Narra Vera
Después de desayunar con Jack volví a mí apartamento. Me tiré en el sofá y suspiré. ¿Qué había echo anoche? Cogí el teléfono y lo llamé.
-¿Si?
-Sam...
-Dime.
-Tenemos que hablar.
-Ahora estoy en el estudio con Derek. Salgo en media hora.
-Vale.
-¿Voy a tu apartamento?
-Sí, chao.- colgué el teléfono y cerré los ojos.
Las imágenes del taxi vinieron a mi cabeza, cómo me besaba... Luego subimos a mi casa en ascensor, donde no paró de besarme. Tardé un poco en abrir la puerta porque el no dejaba de darme besos en el cuello. Entramos. Me llevó en sus brazos hasta la cama y me tumbó. Me desnudó y yo a él. Lo hicimos, varias veces. Y me gustó, no sé si por el efecto del alcohol o la droga, pero me gustó.
El timbre de mi casa sonó y me levanté a abrir, era él. Lo dejé pasar.
-Pensé que venias en media hora.
-Acabamos pronto.- nos sentamos en el sofá separados. Lo miré.
-Sam, yo...
-Vera siempre me gustaste. Cuando estabas con Gilinsky me enamoré de ti y tú no te diste ni cuenta. Nunca dejé de estarlo. Quiero a Stass pero no como te quiero a ti. Si me das una oportunidad, te prometo que la aprovecharé. Dejo a Stass por ti.
-¡No! Stass es mi amiga y Gilinsky el tuyo. Escucha, lo de ayer fue un tremendo error. No tendría que haber pasado.
-Reconoce que te gustó...
-Me gustó, mucho, pero no quiero hacer daño a nadie. No quiero herir a G, ni a Stass.
-¡Me estás hiriendo a mí y a ti misma al estar con alguien al que no quieres!
-¡Quiero a Jack!
-Lo único que te une a él son los recuerdos, no lo quieres. Si no, ayer no habríamos echo nada.
-Quiero a Jack.- dije mirándolo.
-Deja de mentirte a ti misma Vera...- nos mantuvimos en silencio unos minutos.- Dame una oportunidad, por favor.
-No...
-Por lo menos, déjame hacerlo una última vez, la última.- lo miré y me sequé las lágrimas. Esa idea tampoco me descontentaba, sonreí y me puse encima de él. Rodeé su cuello con mis brazos y lo besé. Empecé a mover mis caderas y ya podía notar el bulto en su entrepierna.
-La última Sam.- le dije al oído.