Me di cuenta de que había cometido una total estupidez. ¿Cómo mierda era posible que no me haya fijado? Si tan solo me hubiera asomado discretamente por la ventana antes de intentar desarmar la bicicleta, me habría evitado que aquel rubiecito me pegara y me dejara el ojo más morado que la piel de una uva.
Aunque, supongo que era justo que me proporcionara tremenda golpiza, ya había robado mucho en estos últimos días, pero es que realmente necesitaba ese jodido dinero. Sé que robar bicicletas y venderlas está mal, pero ¿qué otra opción tenía? Mamá tiene muchos problemas económicos y apenas puede mantenernos, Noel no gana mucho dinero en su trabajo y Paul... bueno, Paul es Paul, además yo no puedo trabajar, aún soy menor de edad. Ahhh, mi negocio ha acabado y ahora tengo un ojo morado...
Después de tremendo golpe y el susto que pase, no sé cómo o de que manera, pero logré llegar a mi casa. Introduje la llave y abrí con mucho cuidado. Cuidado de no hacer ruido pues no quería que mamá me viera, se enteraría del asunto en el que ando metido y eso no sería nada bueno.
Afortunadamente no había nadie en la sala de estar, estaba muy sola. Me asomé a la cocina, mamá no estaba, eso era muy bueno, al parecer todos habían salido. Aprovechando la situación, me fui subiendo las escaleras muy campante rumbo a mi habitación, abrí la puerta y segundos después de haber ingresado al cuarto me di cuenta de que no estaba solo.
—¿Dónde estuviste? —preguntó mi hermano Noel, quien estaba sentado en su cama tocando su jodida guitarra—Mamá estuvo muy preocupada porque no llegaste a la hora del almuerzo.
—No es algo que te interese.
—Mamá fue a buscarte, deberías de enviarle un mensaje de que has llegado ya.
—Oh si, eso haré.—saqué mi teléfono celular y le envié un WhatsApp a mi madre. Cuando terminé, guarde mi celular en mi bolsillo y sentí como la mirada de Noel me seguía, aquella situación me causaba mucha molestia, pues mi tarado hermano me miraba como estúpido pero sin decir nada.—¿Qué mierda quieres, Noel? Déjame.—dije ya molesto.
—Quisiera saber, hermanito ¿dónde chingados te metiste? Si mamá ve tu horrible ojo te regañará.—me dijo con su molesto tono de voz clásico en él.
—No es algo que te importe.—repetí y me dirigí a mi cama a acostarme. Creí por un segundo que el idiota de Noel me dejaría en paz, pero estaba equivocado pues él se levanto de donde estaba sentado y se dirigió a mi cama, dejando caer su pesado cuerpo sobre el mío.—¡Noel! ¡Quítate, me haces daño!—efectivamente, aplastaba todos mis pobres huesos de por sí ya lastimados.
—Vamos, enano. Dime dónde estuviste, está bien que te odie con toda mi alma por ser un jodido mocoso molesto y apestoso con carácter de la mierda, pero nunca permitiría que alguien te hiciera daño. Dime, ¿qué fue lo que ocurrió?
—¡Ya te dije que no pasó nada!—con mucho esfuerzo lo empujé hacia un lado para quitármelo de encima.—Sólo fue un descuido, iba caminando y me caí, por pendejo, eso es todo.
Noel puso cara de "no soy tan imbécil para creerme esa estupidez, inventa una mentira mejor".
—Liam, no mientras o me veré en la necesidad de contarle a mamá lo que has estado haciendo.
—¿Qué? Yo no he estado haciendo nada malo. Si estudiar mucho y ser un buen chico es un delito entonces me declaro culpable.—dije. Se sentó a la orilla y volteó a verme fijamente con una expresión que jamás había visto en él : una combinación de tristeza, decepción y preocupación, era extraño...
—¿Acaso no crees que no me he dado cuenta, Liam? Últimamente gastas mucho dinero en dulces, drogas, comida y salidas con tus amigos.—se quedó en silencio unos segundos, yo baje la mirada al suelo.—¿Sabes? El otro día encontré bajo tu cama un asiento para bici y cuando bajé al garaje a buscar una caja de herramientas, encontré varias piezas de auto, que no pertenecían a mamá.
—Noel... deja que te explique.
—No necesitas explicar nada, enano. Has estado robando y revendiendo vía internet. Eso no está bien, bueno, estaba bien hasta que te ganaste eso.—señaló mi ojo morado.
—¿Cómo supiste eso?—yo creía que mi método de trabajo era discreto, pero si Noel había notado lo que hice estos últimos meses, muy probablemente mamá también lo habría hecho. Esa idea me atemorizó. Yo siempre había sido el consentido de mamá, al que más cuidaba y probablemente a quien más paciencia le tenía y la verdad, no quería decepcionarla, no quería que por esto mi madre dejara de quererme.
—Sólo lo supuse. Investigue y observé un poco lo que pasaba en el vecindario y todas las pruebas apuntaban a que eras tú.—dijo con toda naturalidad, como si esa actitud de Sherlock Holmes fuera parte de él desde siempre.
—¡Demonios! Estoy perdido... por favor Noel, no le digas a mamá nada sobre esto.
—Uummmhhh—Maldito Noel, estaba dudando.—No le diré nada, pero siempre y cuando dejes de hacerlo.
—¿Por qué? Prometo cuidarme más y aportar con más dinero a la casa y...
—No, Liam. No. Debes dejar de hacer eso, en este momento puedo ayudarte a cubrir lo que te pasa ante mamá. Pero piensa en qué pasaría si el tipo que te pegó hoy, después te manda al hospital. Ahí no podría ayudarte.
—Tienes razón.—odiaba decir eso cuando iba dirigido a Noel.
Oímos ruidos en la entrada, me asomé por la ventana y era mamá que salía del auto estacionando afuera de la casa cargando algunas bolsas del supermercado, había aprovechado para ir de compras después de buscarme.
—¡Oh, no! ¿Ahora que mierda hago?
—Acuéstate en la cama y tápate bien, le diré que estuviste jugando fútbol con Jarvis y que vienes muy cansado.—vaya, inventó una rápida excusa.
Después oímos pasos subiendo por las escaleras y, cuando mi madre había llegado hasta nuestra habitación, tocó la puerta haciendo que mi corazón se acelerara. Noel abrió pero no se apartó para impedirle que pasara.
—Querido, ¿mi bebé aún no llega?—la regordeta mano de mamá acarició la enorme cabeza de Noel.
—Oh, si. Ya ha llegado. Está dormido porque llegó muy cansado.
—¿Cansado?
—Si, estuvo jugando futbol con Jarvis y...
—¿Jarvis Cocker? Me encontré con él y con su hermana en el supermercado.
—Ah, no, no, no...es otro Jarvis, tú no lo conoces. Es nuevo en la ciudad y es compañero de clase de Liam.—dijo Noel, acto seguido río nerviosamente.
—Ya veo—sonrió—cuando desperté dile que puede invitar a cenar a ese chico para que yo lo conozca, ¿de acuerdo?
—Sí, mami.—asintió él.
—Bueno iré a acomodar las compras.—le dio un beso en la frente a Noel y se fue. Espere algunos segundos y después baje de mi litera.
—Gracias, te debo una.
—Iré por una bolsa de hielo. No, no me debes una, enano, me debes varias.—Salió de la habitación.
Hola, hola :v
¿Saben? Tengo dos exámenes el martes y en vez de estudiar me puse a escribir esta vaina ajajaja, estudiaré mañana mejor. Deséenme suerte :v
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Weird Kid →Diam
Fiksi PenggemarLa vida de Damon Albarn era monótona y aburrida, como la de cualquier chico de veintiún años que en pleno 2017 prefiere ir a la universidad en bicicleta en lugar de pedir un Uber para transportarse. El barrio en el que vivía era relativamente tranqu...