Friendship

Prólogo (Angelica)

Septiembre, 1781

Angélica se encontraba junto a su padre en un reconfortante calor emitido por la chimenea que contrastaba los potentes vientos otoñales.

Philip Schuyler se encontraba escribiendo una carta para Elizabeth, preguntándole sobre su pequeño nieto que para la fortuna de todos había nacido sin complicaciones.

Angelica y Philip ya lo habían conocido su nombre era "Philip" y era bastante parecido a Alexander. Los ojos de ambos eran exactamente del mismo color.

Sin embargo no todo parecía tan tranquilo como se aparentaba, pues a pesar de que la guerra hubiera terminado; Había abierto nuevos problemas para todos.

Su padre había dado sus últimos esfuerzos como soldado en el conflicto.

George Washington apenas y había regresado a su vida de civil y ya había peticiones para que se convirtiera en el nuevo gobernante.

Eliza seguía recuperándose del parto pero no ayudaba para nada que estuviera lejos de sus hermanas.

Alexander apenas y estaba en condiciones, estaba demacrado por todo lo que tuvo que pasar en la guerra y lo peor de todo estaba deprimido.

No estaba satisfecho con que hubiera sobrevivido, con que tenía un hijo al que pudo conocer y una esposa maravillosa que lo amaba, Alexander no estaba satisfecho con nada. Angelica lo sabía de maravilla, pues ella tampoco lo estaba o lo estaría.

-Padre- Angelica trato de alzar la voz para tratar de conseguir la atención de su padre.

-Angie...- su padre dejó la pluma sobre la mesa y dejó de escribir. -¿Ocurre algo?

-¿Cuando podremos visitar de nuevo a Eliza? Alexander no está bien y francamente creo que es lo correcto ir a ayudarla con el pequeño Philip.-

-Pues tu madre no ha conocido a Philip aún, creo que podríamos darnos una vuelta por allí y visitar a tu hermana.-

-Muchas Gracias Padre- Angélica procedió a retirarse pero abruptamente escuchó la voz de su padre susurrar algo

-Si tuvieras un esposo no estarías preocupada por tu hermana...-

-¿Disculpa padre? Creo que no he entendido lo que has dicho-

-Angie... sabes lo que quiero decir, eres joven y hermosa pero para tu edad ya deberías haberme dado nietos.-

-Las mujeres no somos fábricas de bebés padre, somos seres humanos como los hombres.-

-Entiendo que quieras tomar tu tiempo para tener hijos pero ¿Un esposo? quiero que vivas tu vida pero no que estés sola-

-Yo no estoy sola, tengo a mis hermanas y si no me he casado es por qué no he encontrado a alguien que cumpla con mis ideales.-

-Angelica, eres mi hija y te amo- Philip se paró de su escritorio lentamente para buscar a Angélica que se encontraba del otro lado del estudio, cuando por fin llego hasta ella sostuvo su mano.

-Angie, quiero que te cases con alguien que esté a tu nivel, eres una gran mujer pero para que la gente te tome enserio debes de casarte lo antes posible. No quiero que estés sola en este mundo.-Te mereces el mundo mi pequeña pero solo soy capaz de darte una estrella.-

Angelica y su padre se fundieron en un cálido abrazo. Pero los pensamientos de Angelica no eran exactamente felices. Eran una combinación de sentimientos pero con un resultado amargo. Resignación

Ella no quería contener su opinión para ella misma, ella quería hablar.

Tampoco quería dedicar su vida a complacer a alguien más que a sí misma.

No quería casarse con el hombre más rico que le pase por en frente sino con alguien que cumpliera con lo que ella soñaba.

Pero la cruda realidad era otra, pues ella era una mujer en un mundo en el que su labor era complacer a un hombre y silenciar su opinión como si no importara, era un mundo donde los hombres trataban a mujeres como objetos sin valor.

Al parecer para poder tener una opinión era necesario ser hombre. Angelica no lo era.

"No desperdiciare mi oportunidad"

Oh Alexander ¿Qué pasa si ni si quiera tienes una? ¿Que sucede con aquellos? poco a poco parecía que Angelica lo descubriría.

"Demos una por Angelica Schuyler"

Parecía que esas sería la única vez en la que los hombres la vieran como algo más que un objetivo.

Ahora todo se estaba perdiendo... aunque parecía que no había nada más que perder.

Si su opinión iba a ser silenciada por un hombre, no sería por un hombre cualquiera o el que tuviera la fortuna más grande. Sería ese alguien cuya opinión valiera para silenciar la suya.

-Empezare a buscar opciones padre- Angelica trato de mantenerse lo más calmada posible -Pero para poder casarme, necesito examinar realmente qué opciones tengo. Voy a organizar un banquete con algunos caballeros que pretendan cortejarme... después yo realizaré mi veredicto final.-

-Me parece una buena idea.-

Angelica y su padre compartieron una sonrisa.

-Entonces que sea lo que dios quiera, hija...-

-No padre...- Angelica interrumpió a su padre -Esta vez será lo que yo elija.-

La Schuyler mayor se retiró del estudio de su padre abruptamente y cerró la puerta con fuerza dirigiéndose a su habitación.
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Okay solo pediré 60 leídas para la parte que sigue que ya he escrito, acepto críticas constructivas y espero su apoyo💕

Stephanie 🦄