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Dicen que el destino siempre está planeado y no hay forma de cambiarlo. Las Moiras se encargan de hilar la vida de los mortales, y cuando es necesario cortarlas no lo piensan dos veces. Ellas son parte del destino. Pero, esta vez... ellas decidieron dejar los asuntos en las manos de sus protagonistas.

Lo primero que sintió Percy fue que algo se estaba moviendo, y se lo llevaba a él consigo. Abrió los ojos, pasando rápidamente de la confusión al asombro encontrándose con una Annabeth Chase mirando al asiento azul de enfrente como si estuviera molesta con él.

Lo siguiente que notó fue que estaba en el interior de un autobús. Y su rubia novia estaba mordiéndose furiosamente el pulgar mientras mantenía sus ojos tormentosos al frente. Luego se dio cuenta de que él estaba echo un ovillo, con una chamarra azul encima, las rodillas pegadas al pecho, y los zapatos tirados en el suelo, sentado en diagonal, con medio cuerpo apoyado en parte del costado del autobús y la ventana, y la otra mitad en el asiento.

— ¿Annie? ¿Qué sucede? —preguntó, sintiendo resequedad en su garganta. Prosiguió a carraspear. La rubia se volteó a verlo, alejando su pulgar de su boca unos segundos, aunque tenía las cejas fruncidas y no parecía muy alegre de verle despierto.

—Vamos al campamento, al parecer.

Percy no cuestionó el hecho. Si Annabeth lo decía, tenía que haber pruebas de ello.

—No recuerdo subir aquí.

—Yo tampoco. Esto me huele mal.

Ambos volvieron a su silencio. Percy sabía que Annabeth para ese punto estaba buscando una respuesta. Una respuesta para el por qué estaban en un autobús de rumbo al campamento pero sin recuerdo de haberlo abordado. El no recordar no era algo bueno, en absoluto. Y eso seguro tenía que ver con los dioses, como casi todo lo demás en sus vidas. El invierno pasado Percy había desaparecido rumbo al campamento, y reapareció siete meses después sin memoria, en su lugar había estado un chico romano con el nombre de Jason Grace y sin recuerdo alguno tampoco. El intercambio había sido la idea de cierta diosa que no tiene buena reputación, ni era la favorita de la pareja. Y eso fue el inicio de otra guerra suicida. ¡¿Ni un año podían estar tranquilos?!

Entonces Percy desvió la mirada de su novia y ella se volvió a pensar, y a darle más vueltas al asunto. Ese era su método, ver, analizar, pensar y solucionar. Pero Percy estaba seguro de que ella se sentía asustada por lo que podría pasar. La última vez terminó bien... medianamente bien... a duras penas bien. No quería tan pronto volver a los problemas. Tampoco Percy, mucho menos él, quien estuvo implicado en más de una gran profecía en los últimos dos años.

El joven estiró el cuello. Había niños variopintos, con edades desde seis años hasta unos cuantos de trece, haciendo que la pareja de confundidos adolescentes fueran los mayores del grupo. Todos estaban tranquilos, en general adormilados. Y verlos así, calientitos y acurrucados en sus asientos sin moverse mucho le hacía querer dormir también. <<Espera, concéntrate, Percy>> se riñó a sí mismo, evitando imitar a los demás. Quitando ese detalle no había mucho más que llamara su atención, parecía un autobús común y corriente, con sus pisos grises y asientos azules, y los niños llenándolos. Entonces Percy volteó al frente, donde el conductor debería estar haciendo su trabajo. Lo único que alcanzó a ver era un volante girando ciertos grados a la derecha y luego a la izquierda, dando a entender que ningún ser tangible estaba conduciendo. Percy dudaba de que siquiera hubiera algún ser haciéndolo.

— ¿Es seguro que el autobús se maneje solo? —se preguntó en voz alta.

No hubo respuesta de su compañera de asiento. La muchacha seguía sumergida en sus pensamientos. Por consiguiente Percy fue a fijarse en el paisaje... que era una simple mancha verdosa. En ningún momento el muchacho había dado con la pista que había hecho que Annabeth uniera cabos y dijese que iban al campamento, en ninguno de los niños se alcanzaba a distinguir un collar de cuentas o alguna camisa naranja con las siglas CHB.

Cambiándolo todo [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora