Capítulo XI

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Los días fueron pasando y Paola cada vez tenía más miedo de salir de casa,se pasaba la mayoría de tiempo encerrada en su habitación sin hablar con nadie ni hacer nada.
Ángela y yo preocupadas decidimos darle su tiempo pero eso no quitaba que de vez en cuando entrasemos a darle unos mimos y ánimos.
-Tenemos que hacer algo,no se puede pasar toda la vida en la habitación.¿Y si hablamos con su madre?
-¡No! Si se entera seguramente se volvería más loca ella y ya no la veríamos de por vida.
Suspiré resignada.
Teníamos que hacer algo urgentemente pero...¿El qué?
-¡Ya sé!-se me encendió la bombilla-mi madre conoce a un psicólogo,podemos hacer que vaya y hable con él,seguro que se sentirá mejor así.
-Es buena idea,pero...¡no quiere salir ni a la cocina!-hizo una pequeña pausa-¿cómo vamos a hacer que salga?
-Algo nos inventaremos.Voy a llamar al amigo de mi madre.-dije cogiendo mi móvil.
                      (****)
-Chicas,de verdad que no quiero salir.Tengo miedo de que Álex aparezca y me acose de nuevo.
-No vamos a aceptar un no,necesitas olvidarte de eso.Sé que es difícil pero...jo,hazlo por nosotras.Con nosotras nadie te va a hacer nada.
Nos miró de una en una sin saber que hacer hasta que las dos sonreímos sabiendo que eso no iba a fallar.
-Os odio.-nos sacó la lengua-siempre me convencéis.
Nos acercamos a ella y nos dimos un gran abrazo grupal.
-¿y a dónde vamos?
-Es una sorpresa.
-Joo,decídmelo.
Negamos con la cabeza y salimos después de arreglarnos.
Una vez llegamos al edificio donde estaba su apartamento Paola no dejaba de preguntar qué hacíamos ahí pero ninguna respuesta le dábamos.
-No,no y no... Yo no estoy loca,no necesito ayuda de un psicólogo.-dijo al leer la placa que colgaba de la puerta.
-Paola,llevas semanas sin salir de tu cuarto,ni siquiera sales al baño,te llevamos la comida y tienes el orinal para cuando lo necesitas.No has dado ni un paso en la calle salvo ahora con nuestra insistencia.
-Chicas,de verdad que estoy bien,si ya he salido hoy, podré salir todos los días.Incluso sola.
-¿estás segura?
Asintió con la cabeza.
-Pues demuéstralo ahora mismo.
-¿Qué?¿Ahora?
-Sal,venga. Si lo consigues tú sola,te dejamos que no entres a terapia.
-Vale.-sonrió no muy segura.
Miró el ascensor con duda sin dar un paso al frente,después de un minuto se acercó y pulsó el botón.
El elevador se abrió,entró nuestra amiga pero a los cinco segundos volvió a salir de él.
-No puedo.-dijo con tristeza-tenéis razón.
La abrazamos y después de consolarla se decidió a llamar a la puerta.
(****)
Las semanas siguientes Paola fue recuperando poco a poco la sonrisa,aunque no se atrevía aún a ir sola por la calle.
Justin me comentó que discutió con Álex por lo que había hecho,pero que aun así no podía seguir muy enfadado con él por más que quisiera.
Se ocupó de que olvidara a mi amiga y se mantuviese lo más lejos posible y de momento...funcionaba.
Maverick y yo nos veíamos poco ya que con el trabajo y cuidar de Paola no tenía mucho tiempo,pero las llamadas durante media noche no fallaban nunca hasta que...
Estaba en mi habitación sola ya que Ángela había salido con Justin y Paola ya estaba durmiendo,no sabía que hacer así que me puse a ver una película de amor.
Mi móvil estaba al lado pero no sonaba ningún pitido ni melodía y eso me estaba desesperando.
<<¿Por qué no me ha hablado en todo el día? ¿A caso ha conocido a una chica mejor que yo? ¿A caso se ha aburrido de mí? >>
Mil preguntas sin respuesta que no me dejaban concentrarme ni en la película,ni en el libro,ni en las canciones que sonaban del CD.
Apagué y guardé todo e intenté dormirme pero tampoco lo conseguía.
Lo echaba mucho de menos,pero no sabía aún su dirección para escaparme y además no quería dejar sola a Paola.
Resoplé y me quedé mirando el techo en silencio.
Un ruido hizo que desviase la mirada a la ventana.
No le di importancia hasta que volvió a sonar.
Me acerqué y de repente le vi ahí,tipo las películas,como Romeo esperando a su Julieta.
-¡Maverick!-grité de entusiasmo-entra,anda.
-No,sal tú,te doy 5 minutos para que te arregles.
-Pero...no puedo dejar sola a...
-Ya lo sé,estate tranquila,de eso ya me he encargado yo.
-¿eh?
-Tú cámbiate y sal.
Asentí,cerré la ventana e hice lo que me había pedido.
5 minutos más tarde,como había quedado,estaba corriendo como una boba hacia el chico de mis sueños para abrazarlo como nunca antes lo había hecho.
Él me recibió con los brazos bien abiertos y me cogió en cuanto nuestro abrazo de reencuentro empezó.
Y después del gran abrazo empezó un beso demasiado apasionado.
Cuando pasó un par de minutos dejamos de saludarnos debido a que Ángela y Justin llegaron.
-así que lo tenías todo planeado...
Se encogió de hombros con una sonrisa.
-Gracias chicos.-les guiñó el ojo y me cogió de la mano llevándome a un coche.
-Entra.-dijo abriendo la puerta del copiloto.
-¿a dónde vamos?
-Ya lo verás.
Asentí intentando no comerme tanto la cabeza como lo hizo Paola cuando lo del psicólogo.
Maverick se sentó en el asiento del piloto y arrancó el coche.

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