Capitulo 14

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El día transcurría más lento de lo normal para Enid; quien ni siquiera desayunó por no ver a Pitch. Estaba débil, aun le dolía el cuerpo y tenia moretones, su labio tenia un corte, tenia la mirada perdida y sumergida en sus pensamientos.

-*Jack... hace tres años cambiaste mi vida, justo cuando creí que nunca seria feliz y que siempre estaría sola. Tu me hiciste sentir que yo valía algo, pero, la realidad era que yo no podía merecer nada de eso, hace tres años también me trajeron aquí, haciendo que mi mundo se volviera un completo infierno. Comencé a  cantar en el pueblo con la esperanza de que me encontraras; cada día cantaba a cambio de soportar torturas y daños físicos y psicológicos. Hace un año perdí por completo esa esperanza, perdí los deseos de vivir y de sentir, ésta es la ultima canción que te escribo y la ultima vez que canto, aun sabiendo que es posible que ya no me estés buscando, te deseo lo mejor, pero yo ya no puedo esperarte, ya no más*.- Pensaba Enid intentando con todas sus fuerzas no llorar-.

Por fin la hora había llegado...

Enid respiró hondo, estaba asustada, después de mucho, tenia miedo, pero, ya no había marcha atrás.

-Vamos Nero- salió de su habitación; había pesadillas vigilandola, esta vez no lo permitiría, Enid congeló todo a su paso y salió lo más rápido que pudo de ahí junto con Nero-.

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Enid volvió una vez más a ese callejón del pueblo, se puso una capucha negra, sentía como el corazón le latía tan fuerte que parecía que cualquiera podría escucharlo a lo lejos. Recordó la primera vez que estuvo ahí y, era tan triste pensar  que sus esperanzas fueron inútiles; ver a Nero, quien la veía con tristeza, ella lo abrazó lo más fuerte que pudo.

-Nero, llegó la hora- le dijo sin dejar de abrazarlo-. Te agradezco por siempre estar ahí para mi y ayudarme, pero es hora de que esto termine- lo soltó y tomó entre sus manos la cabeza de esa pesadilla-. Ahora escúchame bien, cuando todo esto termine debes escapar, si Pitch te encuentra va a eliminarte y no deseo eso, tu no eres como las demás pesadillas... Tu puedes ser libre...- dijo al darse la vuelta-.

Nero estaba inquieto, pero no podía hacer nada, él quería a Enid y él más que nadie sabia todo lo que ella había sufrido.

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Los guardianes se encontraban sobre un techo esperando a que Enid apareciera.

-Jack, ¿estás seguro de que ella aparecerá?- Preguntó Hada preocupada-.

-Eso espero- dijo inquieto-, necesito sacarla de aquí-.

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Pitch se topó con sus pesadillas congeladas, sintió como se apretujaba su corazón, casi por instinto fue a la habitación de Enid.

-¡¡¡ENID!!!- Gritó, la desesperación se apoderó de él-. ¡El pueblo!- Pitch salió casi a mil por hora-.

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En el pueblo salió Enid del callejón y se paró frente a aquella fuente. Jack la miró y se asombró.

-¡Ahí está!-

Leyenda de un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora