Capítulo XXVII

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Todos comenzaron a aplaudir y darme la enhorabuena.

¡Había ganado! ¡Yo, Oriana Bianchi!

Sin embargo, a pesar de estar contenta por ser la que más votos tenía, me parecía algo injusto para una persona...

-Gracias, pero no puedo aceptarlo...hay alguien que lo necesita más que yo...el ganador debería ser Gulliver.

-No, hija, no hagas esto por mí.Tú te lo mereces, además a mí me queda poca vida ya.

-¡Aún tienes 60 años! Tienes mucho tiempo para disfrutar, tú no tienes familia y tu economía es muy baja, con el dinero del libro podrías llevar una vida mejor.

-¿Estás segura?-Preguntó mi gran amigo.

-Muy segura.-Sonreí.-De verdad, gracias pero lo mejor es que el premio se lo lleve Gulliver.-Les dije al jurado.

Ellos aceptaron, pero quien no lo hizo fue Alex.

Después de que todos abandonasen el aula Alex comenzó a decirme que estaba loca, que el premio era para mí y no podía ser tan buena.

-Alex, yo soy mayorcita para saber lo que hago y dejo de hacer, Gulliver lo necesita más que yo y ya está hecho.

-Pero el jurado no había decidido eso.

-¿lo han aceptado? ¿Sí? Pues ya está solucionado, además tú no eres quien para echarme la bronca por lo que hago o dejo de hacer.

-Soy tu profesor, eso es suficiente.

-No, ya no lo eres, el curso terminó así que ya no lo eres.

-¿Y entonces que soy? 

-Un...amigo.

-¿Un amigo?-Dijo ¿triste?-Después de este mes...¿y me ves como solo un amigo?-Me miró a los ojos mientras se iba acercando más y más.-¿No sientes esa conexión que yo siento cada vez que estamos juntos?-Siguió diciendo mientras se acercaba aún más.

Mis nervios comenzaron a florecer. ¿Qué estaba insinuando? ¿a caso...?

-Oriana, ahora que ya no soy tu profesor ya no hay ninguna ley que me prohíba hacer esto...-Me miró a los ojos y comenzó a acariciar mi cara mientras se acercaba lentamente.-Sé que tú también me miras como yo te miro, que sientes lo mismo que yo y que deseas que haga lo que voy a hacer...-Y entonces desapareció cualquier distancia entre nuestros labios.

Pues sí, sí que era lo que yo pensaba. ¡Estoy dando saltos de alegría!

Mi boca se abrió al notar como su lengua rozaba mis labios, nuestras lenguas por fin bailaban juntas al mismo compás, jugueteaban mientras Alex llevó sus manos a mis caderas para atraerme totalmente contra él.

<<Fin del flashback>>

Las lágrimas vuelven a descender por mis mejillas, sin embargo en esta ocasión dejo que salgan sin más, necesito desahogarme, lo necesito, y después iré al baño, me lavaré la cara y sonreiré como si no ha pasado nada.

Así es como lo he hecho siempre, así es como supero mis tristezas y aunque en el fondo siguen doliendo, he aprendido a convivir con ello, a convivir con mi corazón que está hecho añicos desde que Maverick se marchó sin despedirse.

Hablando del rey de roma que por la puerta asoma.

Literalmente.

-¿Qué haces aquí?-Pregunto borrando mis lágrimas con la manga de mi camisa.

-¿Estás bien?-Pregunta entrando en mi dormitorio.

-Claro que no, ¿no ves como estoy?-Le lanzo una mirada asesina.

-Perdón, ha sido una pregunta muy tonta.

-Sí lo ha sido.

Silencio, él me mira nervioso, juega con sus manos y abre la boca para decir algo pero al segundo se arrepiente y la vuelve a cerrar, así en varias ocasiones.

-¿Qué haces aquí?-Vuelvo a preguntar.

-Vengo a...hablar contigo.

-¿Después de diez años vuelves para hablar conmigo? Pues lo siento pero no quiero hablar contigo.

-¿No quieres saber por qué desaparecí? He vuelto para que escuches todo lo que tengo que contarte, sé toda la verdad. ¡Mi madre nos la jugó! Bueno...nuestras madres.

-¿Y has tardado tanto en darte cuenta?

-¿Tú...?¿Tú lo sabes?

-No, no sé de que me hablas, pero seguro que lo has sabido desde hace tiempo, pero no has regresado a tiempo. 

-No...lo he sabido hace poco, y cuando me enteré que te ibas a casar con...¿Alex se llamaba? quise detenerte porque ibas a cometer un grave error.

-¿Ser feliz es cometer un grave error?-Pregunté irónicamente.-Yo estaba feliz con él, pero has vuelto y ya...

<<No llores, Oriana, sé fuerte al menos delante de él.>>

-¿Y ya qué? ¿A caso eras tan feliz con él como conmigo?

No respondo verbalmente, pero ambos sabíamos que lo había hecho con la mirada y con cada uno de mis gestos.

-¿Ves? Hasta tú misma lo piensas, Oriana.-Se acercó a mi cama y se sentó.-No te he podido olvidar, y sí he intentado salir con otras chicas para quitarte de mi cabeza-Uff...saber eso me ha escocido, pero no tenía ese derecho pues yo casi me he casado-pero ha sido imposible y mucho menos cuando me enteré de que te ibas a casar...¡Debía detener la boda! Así que investigué bien la historia que nuestras madres nos contaron...¡Nos han mentido! Jamás hemos sido hermanos, hermanastros o como quieras llamarlo. ¡No tenemos la misma sangre!

Mis ojos se abren de par en par. 

<<¿Había oído bien? ¿Tendría que alegrarme por ello? Sí, lo estaba haciendo, pero...>>

-Te ha mentido tu madre, mi madre me dijo lo que se suponía que había pasado, pero jamás tuvo pruebas verdaderas.-Resoplo.-De todos modos...ya es demasiado tarde, Maverick. ¡Han pasado 10 años ya de aquello! Y aunque nunca te he olvidado, te fuiste sin darme ninguna explicación...¿qué quieres que haga? ¿qué te perdone? Lo siento pero eso no va a ser fácil, y aunque te perdone no olvido, no voy a volver contigo.

-Sé que no va a ser fácil, que fui un idiota y no luché lo suficiente por ti, pero déjame que te explique porque desaparecí así sin más.

-No, Maverick, lo siento.

-Por favor Oriana, podemos arreglar lo nuestro.-Me coge de las manos, pero se las aparto en seguida.-Al menos escucha la historia de lo que pasó.

-Está bien, te escucharé, pero eso no significa que te dé otra oportunidad.

-Pero...

-Ni peros ni peras, o lo tomas o lo dejas.

-Vale...acepto la condición.

-Ah, y por favor, no me busques después, al menos por un tiempo...necesito estar sola.

Asiente con la cabeza y se prepara para relatarme lo que había pasado.




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