Capitulo 18

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En el cielo se dejaba ver la hermosa Luna llena, que comenzaba a dar un resplandor único, era casi mágico, aquel brillo platinado adiamantado se posó sobre Enid.

... Poco a poco el cuerpo de Enid comenzó a elevarse saliendo de aquella caja de cristal, Jack intentó detenerla al creer que la Luna se la llevaria para siempre, Conejo lo detuvo creyendo que tal vez eso es lo que pasaba al morir...

-No chico, la Luna sabe lo que hace- tranquilizó a Jack-.

De pronto ese resplandor se tornó incandescente que duró unos cuantos segundos que parecieron eternos para los guardianes.

Al cesar aquel resplandor, los guardianes pudieron visualizar a Enid recostada sobre la nieve, lo que confundió a todos, Jack se apresuró para llegar a su lado...

El chico se hincó a su lado y la miró pálida, pero... era una palidez distinta, sus labios volvían a tener ese color rosado rojizo de antes, Jack casi queda en shock al ver como el pecho de Enid subía y bajaba sutilmente y como su respiración se transformaba en vapor por causa del frió.

-Está... respirando...- susurró incrédulo y no fue hasta que vió a Enid hacer ligeros gestos en su rostro- ¡ESTA RESPIRANDO!- gritó eufórico a los guardianes-.

-¡Qué!- dijo Hada confundida-.

-¡Imposible!- exclamó Conejo incrédulo-.

Todos se arrodillaron alrededor de ella.

...Enid sintió el aire frió entrar por su nariz, comenzó a sentir sus parpados más ligeros. Poco a poco abrió sus ojos para encontrarse con unos guardianes mudos de impacto. Ella los miró a todos con confusión. 

-¿Chicos?... ¿Qué pasa?... ¿Dormí mucho?- pronunció con inocencia hasta que recordó adruptamente, tocando su abdomen con miedo para encontrarse con la sorpresa de que su herida no estaba- Pero... yo morí- dijo temerosa y confundida-.

La Luna volvió a brillar haciendo que los guardianes y Enid la miraran curiosos y fue esa la primera vez que todos pudieron entender el mensaje.

-Guardianes, creo que en estos momentos deben tener muchas preguntas pero, lamentablemente sólo puedo responder lo siguiente... Enid- dirigiéndose a ella-. Desde tu llegada a éste mundo, fuiste elegida para ser un guardián, pero, todo debía ser diferente, debía ser ya que hubieras vivido mucho más, el hecho de que tu y Jack se encontraran cambió todo el plan. Pero no todo es malo, porque tanto Jack como tu se sentían solos y, al conocerse lograron complementarse, por eso al liberar tu poder en tu forma humana pude otorgarte otra oportunidad al lado de los guardianes, ya que, con tu corazón tan sincero, puedes complementar el poder de Jack Frost.

Guardianes... De ahora en adelante Enid forma parte de ustedes...- La Luna por primera vez se había dejado escuchar dándoles tranquilidad-.

Enid los miró- Chicos... -No pudo terminar debido a que todos la abrazaron con lagrimas-.

-Bienvenida a casa- dijo Norte haciendo que todos la soltaran-.

Hada la miraba con mucha atención.

-¡Enid! ¡Tus ojos!- dijo con asombro-.

-¿Mis ojos? -dijo- ¿Qué tienen?-

-Ahora son grises- se acerco para observarla-.

Todos le pusieron más atención, su cabello era igual, su piel era más blanca, casi platinada y tenia unos hermosos ojos grises.

-¿Huh? ¿Me veo diferente?- cubrió su rostro- ¿Es raro?-

Jack se acercó a ella y tomó su manos descubriendo el rostro de Enid.

-No importa si cambiaste un poco, eres la misa Enid de la que me enamore- le dio un suave beso, tener a Enid en sus brazos era algo que creyó jamas volver a sentir, por lo que no resistió más-.

Los guardianes estaban sonrojados por tal escena, hasta que Conejo aclaró su garganta.

-Creo que nosotros iremos a... -decía esperando que se le ocurriera algo- a... a preparar la fiesta de bienvenida- dijo apenado-.

-Si, si la fiesta- dijo Norte llevando a todos dentro de la casa

Leyenda de un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora