Mis piernas adoloridas pasaban a un segundo plano mientras pedaleaba en dirección a la casa de Spencer, me estaba imaginando lo peor y eso solo hacía que pedaleara aún más rápido para llegar lo más pronto posible.
Cuando llegué a su calle me bajé de la bici para poder ver bien. Liam me había explicado que era el tercer bloc y su departamento estaba en el tercer piso número #23. Cuando estuve en el bloc correspondiente miré hacia arriba para ver si había luces encendidas, estaba todo apagado así que dejé la bici bien amarrada en un cerco. El auto estaba en el estacionamiento así que suponía que debía estar en casa o eso esperaba.
Subí hasta el tercer piso casi corriendo y cuando llegué fui al lado izquierdo, ya que la numeración iba en aumento para ese lado.
-veinte... veintiuno...-encontré el departamento de Spencer y comencé a dudar de si fue una buena idea justo cuando estaba parada frente a la puerta.
Tal vez solo se vino a casa más temprano o estaba con su familia y yo parecería una loca aquí sin invitación, no entendía por qué no había pensado en eso antes de salir de casa y no ahora.
Comencé a darme la vuelta, pero la puerta se abrió de golpe y Spencer chocó conmigo antes de levantar la cabeza, se veía apurado y confundido. El bolso que traía se cayó al chocar ya que sus manos estaban en mis hombros y el bolso en el suelo.
Tardé poco en darme cuenta de que sus ojos estaban hinchados y enrojecidos, había estado llorando.
- ¿Alex? -me miraba como si no se lo creyera, levanté mi mano para acariciarle el rostro, se veía tan apenado que me partía el corazón.
- ¿Spencer que pasa? -él se me quedó mirando unos segundos antes de abrazarme con tanta fuerza que sentí mis huesos sonar, pero le devolví el abrazo- ¿Spencer?
Escuché un sollozo salir de su garganta y mis ojos se llenaron de lágrimas, Spencer estaba llorando en mis brazos y no tenía idea de por qué.
- Spencer, me asustas ¿qué sucede? -lo abracé lo más fuerte que pude, él no era capaz de contestarme solo lloraba.
Comencé a acariciarle el cabello mientras le decía palabras tranquilizadoras, me controlé mucho para no llorar yo también, pero no pude evitar que unas lágrimas se escaparan de mis ojos, verlo así era algo fuerte para mí. Generalmente era Spencer quien me consolaba y me sostenía a mí y no yo a él.
Estuvimos así un buen rato antes de que dejara de llorar y se separara de mí, su pecho subía y bajaba y odiaba verlo tan malditamente desesperado, le sequé unas lágrimas con mi dedo y lo miré directo a los ojos.
- Te quiero -él abrió los ojos sorprendido, él ya había dejado claro sus sentimientos hacia mí, pero yo jamás le había dicho que me gustaba o algo. Y no tenía idea de en qué momento había empezado a desarrollar este sentimiento hacia Spencer, pero mierda, sí lo quería y me dolía mucho verlo de esta manera. El trató de esbozar una de sus lindas sonrisas, pero no tuvo mucho éxito.
- ¿Podrías, por favor repetir eso? -me acerqué a él y le di un tierno beso en los labios.
- Spencer Smith, te quiero... mucho -esta vez no hubo sonrisas ni nada, simplemente se acercó a mí y a pocos centímetros de mis labios habló sin romper el contacto visual.
- Te quiero -dijo antes de besarme. Su beso era lento como si estuviera disfrutando cada segundo del momento, jamás le había dicho a un chico algo así. Pero Spencer no era cualquier chico y él se merecía totalmente esas dos palabras.
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prometo quedarme
Teen FictionAlex deja que te explique...-tarde. mi puño choco justo en su mandíbula enviando un condenado dolor por toda mi muñeca. -¡mierda!-grite llevando mi mano a mi pecho como esperando que eso hiciera que el dolor parara. -¿Alex estas bien?- comenzó a a...