Capítulo XXIV

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Al día siguiente llegué la segunda a clase, allí estaban Alex y Mateo hablando sobre algo, pero cuando aparecí se quedaron en silencio y Mateo se sentó en el mismo sitio que ayer.

-Buenos días.-Saludé.

-Buenos días.-Respondió Mateo, pero el profesor simplemente hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo.

<<¿Qué le pasó? ¿Por qué desde que salió Justin se comporta como un idiota?>>

<<Espera...¿y si Ángela tenía razón, se interesa por mí y al ver a Justin pensó que era mi...¿novio?>> Negué con la cabeza. <<¡No podía ser eso!>>

Mi mejor amiga me estaba volviendo loca.

Me dirigí a mi asiento y dejé mis cosas, después me di la vuelta y mencioné el nombre de mi compañero.

-Dime.

-¿Tienes novia?

Él abrió los ojos como platos, y Alex, que en ese momento estaba leyendo una hoja dirigió su mirada hacia mí, lo noté.

-Si que eres directa.-Rió Mateo.

-¡Oh, no es lo que tú piensas!-Me sonrojé al darme cuenta de como lo había dicho.-O sea...es que...tengo una amiga que...me gustaría presentarte.

-Y se llama Oriana, ¿verdad?

-¡Qué no soy yo!-Reí.-Perdón si lo parece, pero...no eres mi estilo.-Confesé.-O sea eres guapo pero...-¡Estaba poniendo las cosas peor!-Quiero decir, que...mi amiga Paola está soltera y quiere...conocer a chicos, y pues...eso, que si estás dispuesto puedo hacer que os conozcáis y eso.

Él negó con la cabeza riendo.

-¡Me gusta como eres!-Me guiñó un ojo.-Pero no hace falta que busques excusas, sé que te refieres a ti.

-¡Y dale, que no!

-Además ella ya tiene novio.-Interrumpió Alex.

Me di la vuelta para mirarlo, estaba completamente serio.

<<Así que Ángela tenía razón...y yo también...>>

-Pues no, estoy completamente soltera.-Sonreí sonrojada.-De todas formas, ¡deja de meterte en conversaciones ajenas!

El ambiente se podía cortar con un cuchillo, pero la llegada de Mariane, una de las señoras que mejor me cayeron, interrumpió nuestra conversación.

Todos nos quedamos en silencio hasta que todos llegaron y comenzamos la clase.

(***)

La mañana se me hizo un poco más larga, estaba un poco a disgusto por la actitud que estaba tomando Alex y simplemente por...¿celos? 

Si de verdad estaba interesado en mí, por muy guapo que me pareciera ya no tendría ninguna posibilidad conmigo.

Y bueno, con Mateo al final me empecé a llevar bien aunque parecía un poco chulito.

Al terminar la clase decidí salir la primera, no quería quedarme a solas con el profesor después del trato que me había dado hoy, pero cuando iba a salir una mano rodeó mi brazo impidiéndome salir.

-¿Podemos hablar?-Dijo con una voz más tranquila que la que había empleado hasta el momento.

-No, y suéltame.

-Vale.-Dijo decepcionado.

Salí del centro y me encontré con una sonriente Paola.

-¿Qué tal ha ido el día?

Mi Mejor ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora