Capítulo 13

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Al momento que apagaron las pantallas todos se quedaron sin habla, sus amigos habían sido capturados y dos eran controlados por el enemigo del cual no sabían nada.

— Demonios, debimos estar más atentos a nuestro entorno.- decía Gokudera.

— Aunque lo hubiésemos hecho tal parece que este tipo tenia a algunas personas controladas en la escuela; debemos revisar todo.- dijo Reborn.

— Parece que tenían planeado todo.- menciono Yamamoto.

— Búsquenlos en áreas fuera de la escuela.- ordenó Reborn.

Todos se fueron a excepción de Tsukishima, Hibari y Midoriya que estaban todavía con algunas heridas graves. Reborn se habían ido a la oficina principal de la escuela para revisar los archivos de los nuevos alumnos y los maestros de otros edificios.

— ¿Cómo es posible controlar a una persona con tu habilidad?

— Yo puedo responder eso Midoriya Izuku.- la pantalla se prendió nuevamente dejando ver una persona con capa negra y antifaz del mismo color. — Sorpresa.

— Devuélvenos a nuestros amigos y a los demás estudiantes.- dijo enojado Midoriya.

— ¿Por qué debería hacerlo? Después de todo ellos están aquí por su propia voluntad no es así chicos.- a su lado aparecieron sus amigos secuestrados.- Ven si ellos quisieran ya se hubiesen podido ir.

— Algo les has hecho maldito.- dijo Tsukishima.

— Claro que no, Hinata ven un momento.- los tres vieron con Hinata caminaba hacia el encapuchado. — ¿Quieres volver a casa?

— No, ese lugar es de lo peor.- dijo de manera indiferente.

— Ese no es Hinata, se parece, pero...

— Claro que soy yo Kei.- le interrumpió Hinata. — Aunque esta persona tuviese la habilidad para copiar la apariencia de las personas, ésta no puede copiar la habilidad. — Hinata hizo los mismo conejos de oscuridad que le había mostrado una vez a Tsukishima. — Lo vez, soy real y me alegro que me hayan rescatado de ese lugar. Nosotros estamos mejor aquí que con todos ustedes.

Sin duda había dejado a todos del otro lado de la pantalla sorprendidos, sus amigos ya no parecían controlados sino más bien por voluntad propia.

— Omnívoro, ¿vas a traicionar a tu familia?

Si bien Hibari sabía que Tsuna peleaba siempre por proteger a los demás, nunca se atrevería a traicionarlos. Pero el mensaje que recibió no fue lo que esperaba.

— Ay Kyoya, como tú lo dijiste siempre tengo que estar sacrificándome por los demás, pero ¿cuándo puedo pensar por lo menos un poco en mí? Ya que al ser un usuario con la llama del cielo tengo más responsabilidades.- tomo un respiro y cerró los ojos. — Usted que tiene la llama de la nube y como mi padre una vez me dijo si no me equivoco, puede moverse de manera libre. Y yo solo por ser el cielo debo aceptarlos, vaya que eso si me tiene harto.

Hibari permaneció callado y Tsuna solo se retiró con una sonrisa burlesca.

— Bueno, nos hemos desviado del tema principal.- rio el encapuchado. — Los pude controlar porque ellos me dejaron entrar a su mente, él cómo, descúbranlo por ustedes mismos.

La pantalla se apagó, Reborn llego y Midoriya le contó lo que había pasado unos minutos atrás.

— ¿Estás diciéndome que todos los que desaparecieron están de su lado por voluntad propia?

— Eso temo.

— Si fuese así, ¿Por qué pelearon contra él en un principio?

— Dijo que Hinata y Tsuna le habían dejado entrar a su mente.- respondió Tsukishima.

— Entonces puede que cuando le enterró la espada a Hinata y le disparó a Tsunayoshi haya podido entrar.

— Tsuna, si parecía otra persona.- comento Midoriya y relato algunos detalles que había estado observando mientras hablaba.

— Debe haber algo más, ninguno de los otros hablaron.

— ¿Qué tal si solo puede controlar a dos personas a la vez? – Menciono Hibari ganándose la mirada de los otros. — Tal vez solo puede controlar los pensamientos de este y como a los herbívoros ya los había herido ya los tiene en su poder, mientras que los demás solo estaban parados.

— ¿Y por qué dos?

— Simple, como dijeron antes; ellos eran los únicos que hablaban, pero el otro tipo estaba callado como si estuviera concentrándose.

— Bien, hay que informales a los demás sobre lo que tenemos ya luego descubriremos en donde los tienen.

Mientras ellos les hablaban a los demás, en lo que parecía una fábrica se podía escuchar a varias personas maldiciendo.

— ¡Yo jamás traicionare a mi familia! ¡Prefiero morir a hacerlo! – gritaba Tsuna desde una celda donde se encontraba él y Hinata amarrados de las muñecas pegados a la pared sin poder moverse.

— Ay pequeño Tsuna, pero si tú mismo se los dijiste.- rio del otro lado un tipo de cabellos negros con las puntas morado oscuro, de tez morena claro, alto y con ojos de color gris. — Es más parece que les dijiste más cosas de las que yo había pensado. Tú mismo has hablado o por lo menos lo hizo tu conciencia.

— ¿Qué?

— Tal parece, que tu mentalidad negativa, te obligo a decir cosas que tenías muy guardadas.

— ¡Mentiroso, tú me obligaste a decir todo eso!

— Si eso quieres pensar no me interesa.- dirigió su vista a Hinata que solo lo veía enojado. — Oh vamos, enserio crees que tú también te vas a salvar; se bien todo lo que pasaste cuando descubriste tu habilidad.- Hinata abrió los ojos sorprendido. — Al ver que no decías más cosas como tu amigo de a lado, quise entrar a tu mente y ver algunas cosas. Eres una caja de sorpresas, no cualquiera nace con una habilidad como la tuya...

Antes de que volviese a hablar Hinata lo había interrumpido. — ¿Y crees que me importa eso? Esos son recuerdos del pasado, ya no duelen; así que no tendrás ventaja conmigo.

— ¡Oh! Así que eso crees, pero bueno que pasaría si te dijera que tus amigos siempre han estado de mi lado.- trono los dedos y sus antiguos amigos con los que ya se había reconciliado aparecían con una sonrisa burlona. — ¿Decías?

— Chi-¿chicos? – Hinata no lo creía. — ¡Maldito! ¿¡Cómo te atreves a meterlos en esto!?

— Yo no los he...

— No gaste palabras, ambos sabemos que esto podía pasar.- hablo uno interrumpiendo al mayor.

— Sho-chan nosotros nunca hemos sido controlados por él; nosotros estábamos desde un principio juntos.

— No es cierto...

— Vaya tal parece que le afecto la noticia.- ambos comenzaron a reír, mientras el encapuchado solo se hacía un poco para atrás.

— No es cierto, nada eso es cierto, mis amigos nunca...

— Nosotros nunca seremos amigos de una persona como tú.

Hinata comenzaba a entrar en pánico, su mente comenzaba a revolverse, si sus antiguos amigos solo habían jugado con él; no sabía si los demás eran iguales.

— ¡No los escuches Shouyo! – Escucho el grito de Kenma. — ¡No son reales, ninguno es real!

— ¡Cállate! – otro grito se escuchó seguido de un golpe y un quejido de Kenma.

— ¡Kenma! – grito Hinata por su amigo.

— ¿Ves? Todos los que se involucran contigo pagan las consecuencias.- ambos comenzaron a reírse.

Luz y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora