Prólogo

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Park Chanyeol era un chico inteligente.

Lo suficientemente inteligente para entender lo que acababa de decir su médico de cabecera, el Dr. Kim WooBin y que por consiguiente, los análisis de sangre que se había hecho hace un par de semanas, a causa de, intensos dolores de cabeza que estaba sufriendo ya de manera frecuente, respaldaban lo ya dicho.

Leucemia

Cáncer de sangre, a fin de cuentas.

No era la migraña que Chanyeol hubiera deseado tener en ese momento, estaba enfermo, cada célula de su torrente sanguíneo se estaba volviendo cancerígena.

¿Como era que le ocurría esto, precisamente a él?

El estudiante y ser humano mas insignificante que se podía encontrar. Quizás esto era una especie de karma o pago por todas las veces que se quedo dormido en la clase de electrónica.

-Señor WooBin, esto, esto es una broma, ¿cierto?- decía Yeol con un moderado tono de burla- No me diga que se presto para un programa de bromas pesadas como los que salen en televisión. Okay, ya dígame, ¿donde esta la cámara?, porque usted es uno de los mejores comediantes y actores que he visto- reía con nerviosismo.

Mientras que el pobre chico seguía encasillado en descubrir las cámaras, el doctor no se molestaba en hablar, puesto que comprendía y entendía que era una manera que su no tan pequeño paciente recurría por aliviar el estrés y dolor que empezaba a traspasar mas allá los niveles físicos.

-Chanyeol, me encantaría decirte que esto es una broma, pero no, ciertamente, estas en la primera fase de leucemia, asi que considerando que has sido detectado a tiempo, podemos canalizar tu situación y ayudarte con tu tratamiento, obteniendo mas de un 50% de éxito en respuesta- sonreía el médico Kim con pena.

Por desgracia, Chanyeol se encontraba, se encontraba físicamente en el consultorio, pero su cabeza en otro lado, escuchando las palabras del doctor, tratando de comprenderlas, pero sin querer asimilar su situación, es decir, ¿en que momento la vida le empezó a jugar tan sucio?.

Sus ojos eran parecidos a los de un pez muerto, apagados y sin emoción, enfocándolos a perderse en la nada, perdido en sus emociones y a la vez en seguir escuchando al doctor hablar.

-Como eres menor de edad, me temo que tendré que informarle sobre esto a tus padres mas tarde y poder gestionar lo necesario y poder iniciar tu tratamiento lo mas pronto posible.- terminaba de decir el doctor.

-¿A mis padres? - preguntaba el chico enfermo. El medico asintió con la cabeza.

- Por favor no les diga nada aun, déjeme comentárselos yo por favor- decía con tranquilidad.

- Esta bien, pero la próxima vez no te quiero ver por aquí solo, ¿me entendiste?- cuestionó el médico con una de sus gruesas cejas alzadas.

-Claro que si señor, bueno, si es todo, yo me retiro señor- decía con apuro mientras guardaba los análisis y el dictamen de prueba en su mochila y se disponía a salir de aquel lugar.

-Espera un momento niño, dejame prescribir una receta con vitaminas por el momento, y no te vayas a preocupar por las citas, que desde hoy, estas agendado de manera mensual con la secretaría de entrada y con el especialista, ¿okay? - argumentaba el doctor Kim mientras escribía la receta médica de su paciente.

-Entonces hasta luego Doctor Kim.- decía Yeol.

-Hasta luego Chanyeol.- se despedía el médico.

Posteriormente, Chanyeol salio lo mas rápido de ahí, sentía que el aire en sus pulmones disminuía, la garganta se le cerraba y su nariz no podía inhalar ningún gramo de oxígeno.

Se dejo caer en un parque cercano a la clínica del hospital.

El día en realidad era precioso, pero no para alguien que le acababan de avisar que tiene cáncer.

Con un suspiro al aire, Chanyeol le preguntó al vació y a las flores:

- ¿Y ahora que sigue?.

Problemas y algunas píldoras [Chansoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora