Volví a bostezar sintiendo las ganas de romper mi celular, el cual a las 8:26 am no paraba de sonar, me restregué los ojos y bostece, deslice mi dedo por la pantalla y lo lleve a mi oreja, dando otro largo bostezo.
–– ¿Hola? –– Dije cansada, el sonar de una garganta de algunos cuarenta años, suspire –– ¿Joseph?
–– _____, en diez minutos estoy en la puerta –– rio, ¿Cómo podía estar siempre feliz?, aun no entendía lo que siempre le hacía gracias y lo motivaba a reír.
–– Pero son las ocho y estoy durmiendo –– me queje, no dejaría que turbara mi mañana con su vida rápida de abogado.
–– tienes que trabajar –– me acordó, bufe –– estoy allí en nueve minutos.
Colgó.
Me levante cansada y sentía los pies pesados, los arrastre al baño y me cepille los dientes, lave mi cara ya que la sentía un poco estirada y sonreí un poco, genial, a trabajar...
Se suponía que no tenía que hacer mucho, pero este sería mi primer día en la joyería de mi tía y tenía que ir. Me di una ducha rápida y me puse unos jeans oscuros, una camisa con mangas largas color pastel y unas zapatillas, tome mi bolso y allí puse mi celular, algo de dinero y no sé qué cosas habían allí, baje las escaleras aun un poco cansada y tratando de alejar cualquier estupidez que se viniera a mi mente.
«Nueva casa. Nuevo trabajo. Nueva vida. Olvídalo _____».
El timbre sonó dos veces y yo camine rápido, abrí la puerta y la sonrisa del señor Ware me contagio un poco, siempre iba bien vestido y era algo regordete, me hacía algo de gracia.
–– Buenos días, _____ –– saludo, sonreí y alce mis comisuras imitando una sonrisa sin despegar los labios –– ¿ya estas lista?
–– sí, buscare mi bolso –– di media vuelta y busque el bolso, no había desayunado, tampoco tenía ganas de hacerlo, fui hacia él con mi bolso en mano y sonreí un poco, estaba algo animada, a pesar de todo, después de dos días aquí sola, tenía que hacer algo por mí misma y quería hacerlo.
[***]
La joyería de mi tía a decir verdad, era demasiado grande, por fuera se veía tan hermosa que jamás pensé que ella tenía algo así, por dentro, quede sin palabras, las paredes estaban totalmente bañadas de blanco y el tapiz que cubría el techo tenía un estilo tan antiguo que parecía de otra época. Las joyas hacían que el lugar se viera brillante, el dorado y el plateado de aquellas prendas se complementaban tan bien que sorprendía, era el paraíso.
–– es muy hermoso –– musite al ver como el señor Ware me miraba sonriente, otra vez –– ¿Qué se supone que una persona como yo pueda hacer aquí?
–– Nada –– respondió, lo mire frunciendo el ceño, «¿que?»
–– ¿nada? –– Repetí esta vez incrédula –– ¿para qué me trajo aquí, entonces?
–– para que hagas lo que hacía tu tía –– me volvió a responder simplemente, me canse de su extraño misterio y me cruce de brazos, su carcajada ronca inundo mis sentidos unos segundos, odiaba su repentina felicidad de siempre –– Maggie era una gran administradora, tanto que... no tenía que hacer nada, esta joyería tiene tanto que hacer todos los días, pero ella sabía que todo estaba bajo control –– admitió, sonreí un poco, él tenía razón, ella siempre tenía las cosas bajo control.
–– ¿me está diciendo que no tengo que hacer nada? –– pregunte esta vez algo sorprendida, el hecho de recibir dinero y no hacer nada me gustaba mucho, me emocionaba.
–– si quieres, de todas formas el estado te permitió trabajar aquí, pero aún no pueden otorgarte todos esto, porque...
–– Soy menor de edad, lose –– rodé los ojos irónica y sonreí un poco, mire a mi alrededor y habían muchas personas a decir verdad, no podía creerlo, y hablaba enserio...
Joseph empezó a decirme lo importante que era esto y lo entendía al pie de la letra, en realidad, a la perfección.
Los empleados fueran demasiado amables y después de saber mi papel aquí, no se lo tomaron tan mal, cada uno me había explicado que hacían y que se debía hacer, y lo había escuchado todo, me había fascinado la forma en la que trabajaban y sin duda me dieron ganas de comprar un anillo, era todo tan hermoso...
Y por un momento olvide la chica de ojos grises que me explicaba cómo funcionaba la caja y me pregunte qué tan hermosa fuera la vida, si fuera tan perfecta como esos anillos o esas pulseras con diamantes incrustados, y esta vez me pregunte...
¿Qué tan perfecta fuera mi vida si jamás hubiera conocido a Harry Styles?
¿Si jamás me hubiera enamorado de él?
*Narra Harry*
Habían pasado dos días desde que _____ se fue y al final de todo no lo había tomado tan mal, supongo que era lo mejor para ella y yo lo sabía, sabía que estaba mejor que aquí y agradecía por eso...
Pero no puedo negar que extraño verla en la cocina, en realidad, todos lo hacemos, ella era parte de nuestro día y ya no estaba.
Tenía todo el derecho de no estarlo.
–– mamá, ya me voy –– dije asomando la cabeza a su despacho, ella levanto la mirada de su computadora y sonrió.
–– ¿A dónde vas? –– pregunto, rodé los ojos mientras me cruzaba de brazos.
–– Lo dije esta tarde –– mencione, ella negó lentamente apenada, aceptando su error –– iré a cenar a casa de Camille, ¿vale?
–– sí, no llegues tan tarde, recuerda que Brenda tienes cosas que hacer mañana –– anuncio, yo fruncí el ceño, si, la nueva empelada de esta casa, era una odiosa, no sabían cuántos años tenía, pero tampoco me interesaba.
–– no me cae bien –– dije con una sonrisa de irónica, ella me miro y sonrió –– ¿no puedes conseguir a otra persona?
–– Harry, ninguna te ha caído bien –– me acuso, yo hice cara de ofendido –– siquiera _____, y era un verdadero ángel...
Reí, esta vez, por el gracioso comentario, pero me sentí incomodo, un poco.
–– solo, jamás nos llevamos –– dije, ella siguió tecleando en su computador –– nos vemos, adiós.
–– adiós cariño, cuídate –– cerré la puerta y bajando rápido las escaleras, me fui.
Conduje en silencio hasta la casa de Camille mientras escuchaba un poco de música, «She Will Be Loved», era buena, al llegar al fin aparque el auto enfrente de su casa y baje, llegue hasta la puerta y toque el timbre, este sonó dos veces y espere unos segundos.
–– Harry, ¡qué bueno que llegas! –– me abrazo y me dio un corto beso, sonreí unos segundos y la acerque a mí para darle otro beso –– ¿quieres pasar?
Asentí con una sonrisa mientras pasaba a su casa, todo estaba muy ordenado y casi todo había cambiado, desde la última vez, fue hace años.
–– ¿has preparado algo? –– pregunte, ella hizo una mueca y luego negó, yo alce una ceja divertido.
–– no, pero me han hecho una deliciosa lasaña y quiero ver unas películas contigo, ¿te parece? –– reí, claro, ella jamás cocinaría, de esto estaba seguro.
–– Claro –– dije, sus labios se pegaron a los míos por unos segundos, sonreí.
«Pero esta vez, jure creer que no había sentido nada».
![](https://img.wattpad.com/cover/13227731-288-k27436.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Solo La Empleada | h.s | Terminada.
Fanfiction❝Te odio.❞ ❝Jamás podrás odiarme, te vuelvo loca y eso lo sabes.❞ ®Derechos Reservados del Autor. 2014, Inc.