El día en el hospital había sido demasiado agotador. No solo por tener que atender a los pacientes, si no por permanecer al lado de Iñaki.
Al parecer Lorena se encuentra algo indecisa respeto a sus sentimientos hacia él. Le gusta, no lo puede negar, aun así es su compañero y como tal debe quitarse de la cabeza la absurda idea de que pueda surgir algo entre ellos.
Sentadas en el área de descanso, Lorena charlaba con Nadine y Raúl. Cada vez que echaba un vistazo a Nadine notaba como ésta cambiaba su semblante. Podía pasar de estar alegre a dejarlo de estar. Al marcharse Raúl, tiempo le faltó a Lorena para ir junto a su amiga y consolarla. A pesar del todo tiempo que llevaba trabajando junto a Raúl, Nadine no podía dejar de pensar en él. Le constaba vivir sin su amor, y lo peor de todo, debía guardar sus sentimientos con tal de no perder su amistad.
—Nadine, habla no te calles lo que llevas ahí guardado.
—Lorena, que bueno que te tengo como amiga. Porque eres la única que sabe lo que siento hacia Raúl. Lo que menos deseo es ser la comidilla del hospital.
—Tranquila, puedes confiar en mí, y si en algo puedo ayudarte solo debes decírmelo.
—Lo sé querida. Lo sé.
—No entiendo Nadine. ¿Por qué no te lanzas y le dices a Raúl lo que sientes? Al fin y al cabo ambos estáis solteros.
—Ya. Pero el corazón de Raúl está blindado. No hay día que no llore por ella, y ese problema que supuestamente quedó en el pasado le impide seguir con su presente. Ya no sé qué hacer, he tratado de ayudarle. Entiendo que lleve una cruz muy pesada llena de tristeza y amargura. Aun así no sé porque se ha encerrado y no deja que alguien le ame.
— ¿Y eso porque?
—Por lo que me ha contado, estuvo muy enamorado de la madre de su hija, la cual murió cuando dio a luz a su bebé. Después estuvo muchos años luchando contra el abuelo de su hija por su custodia. Encima, el abuelo de su hija le prohibió acercarse a ella. Resumiendo que Raúl tiene una hija y ésta no sabe ni quien es su padre. Te podrás imaginar cuando dolor acumula Raúl viendo a su hija y no poderse acercar a ella, ni siquiera puede darle un beso.
—Pobrecillo. Tiene que ser todo un calvario vivir en esa situación.
—Raúl dice que su hija se parece a su madre. Pero que su abuelo la moldeado a su manera de ser, haciéndola una mujer injusta y mezquina.
—Uff. Mejor no cruzarse con ella.
Un rato después, Iñaki informaba a Lorena que tenía que ir para urgencias, una niña había sufrido una caída y al aparecer se había fracturado el brazo.
Inmediatamente Lorena se dirigió hacia urgencias. Allí una enfermera le entregó el informe de la niña.
Se trataba de una niña de ochos años, con lesiones en el cúbito y radio. Al pasar al box. Lorena empezó hablando con cariño con la niña. Ésta mirándola con miedo desvió su cabeza para otro lado. Iñaki intentaba entablar una conversación con la pequeña, pero la niña estaba demasiado asustada y no hablaba.
—Han llamado a la familia—Preguntó Iñaki a la enfermera tomando de la mano a la niña para que se tranquilizase. La enfermera dijo que sí, en breve llegaría algún familiar, puesto que la niña la había traído su profesora.
—Hola pequeña me llamo Lorena y este es mi compañero Iñaki y nosotros vamos a cuidar de ti. Pero para ello debes ser nuestra amiga y decirnos donde te duele. Nosotros no queremos lastimarte.—Dirigiéndose a la niña Lorena le hablaba con cariño haciendo que la niña atendiera a cada una de sus palabras esbozando una sonrisa. Con cuidado Lorena y Iñaki comenzaron a examinar a pequeña, en un momento Lorena miró impactada a Iñaki, con la mirada les bastó para deducir que unos moratones señalaban en el cuerpo de la niña maltrato. Alarmada Lorena salió del box cuando su compañera le dijo que afuera había un familiar de la niña.
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CONCÉDEME EL DESEO
RomanceLa familia Urtizo, una familia respetada y adinerada. Miguel un hombre serio y respetado entre sus trabajadores se ve envuelto en un escándalo por culpa de su hija. Al morir su hija tras a dar a luz a trillizas, amenaza con hacerlas desaparecer. Esm...