Solo La Empleada | h.s | Terminada.

Capitulo 36[2/2]

                 

II Parte.

[Este capítulo es la continuación del anterior, así que será más corto. Besos.]

Había pasado una gran noche con Camille, el maratón de películas había estado perfecto, era una actividad que no practicaba hace años. Mire el reloj y eran las 11:27 pm, debí irme a casa hace una hora aproximadamente...

–– ya es algo tarde, creo que debo irme –– murmure acercándola a mí, ella soltó una risita mientras enredaba sus brazos en mi cuello ––  ¿quieres que me vaya?

–– en realidad no –– sentí su aliento encima de mis labios, así que me acerque a ella para besarla –– pero tienes que irte...

–– tienes razón –– acepte, le di un largo beso y separándome de ella, me acerque a la puerta, ella la abrió con lentitud y nos encontramos con una Livvie a punto de tocar la puerta, Camille sonrió...

–– ¡Liv! –– Se acercó a abrazarla y la miro sorprendida ––  ¿Qué haces aquí?

–– pensé que Harry no estaba, lo siento... ––  menciono apenada, hice señas de que no importaba y salí por completo mientras Livvie tomaba mi lugar al lado de Camille ––  ¿ya te ibas?

Asentí.

–– no hay problemas Liv –– dijo Camille, luego me miro con ternura ––  ¿nos vemos mañana?

–– sí, mañana –– me acerque para darle un beso y dando la vuelta camine hacia mi auto para irme, subí a él y lo encendí.

Larga noche. Perfecta.

Narra _____

Hoy había sido un día extremadamente atareado, había aprendido el arte de las joyas y aunque me faltaba experiencia, me sentía muy bien trabajando allí, era algo que había empezado a gustarme y no pretendía dejar por todo este tiempo, y aunque puedo quedarme en casa todo el día, comiendo helados y viendo películas de George Sanders, prefiero tratar de sonreír y mostrar mi falsa felicidad.

Mire el reloj, 11:34 pm, el silencio de la noche inundaba el entorno de afuera y mi silencio el de esta casa, me sentía sola...

No podía negarlo, dos días sin Harry habían sido devastadores, pero quería olvidarlo, sabía que no lograría nada pensando en él, recordar su hermosa sonrisa y sus magníficas pupilas esmeraldas no servirían de nada...

«Lo estás recordando ahora».

Necesitaba a Harry, lo necesitaba más que nada en este mundo y odiaba esta horrible necesidad.

Jamás había entendido por que las personas aseguraban que el amor era una pérdida de tiempo, tampoco había asimilado que podría doler tanto, pero ya no quería estar enamorada.

No quería estar enamorada de una persona que no me valoraba, no quería sentir sentimientos por alguien que jamás quiso lo que soy.

No entendía como una mentira pudo haber sido tan importante, como sus besos falsos habían llegado hasta mi alma y aún seguían allí, sentía a Harry dentro de mi piel cada segundo del día, podía sentirlo conmigo, diciéndome que todo estaba bien, que podía ser fuerte, que él jamás se había ido...

Pero luego volvía a ser mentira, mis pies se aferraban a la realidad y podía mirar alrededor y darme cuenta que fui estúpida y que él no estaba allí, estúpida porque un chico millonario jamás se enamoraría de una sirvienta.

Estúpida por que las historias de amor no existen.

Estúpida porque el amor que das jamás es correspondido.

Pero si tendría que llamarme otra vez estúpida, no sería quien soy ahora, porque a pesar de todo, quiero salir adelante y aunque Harry me haya lastimado, aun lo sigo amando.

No puedo odiarlo.