?,¿Es el mismo Christian del que me contaste? - pregunto
-si, el es el padre de mi hijo - dije en voy muy baja
-Entonces ¿Charlotte es la mala? -
-Si, lo siento mucho - dije, sabía que ella sentía un gran aprecio a su hermana aunque no le fuera correspondido
-Charlotte es capas de cualquier cosa por conseguir lo que quiere, ahora regresemos - dijo mi hermana con seriedad

Salimos del baño y un gran cuerpo nos impedía el paso
-Se que tu eres Isabel - dijo Christian en mi dirección
-No, yo soy Elizabeth- trate de negarlo
-No, tu eres Isabel, reconocería tu mirara, tu voz en cualquier lugar. - dijo, no se como lo hice pero logré quitarlo de mi camino, me dirijo hacia el auto de la abuela y comencé a conducir camino a casa, "Me encontró y querrá separarme de mi bebé" fue lo que pensaba en esos momentos.

En cuanto llegue a la casa fui a mi habitación, fue cuestión de tiempo para que llegara la abuela.
-¿Hija que pasó? - preguntó Matias
-El me encontró y querrá quitarme a mi bebe- dije en llanto mientras me sentía a en una orilla de mi cama.
-¿Ese hijo es mio? - pregunto Christian entrando a mi habitación
-No, este bebé solo es mio- respondí alterada
-Isabel tenemos que hablar sobre esto- comenzó a acercarse a mi.
-Tu y yo no tenemos nada que hablar, tu estas apunto de casarte así que hazme un fabor y déjanos a mi hijo y a mi vivir en paz- me puse de pie.
-Creo que es mejor que te vayas- dijo la abuela
-Lo are pero voy a regresar, me escuchaste Isabel - dijo en voz alta y firme. Se marchó.
-¿Que es lo que aras ahora? - me pregunto la abuela
-Regresar a Palencia - estaba muy alterada.
-No- dijo la abuela enojada
-¿No? - estaba confundida
-Debes dejar de huir, tienes que afrontar la realidad, siempre sales corriendo en vez de quedarte y enfrentar lo que la vida te depara, ese bebé es su hijo, el tiene el mismo derecho que tu a estar con el - Dijo la abuela enojada, ella tenía razón tenía que dejar de huir, pero no podía enfrentar a Christian por ahora, mi salud y la de mi bebé era mi prioridad.
Pasaron tres días , el siempre estaba merodeando por la casa, sin faltar todos los días a todas horas preguntaba por mi, la abuela me negaba el jamás se rendía siempre regresaba.
Christina vino de visita por unos días y al ver a su hijo preguntando por mi a cada hora me volvió a ofrecer el decir la verdad, pero yo me negaba.
Una mañana me despertaron unos gritos
-Tengo que verla, tengo que hablar con ella - era la voz de Christian
-Y lo aras solo que por ahora esta descansando - decía la abuela Teresa tratando de calmarlo.
-Ella me esta evitando- dijo el, me diriji a las escaleras, ahí estaba Christina dando vueltas en círculos - Sólo dígale que la amo, por ella termine mi compromiso con Charlotte - comencé a llorar - La amo a ella y a mi hijo, no me importa que nuestra misma sangre corra por nuestras venas - Christina sólo me miraba, cuando Christian se dio la vuelta fue cuando Christina habló.
-Te equívocas -