Cambiándolo todo [PAUSADA]

13.-

Más tarde Percy se despidió de ambas Annabeth. Aunque la guerrera vikinga lo miró como si fuese un insecto al que quisiera aplastar, lo peor era que Percy no dudaba un segundo en que se le aventara encima para hacerlo, entonces se alejó lo más rápido que pudo de ella. Ya ni se le cruzó por la cabeza que estaba dejando a su novia con una chica peligrosa que parecía no agradarle la humanidad en general.

El muchacho se acercó a la mesa de las cabañas 1 y 3, que representaban a dos de los tres grandes. Una vez Nicks comentó que Zeus también podía participar en actividades del campamento, como estar incluido en la mesa o tener una cabaña propia, pero como dios, aquel Zeus ya no quería nada que ver con sus hermanos. Aún así a sus hijos tanto se les permitía sentarse ahí como tenían su propia sección, pero la única hija de Zeus por el momento era Thalia Grace, todavía desaparecida.

—Ey, Perce.

El muchacho ya no parecía molesto ni a punto de empezar un combate en su contra, pero era el líder de la cabaña tres y Percy supuso que debía de pedir permiso para aún quedarse esa noche a dormir en la cabaña con sus hermanos. El muchacho de cabello oscuro, corto de los lados y con piercings en una ceja y en una aleta de nariz, levantó la mirada del plato, un plato con comida normal sin ningún rastro de azul.

—Ah, eres tú —dijo al verlo sin mucho entusiasmo.

Bueno tal vez aún no se le pasaba la molestia que había sentido cuando supuestamente se había opuesto a ellos.

—Hola.

Los hermanos de Perce subieron la cabeza, atentos a la conversación. Y al lado izquierdo del líder de la cabaña estaba Nicks, mucho más pálido de lo que había estado después del combate, y gracias eso parecido mucho más al Nico que Percy conocía mejor.

—Hola —respondió el hijo de Hades con suavidad.

—Eh, quisiera preguntar si aún he quedado mal. Es que, en serio que no tengo nada en contra de su relación pero yo...

Percy había empezado su discurso, pero fue cortado por Perce.

—Eres muy extraño y ves cosas que los demás no. —Bueno, viniendo de un chico tan serio como él se podría casi hasta tomar como una broma, claro que si se le agregaba el contexto en que todos ellos vivían, también podría considerar un simple comentario, normal. Ser hijo de dioses antiguos no era muy cotidiano que se dijera.

—Podrías decir que ves gente muerta y te creeríamos. —Agregó Nicks, él sí intentando bromear, pero Percy notó que le salió un tono algo amargo en conjunto con su broma.

—Tampoco es como si eso fuera imposible. Thalia Grace puede hablar con los fantasmas, ¿recuerdas?

Nike, la niña de diez años que le había intentado explicar la posición de los dioses en ese mundo, se integró a la conversación como si nada.

— ¿Thalia? —preguntó con lentitud Percy. Sí era hija de Zeus, sí Zeus en ese mundo era patrón del inframundo, pero para Percy esa chica controlaba los relámpagos con una lanza y era una raqueta excelente.

Los niños que le daban la espalda al muchacho, con gusto por la comida azul, le abrieron espacio en la mesa para que estuviera más cómodo. Casi todos los presentes ya habían terminado al completo con su platillo, a excepción de Nicks que estaba más ocupado escarbando el contenido hasta deshacerlo por completo. Percy no decidió comentar nada sobre ello, aunque si hubiese sido su culpa el bajón del chico debió de disculparse. Pero decidió que no era el momento, no cuando Perce podía tomárselo mal.