Habíamos comprado los boletos para subir al London Eye, y después de unos casi interminables minutos, pudimos subir, aseguraron las puertas de la cabina y esperamos a que el juego empezara...
––no le tienes miedo a las alturas, ¿o sí? –– lo escuche decir, di media vuelta y lo mire, Era hermoso, no podía creer que estaba aquí –– ¿qué?
––Lo siento, no era mi intención, ya sabes… observarte así –– el soltó una risita y negó sin darle importancia, se había olvidado de Amanda y estaba de vuelta el Harry que conozco... al menos.
––No me importa que lo hagas –– murmuro lo suficientemente fuerte para mí, lo mire y pude ver como sus manos se acercaban a mi rostro, acunó mis mejillas con sus palmas y se acercó más a mi dando un paso, lo suficientemente grande para quedar a centímetros de mis labios.
Sentí como todo se estremeció y de repente todo empezó a moverme. La gran rueda había empezado, y la charla de Harry conmigo también...
Sus labios se acercaron a los míos de una forma tan suave que perdí la capacidad de pensar por unos largos segundos, jamás me había besado con tanta delicadeza, como lo hacía ahora, sentí como embozaba una sonrisa a mitad del beso, abrí los ojos y lo pude ver mirándome, arqueo una ceja mientras se separaba de mí.
––¿que fue eso?, Harry –– murmure mirándolo, porque me miraba y me besaba así, aunque siempre lo hacía, pero... no de esa forma.
––bien –– se alejó un poco guardando un poco de distancia y un ligero silencio que me hizo estremecer –– me gustas, mucho, y antes de que digas cualquier cosa, no me importa, ni lo que digan los demás, tampoco lo que piensen, me gustas, me gustas mucho y lo sabes –– fue tan fuerte y conciso en sus palabras que me dejo ahora sin palabras a mí, «¿le gustaba?, ¡le gustaba!»
––¿que... que quieres decirme con eso? –– pregunte nerviosa mientras trataba de distraerme con algo, pero no podía, era Harry o las paredes de metal de la cabina. Prefería a Harry.
Empezó a acercarse en silencio sin siquiera hacer sonidos con sus pasos, más nerviosa que antes, me sentía acorralada, estaba muy nerviosa...
––¿te gustaría salir conmigo? –– abrí los ojos a sabiendas de lo que me estaba pidiendo, «¿estar con... Harry?».
––pero, ya estamos saliendo, Harry... –– dije tratando de sonar irónica, su mirada graciosa fue acompañada de una sonora carcajada.
––tienes razón –– su mirada fue al piso y en una milésima de segundo recobro la compostura mirándome serio –– es difícil, sé que te costara, tal vez si, o simplemente no, pero... ____, ¿te gustaría ser oficialmente mi novia?
Me quede callada, ¡cómo no iba a estarlo!, me estaba pidiendo que fuera su novia, ¡su novia!, Dios mío, «no seas estúpida, ¡reacciona!».
––yo, Harry... –– un gemido de sorpresa salió de mis labios inesperadamente, había escuchado bastante bien, pero mi cuerpo aun no quería escuchar.
––¡vamos ____!, no podemos seguir besándonos como si nada estuviera pasando –– se acercó a mí y clavo sus ojos en mis labios, luego mis ojos –– porque sabes que está pasando algo en realidad… –– lo dijo tan despacio que se me puso la piel de gallina.
––¿Qué dirán... de ti? –– le pregunte asustada, o simplemente no sabía que me pasaba.
––que tengo una bella chica como novia y que a nadie tiene por qué diablos importarle lo que pase entre nosotros, solo somos nosotros, escapándonos de tu trabajo para salir a la playa o a donde quieras que te lleve, no me importa, verdaderamente no me importa ____ –– sus palabras fueron tan claras que tenía ganas de saltar, tampoco me importaba, porque me gusta y mucho, y en realidad quiero estar con él.
Una sensación de emoción empezó a florecer en mí, nadie en todo este tiempo me había dicho que le importaba, que le importaba tanto, en realidad, jamás le había importado tanto a nadie, jamás. Hasta ahora.
Me abalanza sobre el con delicadeza pero con la emoción recorriendo mis venas, mi cuerpo. Estaba feliz, tenía ahora a alguien, aunque fuera tal vez por un tiempo.
«Suena a decepción, si lo sé, pero puedo vivir con eso, siempre lo he hecho».
Nos separamos y pude verlo mejor, definitivamente me encantaba este chico.
––¿estás bien? –– sonreí como loca y asentí, sus dulces labios tocaron los míos por unos segundos y luego me sonrió, su hermosa sonrisa matadora perfectamente de lado, mostrando sus hoyuelos, entrecerrando involuntariamente sus ojos y viéndose hermosamente perfecto y sexy me volvieron loca.
[***]
––¿sabes? –– murmure mientras pegaba mi cabeza a el asiento del copiloto del auto de Harry, su mano llego hasta la mía dándole un pequeño apretón dándome a entender que estaba conmigo, aunque no despegaba la mirada del camino –– gracias por todo, ha sido una noche inolvidable.
––Me alegra que lo fuera, para mí también lo fue –– dijo despacio mientras acariciaba el dorso de mi mano, suspire.
––Nadie jamás me había dicho que era importante –– murmure mientras miraba por la ventana, Harry detuvo el auto en un semáforo y tiro de mi para que lo mirara, sus labios chocaron con los míos mientras ponía su mano en mi cintura y me atraía más a él, cuando nos separamos respire con dificultad por el repentino beso.
––lo eres –– su seriedad me conmovió, me había escuchado bien –– para mí, ahora eres importante para mi ____...
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Solo La Empleada | h.s | Terminada.
Fanfiction❝Te odio.❞ ❝Jamás podrás odiarme, te vuelvo loca y eso lo sabes.❞ ®Derechos Reservados del Autor. 2014, Inc.