Spencer me miraba de vez en cuando mientras manejaba en dirección a la casa de Ignacia, ya toda la emoción del momento se había esfumado y no porque yo quisiera sino porque él lo detuvo. Okey, ahora parezco una loca del sexo.
- ¿Estas bien? -preguntó Spencer al ver mi ceño fruncido y yo lo miré con una sonrisa fingida.
- ¿Te refieres a si mi virginidad sigue intacta? -dije sarcásticamente, él abrió los ojos de golpe, creo que no se esperaba eso- Sí, está bien -me sentía frustrada en este momento.
- Alex, yo... -se pasó la mano por el pelo desordenándolo aún más-. No sé qué decirte.
- No digas nada.
- No quiero que sigas enfadada conmigo -lo miré y esta vez le sonreí de verdad, no estaba enfadada con él, creo que solo me sentía como una niña a la que le acaban de decir que no podrá salir a jugar con barro.
- No lo estoy Spencer -el asintió y estacionó fuera de la casa.
Todas las luces estaban apagadas y el lugar estaba en absoluto silencio.
- ¿Quieres hablar sobre lo que pasó en la playa? -él se veía más nervioso de lo que pensé.
- ¿Quieres hablarlo? -vi cómo se encogió de hombros.
- Tú me gustas y ya te lo había dicho y lo que pasó no sé en qué nos deja -me estaba mirando, pero yo no era capaz de responder. Tal vez solo necesitaba dormir y pensar las cosas-. No quiero que por esto dejes de hablarme nuevamente.
- Creo que debemos ver qué sucede con el tiempo -Spencer se veía sorprendido.
- ¿Tú quieres que suceda algo? - no tenía idea de qué era lo que quería. Pero sí me sentía atraída por él.
- ¿Tal vez? -una sonrisa se formó en su rostro, parecía que se le partiría la cara- Ya me voy.
Me acerqué para darle un casto beso y bajar del auto. Hablar esto se me estaba haciendo incómodo y necesitaba pensar con claridad, Spencer se quedó estacionado hasta que logré abrir la puerta de la casa con la llave que Sam había dejado para mí en la entrada.
Mientras subía las escaleras aun sentía que me tambaleaba, pero logré llegar a mi cuarto sin caerme o botar algo, ni siquiera me moleste en sacarme la ropa y solo me tire a la cama como un peso muerto, fue peor. Todo comenzó a darme vueltas como si la cama estuviera girando y no tengo idea cómo llegué tan rápido al baño, pero fue el tiempo justo para vomitar todo dentro del inodoro.
¡No volvería a tomar!
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prometo quedarme
Novela JuvenilAlex deja que te explique...-tarde. mi puño choco justo en su mandíbula enviando un condenado dolor por toda mi muñeca. -¡mierda!-grite llevando mi mano a mi pecho como esperando que eso hiciera que el dolor parara. -¿Alex estas bien?- comenzó a a...