Liam: Adiós gafitas, hola loca de los quesos

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Hey, Liam...¿a caso no me prestas atención? Coloca tus dedos así, de esta forma, no así, ni así.—me explicaba el de lentes mientras movía los dedos de una forma extraña.

—¿Así?—pregunté mirándolo fijamente y levantando la ceja mientras mi mano se desacomodaba de la posición inicial.

¡No, así no! ¡Ahhhh qué frustración! —jaló su ondulado cabello y su respiración se vio agitada. Volteó a verme y se acomodó las gafas.—Ahhh, empecemos de nuevo, Gallagher.

—Bien.—sonreí inocentemente, lo cual me salía natural.

Coloca tus dedos así. Este va en esta cuerda, este otro va así y por último este...aquí.—acomodó mis dedos sobre las cuerdas. —Muy bien... Ahora lo que vas a hacer es rascar hacia abajo una vez, cambias los dedos al siguiente acorde y rascas dos veces hacia arriba. ¿De acuerdo?—su paciencia estaba cerca de llegar al limite.

De acuerdo. —respondí con seriedad.

¿Estás listo? Uno y dos y tres...

Comencé a tocar como él me había enseñado, me era difícil, pero necesitaba engañarlo un poco para darle la frustración final. Terminé de tocar la pequeña parte de la canción que me había enseñado, Graham parecía feliz, se veía menos frustrado y el color rojo que inundaba su cara se había desvanecido.

¡Muy bien, Gallagher, muy bien!—celebró para sí.—Ahora podemos pasar a la lección dos. Ahhh fue tan difícil, gasté cinco jodidas clases en esto, pero bueno. Ya lo has logrado.

—¿Sabes? No me gusta, la guitarra es muy difícil para mí.

—Lo he notado y... te tengo una propuesta.—el tono de su voz se tornó serio, lo cual me asustó un poco.—me gustaría que te quedaras en el taller de música, pero en visto de que la guitarra no se te da y tienes la misma suerte con el piano, me gustaría que probaras algo un poco más fácil. Te quiero transferir.

—¡Si!no podía evitar estar feliz, durante cinco putas clases (o sea, dos semanas) había fingido ser un completo estúpido con cabeza de teflón al cual no se le pegaba nada de las lecciones que aprendía. Me había esforzado por parecer un completo imbécil, incluso casi me lo creía, pero había conseguido mi objetivo, que Graham se desesperara a tal punto de querer sacarme a patadas de su clase, lo había frustrado, había llenado su cabeza de estrés, le cree dudas existenciales, lo hice golpearse la cabeza contra la pared en dos ocasiones (si, y había sido muy, muy divertido) y por fin se cansó de mi.—Así que... ¿Dónde piensas transferirme?—le pregunté con mi fingido interés.

Te mandaré con Alex, él tiene más paciencia que yo y bueno, si no aprendes a tocar el bajo, al menos aprenderás a elaborar gran variedad de quesos con leche de cabra.

—¡Oh, estoy ansioso!—dije con sarcasmo.

Ven.—se levantó de la silla en donde se encontraba y me tomó de la mano.—Te llevaré ahora mismo.

Caminamos hacia la sala de al lado, al entrar notamos un ambiente extraño, la mitad de la gran sala era una pequeña cocina tradicional, como aquellas que tienen las casas de campo, solo que en esta había un refrigerador grande de esos que hacen hielo y una estufa muy moderna, además de un pequeño microondas, el resto tenía los elementos de una cocina antigua, una mesa de madera, pequeños estantes con utensilios para cocinar, cacerolas y cosas por el estilo. Mientras que, en el otro lado de la sala había mucho espacio disponible para los chicos que asistían al pequeño taller. Eran solo dos, lo cual me pareció muy triste. Ver la mitad de una sala vacía era medio deprimente.

Hola, Gra.—Alex se lanzó a los brazos de Graham, quien le dio un pequeño abrazo. Alex sonreía como idiota.

Te traigo un chico que quiere transferirse.—dijo.

Eso es genial. Como verás, hace falta gente aquí así que cuantos más chicos se unan, será mejor.—me observó de arriba a abajo, poniendo especial atención en mis cejas. Después sus ojos se abrieron como platos y su boca formó una O sorprendido.—¡Tú eres el pequeño Liam! Vaya... Ahhh.

—¿Tú eres la pasiva de los quesos?—lo miré levantando la ceja.

Oh, así que te has enterado... ¿Sabes? Creí que mi taller clandestino de quesos era muy secreto.

—Pues ya ves que no.—sonreí.

Bueno, los dejo. James, infórmame de todos los avances que tengas con él.—salió.

—De acuerdo. Bien, Liam. Vamos a comenzar con esto, dime entonces qué te gustaría aprender.

—Bien, me gustaría aprender... No lo sé a...tocar el bajo.—dije dudando.

Me parece muy buena idea. Antes de empezar, me gustaría saber... ¿Alguna vez te has imaginado como sería tener una vida tranquila en el campo con tu esposa, tus cinco hijos y muchas ovejas?

—Realmente no.

—¿Entonces cuál es tu mayor sueño?

—Yo—no supe que contestar al momento, pero mi subconsciente reaccionó de una forma que yo no esperaba.—Yo quiero ser una estrella de rock.

Alex sonrió y me dio pequeñas y sonoras palmaditas en mi hombro.—Lo lograrás, estoy seguro.—dijo.

Se apartó un poco y comenzó a caminar en círculos lentamente, para después preguntar:

¿Y tu queso favorito?

—No me gusta el queso.—le di una respuesta simple. Observe como tomaba una pose dramática y como la mitad de su alma quedaba hecha pedazos reflejando una expresión de dolor en su rostro. No me quedó más que sonreír como imbécil. Ese tipo era extraño, me preguntaba si sería difícil hacerlo perder la paciencia.


Hola chicos. Con la novedad de que vengo apenas actualizando, no suelo publicar los martes así que pido una disculpa por el atraso, el pinchi colegio me tiene hasta la mierda, que putas exposiciones, que trabajos, que la chingada 😒🙄 pero bueno, se acerca diciembre y con el las vacaciones y saldrá el vago que llevo adentro (a menos que consiga trabajo) y podré actualizar lo que falta.
Por cierto, quiero contarles de mi logro personal, hace unas semanas comencé a hablarle a mi crush... Descubrí que vive cerca de mi casa y aaaahhhh soy tan feliz, David, si ves esto, te quiero dar mi corazón y comerte la salchicha 7u7 khe perdón soy medio puto ahre 💕

Weird Kid →DiamWhere stories live. Discover now