Starlight

Yo también te amo.

Aviso: El siguiente capítulo puede contener escenas fuertes e impactantes, sangrientas, violentas, sexuales y/o lenguaje inapropiado, no aptas para menores de edad; se recomienda discreción.

Capítulo 17.
Yo también te amo.

Noah contuvo la respiración, sosteniéndose de los hombros de su compañero mientras hacía su camino hacia abajo.
Resopló cuando estuvo en posición, descansando por un par de segundos su frente en la de su amante, disfrutando la sensación de estar completo y lleno de Lucian.
Varias veces habían compartido la cama, pues últimamente, por las noches, en la quietud de su apartamento, los recuerdos y pensamientos tristes venían a Noah, por lo que trataba de ocuparse en algo diferente, y ese algo era Lucian entre las sábanas: tacándole y besándole hasta hacerle perder la cabeza. Noah sabía que las relaciones sexuales no siempre involucraban penetración, y con Lucian lo había experimentado y confirmado, él era muy atento y meticuloso satisfaciéndole durante sus encuentros. Así que, técnicamente, esta era la segunda vez que recibía a Lucian; sin embargo, quería más; Noah necesitaba más, necesitaba algo más enérgico y áspero. Como cuando perdió los estribos en su oficina e hizo un desastre, casi pudo sentir el furor emanar de sus poros.

Con Lucian sentado en medio de la cama, con las piernas flexionadas, a Noah se le hizo conveniente sentarse frente a él, en su regazo.
Se apoyó en los hombros de Lucian y comenzó a subir, para luego dejarse caer sobre aquel miembro, duro y caliente. Lucian gruñó y le sostuvo con ambas manos de su cadera para afianzarlo y de alguna manera guiar su camino.
Pronto, la urgencia dominó los sentidos de Noah e inmediatamente comenzó él mismo a marcar el ritmo y la velocidad, buscando, desenfrenado, su propio placer.

—Así, cariño— escuchó a Lucian murmurar.

Noah separó los labios buscando aire cuando sintió el cosquilleo empezar a construirse en su vientre bajo. Se detuvo por un instante solo para clavar con firmeza las rodillas en el colchón y buscar un mejor ángulo, empujarse de los hombros de Lucian ya no era suficiente, así que se ayudó con las piernas. Echó la cabeza hacia atrás y siseó cuando su compañero besó su pecho; casi gritó cuando uno de sus pezones fue humedecido y succionado.

—Y-yo, yo voy a...— advirtió cuando la sensación en su vientre se hizo más intensa.

La fuerte mano de su compañero cerrándose alrededor de su carne fue todo lo que necesitó para sucumbir, su columna se arqueó y Lucian, con el brazo libre, le sostuvo evitando que perdiera el equilibrio.
La respiración de Noah fue agitada y su cuerpo quedó laxo, supuso que tardaría unos instantes en recuperar el aliento y el ritmo normal. Sin embargo, le pareció que toda la habitación dio vueltas, fue Lucian quien tiró de él y le giró hasta recostarlo sobre su espalda, apresándolo contra el colchón; como acto reflejo, Noah flexionó las rodillas y separó más las piernas para dejar que Lucian se acomodara mejor entre ellas, aunque al final solo gimió quedo cuando sintió que su amante se retiró de él.
Lucian tomó su excitación y se hizo cargo de ella, solo unos movimientos más y terminó derramándose en su propia mano, escondiendo su rostro en el cuello de su compañero cuando un bramido áspero fue arrancado de su pecho justo al instante que se abandonó al placer.

A pesar de su posición, Lucian usó su mano y brazo libre de apoyo para no caer y aplastar a su pareja con su cuerpo.
Ambas respiraciones fue lo único que se escuchó en la habitación por varios segundos, entonces la mente de Noah comenzó a despejarse, pareciera como si el reciente acto le hubiera despertado a la realidad. Había atacado a Kris, había discutido con Jared... ¡por Dios! Había hecho un desastre en su oficina.

El colchón se hundió cuando Lucian se apoyó a los lados de su rostro y luego le besó rápido en los labios.

—Ya vuelvo— dijo, antes de salir de la cama.