Introducción.

5K 269 53
                                    



Introducción.

Decisión.

Frente al espejo, Duncan terminó de ajustar los puños de su camisa, su mirada se detuvo en su mano, la que portaba el aro de oro en su dedo anular, aquél aro que tenía su gemelo en la mano de su pareja, su compañero de vida. Sonrió ante la conmoción que aún le acusaba esas palabras.

—¿Estás listo?— Jared se acercó a él.

—Listo— respondió.

El delta se posicionó frente a él para acomodarle el cuello de la ropa y después alisar con las palmas en el área de los pectorales y hombros, —ahora estás mucho mejor.

—Siempre tan perfeccionista— le besó la nariz y sonrió al agregar, —¿no has pensado que verme tan bien podría ser contraproducente?

—¿Insinúas que debo vigilarte?

—No a mí, cariño.

—Entonces no debo preocuparme— palmeó la mejilla del beta con suavidad y dio media vuelta, —ahora vamos, tenemos reservación para las siete treinta.

Aún en medio de todos los acontecimientos recientes, Duncan le había propuesto a su compañero tomarse una tarde para ellos, era lo más justo tras las preocupaciones al saber lo que se avecinaba: Jared tomaría temporalmente la dirección de la agencia Silver Star en ausencia de Noah y Duncan tenía deseos de aportar y participar con el grupo con el que Dylan estaba involucrado, de esa manera también apoyaría a Rilltown, ya que eran aliados.

Duncan le siguió cruzando el dormitorio, pero cuando llegó a la sala de estar el teléfono en su bolsillo vibró. Miró el artefacto y se sorprendió al ver el nombre de su madre en las letras luminosas en la pantalla, usualmente su progenitora le llamaba por las mañanas; sin demorar demasiado oprimió el botón verde y pegó el teléfono a su oreja.

Era una tarde fresca, así que Jared sopesó la idea de llevar una gabardina, decidió mirar dentro del armario que estaba cerca de la entrada, cuando escuchó a Duncan.

—Tranquila , habla con calma que no comprendo.

Intrigado por el tono de voz y las palabras de su pareja, prefirió caminar de regreso a la sala, donde vio al beta sentarse con lentitud en el sofá más grande.

—¿Qué? ¿Estás segura?

La mirada seria y rápida que su compañero le dedicó hizo que Jared se acercara y tomara asiento a su lado, pasó más de un minuto antes de que el castaño volviera a abrir la boca.

—Comprendo, pero debe haber otra manera, no es tan sencillo como dices; quiero pensar que estás bromeando.

Jared permaneció a la expectativa y se tensó al imaginar la gravedad del asunto, porque Duncan buscó su mano con la que tenía libre y le sujetó con firmeza, era claro que estaba buscando su apoyo; así que sin demorar demasiado se acercó aún más.

—Madre, eso que pides... no puedo decidirlo solo yo.

Bien, eso sí parecía muy serio.

—¿Dices que es la única opción? ¿Qué opina Adolfo sobre ello?

Jared con la diestra permaneció sujetando la mano de Duncan y con la zurda le acarició la espalda, en círculos amplios.

—No puedo darte una respuesta ahora, necesito pensarlo, y como te dije, no sólo depende de mí... Sí, sé que es urgente, pero...

Seguramente Dafne le interrumpió con su insistencia, porque Duncan se calló dos segundos y dijo, —lo hablaremos y te llamaré pronto, ¿de acuerdo?—, después colgó, arrojó el teléfono en el asiento libre, puesto que el sofá era de tres plazas y él estaba en el medio; luego se dejó caer para pegarse al respaldo.

Jared iba a lanzar la pregunta: "¿qué sucede?", pero había aprendido a no presionar y ser paciente. Así que optó por pegarse a Duncan y acurrucarse a su lado, descansando la cabeza en su hombro, y no tardó en ser correspondido, el beta pasó el brazo alrededor y le atrajo hacia él, para después besarle en la coronilla.

—Era mamá— dijo por fin, —con una propuesta extraña y al parecer única, dice que no hay otra alternativa.

—Estoy seguro de que se podrá resolver— Jared quiso ser optimista. Entonces Duncan le explicó lo que su madre había dicho.

Rilltown había sido atacado hacía unas semanas y todo indicaba que iban a realizarse nuevas alianzas con manadas vecinas. Sin embargo, recientemente habían notado la peculiaridad de los hechos, pues los altercados comenzaron a ser más específicos, de manera que los infantes estaban siendo los blancos del malhechor hasta hace un par de días desconocido; Dylan les había proporcionado información que recién había descubierto con ayuda de Nicholas: esa pista había revelado que los cachorros cambiaforma eran los más vulnerables y la intervención de David había concluido la dirección y posible trayectoria que llevaban los ataques. Según la información anterior, la manada a la cual había pertenecido Héctor, el padre de Duncan, era el siguiente objetivo. Es por ello que Rita, la hermana menor de Héctor, había recurrido a Dafne temiendo por la integridad de su pequeña de diez meses. Dafne no podía ofrecerle ayuda ni asilo, y no porque no quisiera, sino porque Rilltown también estaba en el posible trayecto del asesino. Rita era madre soltera y estaba decidida a unirse de nuevo al escuadrón de su pequeña manada para dar caza al enemigo, pero para ello su cachorra debía estar a salvo, y Dafne pensó que Duncan y Jared serían perfectos, puesto que vivían a varios cientos kilómetros de distancia, y Rita estaba de acuerdo con ello.

Jared tragó pesado cuando la petición de Dafne fue dicha por Duncan. Cuidar a una bebé, sin duda era una gran responsabilidad, sobre todo con lo que estaba por venir.

Minutos de silencio pasaron, en donde cada uno pensó en lo que implicaba todo.

—Le expliqué a mamá que no sería tan fácil como dice— aclaró Duncan, —así que creo que lo mejor será decirle que no.

—No, espera— el delta se incorporó, sentándose derecho, puesto que todo ese tiempo había permanecido abrazado de él, —podemos hacerlo.

Duncan parpadeó sorprendido, —¿Quieres que tengamos un bebé?

—¿Por qué no? Estoy seguro de que podemos hacerlo, es cierto que tendremos que ajustar nuestras actividades, pero yo podría cuidar de ella mientras estoy en Silver Star, un carrito de bebé junto al escritorio no será problema mientras atiendo las labores en la oficina.

El beta le miró con ternura, —cariño, no quiero que te sientas obligado a...

—¿Qué pasó con eso de no darle la espalda a la familia?— rebatió Jared, —tu pequeña prima nos necesita, imagina la desesperación y miedo de Rita para que considerara la opción de mandar a su hija lejos.

Duncan admiró los ojos de Jared, le gustaban demasiado, sobre todo cuando se mostraba decidido. Sonrió y preguntó, —¿estás completamente seguro? Porque una vez que digamos que sí, tendremos a mamá aquí en unas horas con la bebé, y no habrá vuelta atrás.

Jared asintió, —sí, seguro, aunque creo que tendremos que remodelar el apartamento, o mejor aún, mudarnos.

----------

ESPACIO PARA CHARLAR: Bien, comenzamos esta historia. Espero que las actualizaciones sean "seguidas" (cruza los dedos).

***Recuerda que la colección de libros de este Universo sigue el orden:

01. Creciente.
02. Menguante.
03. Moonlight.
04. Sunlight,
05. ¡Sam, me gustas!
06. Clear.
07. Starlight.
08. Hidden.

StarlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora