Capítulo 16

210 25 0
                                    

— Esa no es la armadura que Hinata creo.- dijo Kuroo.

— Algo está mal aquí.- hablo Reborn.

— Hinata... -le llamó Midoriya, pero antes de que pudiese acercarse este también fue lanzado hacia los demás por el ataque de Hinata.

— Bien, bien... tal parece que la fase dos está completa.- había vuelto Touya con ropa diferente. — Mira... has matado a mi pobre marioneta.

— Has vuelto a usar a otra persona cobarde.- le dijo Tsuna.

— Ven pequeño Hinata, es hora de hacer pagar a las personas que solo nos han hecho daño.

— Si claro, como si Hinata te hiciera caso.- le corto Kenma.

Hinata estaba en medio de ambos con el "cuerpo" de su hermana mientras lagrimas bajaban de sus ojos, con su armadura y un viento que lo rodeaba como si estuviese protegiéndolo.

Hinata, no debes temer de ti mismo.- era una voz en su cabeza la que hablaba.

— Tú no puedes ser llamada habilidad. Eres mala, por tu culpa mis padres están heridos y ahora mi hermana muerta.- le respondió.

Yo no tengo la culpa de que seas débil, además fueron tus amigos los que te detuvieron desde un principio...

— Es cierto, esas personas no me dejaron salvar a Natsu...

Los ojos brillantes de Hinata se volvieron completamente negros, al igual que su cabello; una espada delgada salió de su capa y una risa escalofriante comenzó a escucharse.

Hinata, te daré un pequeño regalo, pero a cambio debes ayudarme. ¿Qué dices?

— Es un trato.

Todos vieron como la muralla de viento que cubría a Hinata desaparecía y dejaba ver su nueva apariencia; comenzó a caminar hacía Touya que lo veía con una sonrisa y le tendió la mano.

— Quiero una noche eterna y a las personas su peor pesadilla hacer realidad.

Hinata solo sonrió de manera siniestra y al dar su mano extendió la oscuridad por todo el cielo, todos alarmados corrieron a pararlos, más no esperaron que Hinata al soltar la mano le enterrara la espada a Touya.

— ¿Qu-qué?

— No necesito de tú ayuda para poder vengarme de las personas.

— Esto no... estaba en mis planes.

Touya cayó muriendo al instante y Hinata se elevó para luego mirarlos con desprecio.

— ¡Hinata! – gritaban sus amigos.

Este paró y comenzó a lanzarles esferas negras.

— ¡Sepárense! – grito Gokudera.

Todos esquivaron el ataque y se trataron de acercar a Hinata más este los esquivaba como si de insectos se trataran.

— Debemos ayudarlo.- dijo Tsuna que estaba aún lado de Mukuro y Yamamoto.

Los tres se prepararon para derribar a Hinata, sin embargo antes de que pudieran acercarse Hinata lanzó a Tsuna con su espada hacía Yamamoto y Mukuro lo aprovecho para tratar de atacarlo.

— No podrás derribarme.- Mukuro sintió como la habilidad de Hinata absorbía un poco de su energía. — Así que tienes miedo. Fu fu, puedo verlo en tus ojos, la desesperación y un profundo...

— Calla, no sabes nada de mi.- choco su tridente junto a la espada.

— No estaría tan seguro de eso, mi habilidad tiene algunos trucos que otras no pueden usar. No solamente veo y hago realidad las pesadillas de las personas, también puedo observar sus mayores secretos, incuso aquellos pensamientos que guardan en lo más profundo de su ser.- sonrió y de forma rápida coloco un dedo en la frente de Mukuro, haciendo que este parara sus ataques.

— ¡Déjalo! – Tsuna regreso junto a los demás, pero una espesa niebla comenzó a rodearlos.

— ¡Bien, ya tengo otro amigo! – festejo Hinata.

Todos pararon al ver a Mukuro junto a Hinata, ninguno lo reconoció puesto que su traje era muy diferente al que antes usaba y su tridente se hizo una oz.

— ¿¡Qué le has hecho!? – grito Midoriya.

— Nada, él simplemente acepto la verdad de las personas.

— Volvamos, no sabemos que es lo que está pasando aquí.- dijo Reborn.

— ¡Pero! – protestaron Tsukishima y Tsuna.

— Si seguimos atacándolo, no sabemos qué puede pasar; ya atacamos antes y ahora Mukuro está siendo controlado.

— Yo no estoy siendo controlado por nadie.

Todos alcanzaron a esquivar la oz de Mukuro que dejo un gran hoyo donde antes estaban. Alcanzaron a retirarse y poco a poco la oscuridad se fue expandiendo por el cielo, las personas comenzaron a gritar, algunos comenzaban a atacar a las personas que tenían cerca.

— ¡Todos cúbranse! – Tsukishima, Ryohei y Reborn, se rodearon por una muralla de luz que crearon al juntar sus habilidades.

Cuando la muralla desapareció, el cielo era negro como la noche más no había luna en ella; las personas gritaban y todos aquellos con habilidades luchaban entre sí.

— Todoroki, ¿Qué tienes? – le pregunto Midoriya al verlo sostenerse la cabeza, dio embargo antes de que pudiese tocarlo Todoroki le dio un manotazo.

— ¡No me toques! – le grito enojado.

Uraraka, Kirishima y Midoriya vieron como un aura negra comenzaba a rodearlo. Su pelo del lado blanco se hacía gris y el lado rojo igual se hacía más oscuro, Kuroo, Lambo y Bakugou los jalaron lejos de él.

— Ku fufufu

— No recordaba que Todoroki tuviese un miedo tan grande.

— ¿¡Qué le están haciendo!? – grito Uraraka.

— Nosotros nada, simplemente cumplí mi trato con Touya y le di su noche eterna.- rio divertido.

— ¡Hinata, tú no eres así! – Le gritó Kuroo. — ¡Las personas que vimos en las celdas no eran nuestra familia, todo era una ilusión!

— ¿Y qué? Me di cuenta de eso hace bastante tiempo.

— ¿Qué?

— ¡Oh, vamos! Nunca hubiese podido sacar a mi verdadero yo, sin antes aceptar a mi habilidad.

— ¡Eso no tiene sentido! – eso enfureció a Hinata que sin pensarlo le lanzó un ataque.

— ¡Cuidado Kuroo! – Kenma lo empujo recibiendo el ataque.

— Kenma... bueno veamos cuáles son tus verdaderos sentimientos.

Todos vieron con terror como Kenma era llevado a lado de Mukuro quien solo se burlaba de ellos.

— Saben, entre ustedes hay varias personas que se creen bastante fuertes mas no creo que lo son psicológicamente.

Hinata trono los dedos; el primero en ser encerrado fue Reborn quien con su pistola trataba de salir.

— ¡Padre!

Kirishima fue el siguiente, Bakugou trataba de sacarlo junto con Gokudera y Yamamoto.

— No podrán romperlas, solo yo puedo hacerlo.- las dos esferas subieron hacia él.

— ¡Bastardo déjalos libres!

Antes de que Bakugou logrará darle el golpe, unas estalactitas de hielo lo frenaron. Aún lado de Mukuro se encontraba Todoroki, el cual los veía molestos a todos.

— Vámonos por el momento no hay nada más que hacer aquí.

Mukuro utilizo su niebla y sin dejar algún rastro se fueron dejando a los demás preocupados.

Luz y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora