Capitulo 7

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Desperté más temprano de lo que solía despertar, mire el reloj y eran las 6:30 de la mañana, muy temprano, más de lo normal, bostece y me levante estirándome, fui al baño y rápido me di una ducha para empezar el día, cuando termine busque una falda por encima de las rodillas y un suéter blanco debido al frio que estaba empezando a hacer, me hice una coleta y arregle la habitación incluyendo la cama, ya todo listo salí y fui directo a la cocina, todo estaba completamente en silencio, igual, abrí la puerta trasera que daba a la vista de la piscina y el jardín de atrás, había un ligero aroma a madera y árboles, contando con el enorme frio que entro a la casa, había un poco de viento y el ambiente estaba gris, pero me sorprendió algo más, había alguien afuera, fruncí el ceño mientras intentaba forzar mi vista para ver quién era...

¿Harry?

Salí al jardín y empecé a acercarme a él, aunque no entendía por qué, tenía un abrigo color verde oscuro que lo tapaba por completo, unos pantalones negros totalmente anchos, el noto algo y dio media vuelta y me miro por unos segundos fijamente, sus ojos estaban más que verdes esta mañana y esos labios rosados por alguna razón estaban casi morados y tiritando tal vez del frío, tal vez...

––¿acaso no es demasiado temprano para que andes merodeando por aquí?––su voz ronca me dio escalofríos extraños, por alguna razón jamás había escuchado su voz así.

––Lo mismo te digo yo––susurre mientras me frotaba los brazos, que a pesar del suéter, aun tenia frío, el me miro en silencio por unos segundos, luego rodó los ojos.

––no soy Luke, ¿vale?, puedo andar a la hora que quiera, cuando quiera––dijo serio mientras miraba hacia delante, al vacío, yo solo suspire, ¿porque siempre tenía que andar a la defensiva?, como si todo fuera a afectarle de tal manera que tiene que contraatacar.

––No he venido a pelear, Styles––dije tranquila mientras escondía mis manos del frío, el me miro de reojo––solo quería saber si estás bien, por que estabas aquí.

––entonces puedes irte porque estoy muy bien––dijo ahora molesto, yo solo rodé los ojos y di media vuelta para irme, es que este chico era tan terco y arrogante, ¿porque no dejaba que las otras personas lo ayudaran o solo que se preocuparan por el?, aunque dudo que alguien que no sea su familia se preocupe por él. Con esa actitud...

***

Sábado. Hacia frío y el día estaba más que gris, había preparado chocolate caliente y leche, con algunas galletas que habían en la despensa, Harry había entrado unos 10 minutos después y se sentó en la barra a desayunar, en silencio, porque no quería hablar conmigo, y yo tampoco con él, no me interesaba, Gemma y Luke siquiera se despertaban, y creo que no lo harían hasta tarde.

––¿qué le pusiste?––me pregunto mientras me clavaba la mirada, yo lo observe por algunos segundos mientras me sentaba frente de él.

––¿a qué?––le pregunte y el me miro por unos segundos, para luego hacer una mueca.

––al chocolate, ¿qué le pusiste?––volvió a decir, yo lo mire por unos segundos, ¿para qué quería saber?

––leche, jengibre y uno o dos clavos dulces, ¿porque?––le dije mientras lo miraba, el miro su tasa, luego alzo la vista lentamente, no sabía por qué, pero no desde hace mucho se la pasaba mirándome fijamente, con esos intensos ojos verdes esmeraldas que dejaban loca a cualquier mujer, yo entrecerré los ojos, pues no quería que pareciese que tuviera vergüenza, aunque aún no entendía por qué me miraba así, como si quisiera convencerse de algo que no quiere creer, siquiera entendía a Harry, me odiaba, y lo dejaba entender delante de todos o no, me insultaba y humillaba sin importarle, pero cuando me miraba, Dios, cuando este chico clavaba su mirada en mi por alguna extraña razón me iba a otro mundo aunque lo odiara.

––sabe diferente––menciono mientras me sostenía la mirada, asentí mientras por alguna extraña razón mis ojos bajaron a sus rosados labios, que ahora estaban remojados probablemente por el chocolate, volví a levantar la vista y el seguía mirándome, sentía que esto se estaba haciendo una eternidad––tienes unos ojos muy bonitos––menciono, lo mire directamente a los ojos otra vez y pude notar confusión, decidí romper con esto y dejar de mirarlo, aunque ya mis mejillas estaban sonrojadas por su comentario sin sentido, porque yo tenía unos ojos horribles, es decir, marrones y sin nada en especial, comparados con los de él, madre mía...

––mis ojos son horribles––salió de mi boca sin imprevisto, así que lo mire, el me miraba como si nada hubiese pasado, luego alce una ceja, trate de olvidar la reciente conversación y recogí las tazas vacías para lavarlas, todo quedo en silencio y después de unos minutos Gemma y Luke estuvieron con nosotros, les serví el desayuno, y me quede en el jardín observando todo, esperando que el viento vuelva otra vez, inundándome del gélido frío, sentí alguien a mi lado, mire y me encontré con el hermoso perfil de un dios griego, o mejor aún, Harry Styles.

Narra Harry:

Ni siquiera sabía que me pasaba, o simplemente lo sabía, pero no quería pensarlo en voz alta, ella era la reencarnación de Camille, lo juraba, lo sabía. Se parecían tanto, aunque no quisiera admitirlo, Camille era lo que cualquier chica quisiera ser y tener: belleza y dinero. ____ simplemente era: belleza, no quería comparar a _____ con Camille, pero se me hacía imposible porque eran idénticas y por más que quise tratar a _____ con indiferencia no podía, porque ella era...

––¿necesitas algo?––escuche su voz, la mire por debajo de mi hombro, ya que estaba realmente por debajo de mi hombro, observe sus facciones, su cabello y la forma en la que sus labios y nariz hacían la combinación perfecta. 

––No, en realidad––dije mientras la miraba, me apoye del marco de la puerta obteniendo una vista completa de ella, dio media vuelta y me observo a mi también.

––esto se está convirtiendo en algo monótono, ¿no?––dijo mientras me miraba, alce las cejas sin entender, ella me miro por unos segundos más, no podía despegar la vista de sus ojos, ni siquiera entendía por qué algo grosero no salía de mi boca en estos instantes y me iba de aquí, no podía.

––No dejas de mirarme––trate de defenderme, ella solo sonrió algo irónica y sentí una oleada de calor recorrerme el cuerpo completo, hasta reían igual, tenía que sacar a esta chica de mi cabeza, ¡la estaba confundiendo con Camille cuando en realidad no lo era!

––Tu eres el que no deja de mirarme, parece que quieres algo––dijo mientras miraba el jardín, su perfil, esos labios, joder––y tu no me agradas Harry, yo tampoco te agrado.

––si, de eso estoy seguro, empleada de cuarta, solo quiero ver que fea eres en realidad––¡bingo!, ella me miro furiosa y yo salí victorioso sin nada que perder, me gustaba ver como la furia se apoderaba de ella cuando la insultaba o simplemente como se quedaba callada a mis insultos, no estaba bien, pero eso no me detenía a hacerlo, ella se lo buscaba con esos comentarios tontos y estúpidos que merecen una buena patada en el trasero por no tener sentido, pero eso no dejaba dicho que ya no me atraía, esa chica era Camille en persona, era mi chica, aunque sabia y me había prometido sacarla de mi cabeza, no pude, porque todavía siento algo por ella, aunque ya no este, me gusta.

Solo La Empleada | h.s | Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora