Narra Vera
Entré en su casa después de saludarla y vi a todas las personas que estaban allí. Saludé a Kelsey, a Stass y a más chicas que consideraba amigas/conocidas. También saludé a Dom y a Jc y a Chelsea. Di una vuelta para ver si me faltaba alguien por saludar, vi su espalda y lo reconocí. Caminé hasta donde estaba y salté a su espalda.
-¡Jack!- escuché como se reía y sonreí.
-¡Vera!- me bajó y me abrazó muy fuerte. De echo me levantó un poco del suelo. Cuando nos separamos también saludé a Johnson y a Bazzi.
-¿Qué tal el tour?
-Genial.- me dijeron los dos a la vez y sonreí.
-Yo ya tengo mi entrada para el de Los Ángeles.- se rieron.
-¿Y tú qué tal por aquí?
-Bien, un poco aburrida.
-¿Ninguno de los chicos estaban aquí?
-Cameron anda desaparecido, Nash está haciendo proyectos, con Shawn coincidí algunos días y Matt estuvo de viaje pero también estuve bastante con él.
-¿Y qué tal en tu carrera?- me preguntó Gilinsky.
-Progresando.
-Quiero ser el primero. ¿Pinky promise?
-Pinky promise.
-¿Conoces a nuestra telonera? Se llama Olivia y, espera que te la presento.
-Ya la conozco Johnson. La saludé al llegar.
-Es cierto, no recordaba que conoces a todo el mundo.- me reí y los volví a abrazar.- ¿Juegas al beer pong?
-Vale.
-Bien, entonces vas con Bazzi, G y conmigo; contra Kian, Skeez, Bobby y Corey.- asentí aunque no me sentía del todo cómoda con la situación.
Nos pusimos a jugar y el equipo en el que iba acabó ganando. La cara que se le quedó a Kian fue genial, digna de una foto.
Salí a la terraza a fumar y después de que yo saliera, una persona salió y se puso a mi lado. Me giré y lo vi.
-¿Tienes otro?- negué con la cabeza pero le pasé el mío. Le dio una calada y me miró. Yo a él no lo miraba.- Te ves bien.
-Gracias.
-Vi lo que pusiste por Twitter.
-Creo que nuestros fans lo necesitaban.
-Siempre supiste lo que hacer en situaciones como esas.- le pasé el cigarrillo otra vez.- Hacía mucho que no nos veíamos. ¿Está todo bien?
-Perfecto.
-Me alegra saber que has pasado página...- me devolvió el cigarrillo y le di la última calada. Lo aplasté contra el cenicero y le di un sorbo a mi cerveza.
-Te sonará gracioso, pero creo que nunca pasaré la página.- le dije mirándolo a los ojos y salí de allí.